Finalmente se instaló la Mesa de Diálogo entre el Gobierno y un sector de la Mud. No dejó de ser un hecho sorprendente dada la intensa campaña que el liderazgo derechista y fascista venían impulsando desde el mismo momento en que se dio la primera reunión con el auspicio del Papa Francisco y su representante enviado a Venezuela para tal fin, Ernesto Samper, de la Unión de Naciones del Sur UNASUR, del expresidente español Rodríguez Zapatero, de los expresidentes Leonel Fernández, de República Dominica, y Martín Torrijos, de Panamá.
Parecía que eso nunca iba a suceder, tantos obstáculos puso la derecha y sus sectores más ultrosos y recalcitrantes como María Malinche Machado, Leopoldo López y su grupúsculo criminal y terrorista de voluntad (in)popular, el bocón y necio de Ramos Allup casi atacando al representante del Papa por su osadía de impulsar el inicio del diálogo (y mandando a su gente a destruir al Papa diciendo de él las cosas más increíbles e irrespetuosas por internet y las redes sociales); el discurso cantinflérico de Capriles negando lo que fue un hecho más que evidente, todo por la televisión vieron el evento que se dio en un hotel del Estado, pero tuvieron el tupé de decir que se estaban enterando de la primera reunión por la televisión. El cinismo y caradurismo de estos lideruchos no tiene nombre.
La primera reunión que se da con la presencia solitaria del Secretario General de la Mud, alias Chúo, sobre quién caerían a partir de ese momento el más intenso e insólito fuego cruzado de ataques de todo tipo, denuestos, acusaciones de traición y cuanto se le podía ocurrir al grifo abierto de los fascistas cayaperos por quién los había traicionado. De adentro del país, y de la cloaca mayamera, un plan orquestado. No había pasado un mes que el mismo alias Chúo se había parado en la tarima del Este caraqueño ante una multitud ahíta de sangre que había sido convocada para tomar Caracas, llegar hasta el Palacio de Miraflores y sacar arrastrando por los pies el propio Presidente de la República.
Pero Chúo, en un giro extraño o insólito, para ese momento (1º de septiembre), de los acontecimientos, mientras Allup y Radonski trataban de promover sus candidaturas presidenciales para… ¿1918, 1917, 1916 después del referéndum…? Chúo convocaba a los presentes a irse para sus casas, o a sus estados… a tocar cacerolas contra el Gobierno y la vaga promesa de jornadas de calle. Mientras, debajo de la tarima, su Frankestein tropical, –una masa disociada sedienta de sangre, ideológicamente idiotizada por sus medios de comunicación– expresó, como era de esperar, su descontento y frustración y amenazó con la consiga: "va a correr sangre". ¿Sangre de quién? No quedó claro. Los más afectados fueron los terroristas de Leopoldo López quienes recibieron una andanada de golpes policiales que desarticuló su aparato de terror y apresó sus cuadros terroristas (Goicochea, 100 paracos cerca de Miraflores y otros, Carlos Melo, más los que están buscando). Hasta el diputado terrorista y super derechista Freddy Guevara le dieron golpes, lo que ya es decir bastante.
Lo que si lució evidente es una dramática división en la Mud y elevó el liderazgo de Torrealba como promotor del diálogo cuando todos los dirigentes lo negaban o evadían; un hábil giro o maniobra de un bocón que días antes llamaba a incendiar el país. Emergió como el gran maniobrador de la comarca junto al oportunista y viviani gobernador larense Henry Falsón, que no da puntada sin dedal, y Timoteo Zambrano se vengó de aquellos que lo defenestraron de la secretaría internacional de la Mud por el grave delito de defender, como un nacionalista, la posición de Venezuela ante el Mercosur ante la cayapa contra el país por la Triple Alianza. Zambrano es uno de los integrantes por su grupo en la Mesa de Diálogo.
Insólito resulta la presencia de los representantes de AD y PJ, cuyos más conspicuos dirigentes, Ramos Allup y Capriles Radonski, no sólo ridiculizaron a Torrealba sino que negaron conocer el proceso previo de las conversaciones gobierno/oposición, llegaron al hecho insólito de mentir descaradamente y decir –al igual que la demente Maricori– que se habían enterado de la reunión por la Tv, tratando, por un lado, de ridiculizar la solitaria presencia de Chúo en la primera reunión y de hecho desautorizarlo, debilitar su presencia porque él fue como secretario general de la Mud. Pero el paso dado, con la presencia del representante del Papa Francisco, del secretario general de la Unasur, Belisario Betancur y de tres expresidentes, tenía un peso político enorme y más allá de las declaraciones torpes y estúpidas del liderazgo derechista el inicio de las conversaciones obligó tanto a AD como a PJ a enviar sus representantes –¿quién los presionó y casi que obligó a sentarse?– a lo que pudiera considerarse la reunión constitutiva de la Mesa de Diálogo.
Pero si torpe, sinuosa, zancadillera fue la conducta de AD y PJ, ni qué decir del grupo terrorista que dirige Leopoldo López desde la cárcel y a través de la barbie en decadencia de su esposa Lilian Tintori. Desde un principio negaron –a través de un comunicado– la iniciativa de comenzar y sumarse al diálogo con el Gobierno y ratificaron su decisión de ir al derrocamiento violento del gobierno revolucionario y la defenestración del Presidente Nicolás Maduro, con un leguaje pseudo legal, pseudo constitucionalista. Su discurso acentuó su deslinde con los sectores de la Mud que finalmente aceptaron ir al diálogo después de tantas derrotas políticas, y los puso en el camino de la ilegalización del grupúsculo y a Freddy Guevara en la antesala de un antejuicio de mérito por terrorismo por parte del TSJ y el consiguiente carcelazo, cosa que ya Diosdado asomó en su última edición del programa Con el Mazo dando.
¿Quién gana con el inicio de este diálogo? Si se toma en cuenta que ha sido el Gobierno y en particular el Presidente Maduro quién hizo de la lucha por la paz su principal bandera de lucha política y ha llamado cientos de veces a los sectores opositores al diálogo, puede decirse que políticamente Nicolás es el gran ganador político porque todos los intentos por derrocarlo han fallado y esa es una derrota directa para el presidente Barak Obama y su criminal gobierno, quién hizo lo imposible por derrocar a Maduro, desde declararnos como país amenaza para los Estados Unidos hasta iniciar un bloqueo económico pasando por el más audaz intento que fue la llamada ‘la salida’. Obama se va en días al terminar su mandato y Maduro sigue campante en su puesto de Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. El otro igualmente ganador se expresa, sin dudas en la voluntad del 80% de los venezolanos que han asumido y luchado en las calles de todo el país las banderas de la paz.
En efecto las constantes amenazas de la derecha, el discurso terrible y catastrófico de la derecha, encabezado por el mamarracho que funge de presidente de la Asamblea Nacional, con su lenguaje escatológico, soez, vulgar, ordinario amenazó el 5 de enero de 2016 que en 6 meses caería del poder presidencial Nicolás Maduro, "democráticamente". La derecha mostraba sus nuevas cartas golpistas y se aprestaban a utilizar el poder alcanzado en las elecciones parlamentarias de diciembre del 2015 como el nuevo poder paralelo, por encima de los demás poderes públicos, el Ejecutivo incluso. El golpe recibido por el chavismo significó un remesón tremendo y algunos sectores pequeños burgueses se deslindaron y comenzaron a atacar fieramente al gobierno revolucionario y a coincidir con la derecha. Algunos ex generales, dirigentes que se creían fichas y cuadros claves se fueron para la oposición, pero llegó un momento, dentro de la terrible guerra económica que nos produjo la derrota del 6 de diciembre, que se inició un lento pero firme proceso de recuperación y el chavismo tomó la calle de las principales ciudades de Venezuela, y en multitudinarias concentraciones, incluida la avenida Bolívar de Caracas, nos adueñamos de las calles con las banderas de la paz, el antimperialismo y el socialismo. Por eso el otro gran ganador de la Mesa de Diálogo ha sido el sufrido pueblo de Venezuela acosado por la oligarburguesía hambreadora, los dueños del monopolio de la Polar, las transnacionales de los alimentos, el miserable bachaquerismo de los empresarios y comerciantes y la tremenda guerra psicológica mediática transnacional.
¿Le dará la derecha la patada a la Mesa de Diálogo? Pudiera ser, pero hasta donde se ha llegado, la participación de instituciones de peso como el gobierno vaticano dirigido por el Papa Francisco, Unasur y tres prestigiosos presidentes, no luce factible por el momento ante una Mud muy dividida y una derecha fascista debilitada, más allá de la alharaca de Freddy Guevara, la Tintori, la loca María o el mismo Ramos Allup con su "juicio" para defenestrar al Presidente.
Saludamos el inicio del esperado diálogo y en la calle presionaremos para que se profundice en función de los intereses de Venezuela y su pueblo, sin ceder a los principios revolucionarios ni dar concesiones que afecten los intereses revolucionarios.