En un poema celta La folie Tristan, se cuenta la historia de un amor apasionado entre Tristán e Isolda esposa de su Tio el Rey. Hay un pasaje en el que el enamorado se disfraza de loco, y se hace arrojar por los barqueros en las costas de Cornuailles, cuando se presenta en el castillo del Rey, habla demasiado, parece conocer de todo, sufre de un extraño padecimiento que se ubica más allá de los mundos fantásticos, y que desde el siglo XV, causará preocupación, murmuraciones, y será estudiado y analizado. Francisco Herrera Luque, describe ese padecimiento como una rara enfermedad producto de lo caliente de nuestro trópico y de la extraña mezcla de africanos, indígenas y españoles gitanos, vulgarmente se conoce como habladera de paja, en alusión a los síntomas del Onanismo.
Es común en la política encontrarse con este tipo de personas, capaces de crear las más absurdas invenciones utilizando el lenguaje, y a veces un discurso delirante, una verborrea incesante, que les hace perder la visión de la realidad, y los convierte a ellos mismos en una ilusión de su pensamiento.
Esta imaginación prodigiosa abunda en los escritos de algunos articulistas, que creen percibir señales de cambios en simples frases y acontecimientos cotidianos del ejercicio del poder, con lo cual se sitúan en el terreno fangoso de una filosofía de la geopolítica que los lleva a querer articular sus ilusiones, y trasladarlas a la política real a través del lenguaje, un ejemplo fue aquel famoso artículo que hablaba del testamento de Chávez, y los mensajes secretos para algunos escogidos, y que se demostró era una especie de invención de Morel.
Ahora el tema es la entrega del gobierno por parte de Nicolás Maduro, se busca descubrir al hijo prodigo que va a recibir la silla de Miraflores, se inventan artificios políticos y se nos intenta convencer de que la sucesión ya está en marcha, porque Maduro hizo un guiño de ojo, nombro a fulano, zutano o perencejo. Se olvidan los articulistas delirantes que en la historia de la humanidad es decir en más de 5 mil años, solo hay un caso documentado de entrega pacifica del poder político, fue aquel célebre proceso del duque de Windsor que decidió abdicar para casarse.
Pensar que Maduro va a renunciar tranquilamente para complacer las predicciones calenturientas de un grupito de articulistas, más que una ingenuidad es una solemne pendejada. Maduro va a resistir hasta donde sea viable hacerlo, y hasta donde esté dispuesto el pueblo a apoyarlo, y mantenerlo. La tradición de lucha que acompaña al actual presidente, se ha forjado en batallas, en las que ha logrado imponerse, sorteando adversidades, y logrando reducir a sus adversarios a fuerza de astucia.
Estos escritores se parecen mucho a los escuálidos que utilizan las redes sociales, para crear y recrear toda la basura mediática posible, para incubar las más delirantes y absurdas ideas contra el gobierno. A ambos los une el afán de derrotar a la revolución bolivariana, unos para arremeter contra los oprimidos de siempre y otros para satisfacer su afán de fama barata.
Ellos olvidan que las apreciaciones políticas se construyen en la realidad de acuerdo a las correlaciones de fuerza, sobre la base de las alianzas tácticas y estratégicas, considerando el papel de los liderazgos, y otros muchos aspectos. En la Venezuela de hoy no existe un hombre capaz de disputar el liderazgo al actual presidente, nadie dentro del partido socialista, tiene el suficiente poder para imponerse por encima de Maduro, y no porque sea éste presidente, sino simplemente porque por encima de los errores y las vicisitudes existe una vanguardia dispuesta y comprometida con un sueño colectivo, lo demás son especulaciones baratas, o ejercicios de onanismo intelectual.