Salí a la calle como quien va en busca de trabajo, pero con ganas de no hallarlo. Cual aquel que al llegar a la primera empresa, con aquella intención, obligado por su madre, pregunta al primero que se le atraviesa:
-"¿Verdad qué aquí no andan buscando a nadie que trabaje?
Salí pues, por flojera, pero con el deseo que este viernes, hubiese huelga general, paro absoluto, para volverme de inmediato a mi casa, encerrarme en mi espacio de ocio y dedicarme a perder el tiempo escribiendo, como hago siempre cuando no estoy en la calle. La calle me aburre. De mi viejo carro no funciona el aire acondicionado y aquí en Barcelona, decir que la canícula es ardiente, parecería una cursilería, pues más apropiado es "hace calor con bolas". Por esto, cuando estoy hasta un breve tiempo en alguna cola, sudo a chorros y siento los malestares de la hipertensión. Me comporté pues como un militante opositor; quise que hubiese huelga; lo único que me faltó fue el kit de marcha; no lo tengo, no porque no quiera tenerlo sino porque hasta caminar me da flojera; son tantos los años que soy puro dolor y esto aquello pega. Alguno de mis viejos amigos, haciendo uso del verbo de los viejos pergaminos me hubiese dicho aquella enfebrecida frase, "lo pequeño burgués se te sale por los poros". "Sólo por tu comodidad, deseaste que obreros, trabajadores, empresarios, etc., hiciesen suyo el llamado de Capriles y la MUD". Pero no por la comodidad misma; a mi edad, para tipos como yo, ella no existe. Medio caminar es ya una proeza y me niego a usar bastón; es una vaina de principios; es casi lo mismo admitir a alguien pensar por mí.
Recorrí unas cuantas calles de Barcelona, Lecherías, una comunidad de clase media alta, Puerto La Cruz y no vi indicios, pruebas suficientes, para concluir que hubiese un "paro general". El movimiento en la calle fue el mismo de todos los días. Sin negar que uno u otro local comercial estuviesen cerrados. Las cosas en el tráfico fueron las habituales. Entré en panaderías, abastos y centros comerciales, en este caso por ir a dos farmacias a intentar hallar unas medicinas; allí no observé indicio de paro o huelga y, si de general se habla, mucho menos. Tampoco movimientos y aspavientos habituales de quienes ella promueven. Estos si parecieron ponerse en huelga, pues nadie les vio ese día. Cosa extraña, quisieron una huelga sin movilizarse para garantizarla. Una como muy burocrática, decretada y ya. ¿Por qué sería?
Dicen, quienes de eso saben más que uno, que los gringos le dieron a la MUD, sobre todo a Capriles y Ramos Allup, el mismo guión del 2002. En este caso, quizás la única variante fue empezar por el aspaviento de la Asamblea Nacional; el Temer (Ramos Allup) nuestro, habló de un juicio político unilateral para "sacar a Maduro", frase que ya es un estereotipo o estribillo, pasando por alto "el simple detalle" que tal opción no existe en la constitución nuestra. Ramos hasta llamó a la FANB a tomar lo que ellos en aquella capilla decidieran como una orden y en consecuencia, desconociera al presidente y lo pusiera en Miraflores a él. Tal como cuando el 2002, aquellos militares encaramaron a Carmona. Pero los muy inteligentes ¿asesores o mandamases?, pasaron por alto un pequeño detalle, una inconsistencia leve, que el alto mando de la FANB y ella toda, no es la misma de cuando secuestraron a Chávez. Pero Capriles y Ramos, muy disciplinados ellos, asumieron el guión al caletre.
El llamado a la FANB fue respondido por el alto mando militar con un reconocimiento al presidente como comandante en jefe de acuerdo a lo constitucional; en ningún cuartel nadie se hizo eco de los llamados de los voceros de la MUD. Porque en 2016, el ejército es otro y los mandamases, los de allá, pasaron por alto ese detalle. Sus voceros de aquí no se atreven alterar el guión que allá lejos elaboran.
Pero como la marcha o acto destinado a "tomar Venezuela", que se convirtió en la toma del este de Caracas, que si bien concentró bastante gente, lo que no es nada para llamar la atención porque allí viven, no pasó a mayores, pues renunciaron llegarse a Miraflores, rodeado por otra multitud favorable al gobierno y en vista que su gente les repudió por lo que consideró "falta de guáramo de sus dirigentes" o mejor ponerse a ofrecer lo que no pueden, salieron con dos nuevos tremendismos, llamar a una "huelga general" en toda Venezuela, para este viernes pasado, 28 de octubre, cómo para ver qué pasaba o desencadenaba y…….fracasaron otra vez. Cómo cuándo la huelga del 2002. Su propia prensa así lo reconoce y lo que es más, casi todo el mundo trabajó, pues la mayoría de los empresarios desatendieron el llamado de la MUD y la inmensa mayoría de los trabajadores no sintonizan ese canal.
La prensa de la derecha, que es casi toda ella, tuvo que reconocer que no hubo paro. Tanto que ella misma, como todos los días, salió a la calle. Los canales de televisión no se apagaron, pues hasta Globovisión ese día fue cumplidito.
No obstante, es bueno recordar que antes que empezasen a esperar el paro o huelga general que decretaron, por si esto le fallaba, lo que revela que no se sienten muy seguros, llamaron a otra marcha para el 3 de noviembre a Miraflores; esta vez u otra vez para ser más justos, "sin retorno". Pero antes de eso, habían acordado con el representante del Papa y otros buenos oficiantes, reunirse en diálogo este domingo treinta, es decir mañana.
Saben bien, porque ya lo han probado, que llegar a Miraflores, sin apoyo militar y estando el palacio rodeado de gentes, regada a unos cuantos kilómetros a la redonda, es más que imposible. Por eso, ya buscarán la excusa. Quizás mañana domingo la encuentren, no para tranquilizarse, porque no hay medicina a la mano que ese mal cure, sino para justificarse ante los suyos por qué otra vez, la "marcha sin retorno a Miraflores", se quedó en la vera del camino.
¿Cuándo se percatarán que el éxito en política no está sujeto a hacerle trampas a la historia ni imponerle a ella el ritmo y el orden que cualquier aventurero o agalludo se le ocurra?