Venezuela, transcurre su historia política actual en una inestabilidad social e ideológica que, hoy percibimos en el claro reflejo de la indisciplina y el Consejo Nacional Electoral, (CNE) deja al pueblo a un lado al violentar los espacios para llamar a elecciones de gobernadores y el llamado al Referendo Revocatorio. Dando le paso a un Estado agotado por la desmoralización y un cuerpo militar que desea asumir posiciones partidistas, cuando ésta realidad le compete solo a la Sociedad Civil.
Apoyo al presidente Nicolás Maduro Moros, pero, reconozco que se encuentra mal asesorado y su mismo grupo de trabajo ministerial lo ahoga en una cachua pragmática. Por lo tanto, nos sentimos distante de la pseudoizquierda que lo apoya.
Aquí, en el camino que vamos, no se puede hacer milagros y el impacto de los cambios que se viene operando, está reflejándose en el comportamiento del pueblo que, ya se encuentra completamente desmotivado y desmoralizado, en mi caso, tuve que aguantar hasta nueve horas de cola por dos bolsas de a kilo de arroz en una cola de tercera edad en el Central Madeirense- La Isabelica.
Las ambiciones de concentración de riquezas y la economía de mercado, constituyen la piedra de tranca del Bolivarianismo para avanzar sobre nuevas coyunturas políticas que verdaderamente tengan un nivel pragmático. Lo real, es que las Capitales de Estados no se ejercitaron para aplicar todo el poder y el ámbito que le ofreció el pueblo a través del sufragio para emprender nuevas áreas económicas, respetando las tradicionales, es prácticamente nulo.
El mercado local o parroquial, fue gravitado alrededor de los bachaqueros y de algunos Consejos Comunales, bajo el signo de tal influencia, los militares allí ubicados, también sirven de carnada al gran gusano de la corrupción e impunidad. Por esto, existen denuncias por los medios, porque jamás el delito debe ampararse bajo un concepto revolucionario y resulta temerario hablar de religión e ideología, cuando la realidad es otra, donde visualizamos un rompimiento del hilo constitucional y de los preceptos dejados por el Comandante Chávez, para ser utilizados por el pueblo.
Los militares, deben regresar a los cuarteles en un futuro cercano y la Constitución debe regresar a su hilo jurídico y el Referendo Revocatorio es un derecho del pueblo.
Las tendencias revolucionarias, no pueden ser oscilantes y el concepto de democracia debe ser parte de la esencia de una sociedad en desarrollo y debe abrirse al ejercicio del poder. Aquí, no es cuestión de fórmulas políticas, sino concebir el poder como una proyección de lucha social y de compromiso con las bases sociales.
El compromiso de nuestro presidente Nicolás Maduro Moros debe ser con la Sociedad Civil, el pueblo y, no con el militarismo, quién ha tenido un papel negativo de Suramérica y hacer respetar la Constitución de La República Bolivariana de Venezuela, no permitiendo su violación o salirse del hilo constitucional.
