La Venezuela revolucionaria en su real geopolítica

Hemos considerado y así lo pontificamos que Venezuela es un país petrolero; cierta es ésta aseveración pero, en el marco de lo real-histórico, ello no significa que a lo largo de su historia, Venezuela, siempre haya sido un país cuya economía se haya sustentado en los asuntos petroleros, en contrario es de precisión necesaria objetivar nuestra historia económica y su impacto en nuestra historia social y sus inter-relaciones paradigmáticas socio-económicas para poder alcanzar lo significativo del inconsciente colectivo al tiempo que, de deber es, incorporar lo significativo de lo social-militar en el transcurso del proceso independentista que tiene y se contiene en una realidad no solo no despreciable sino de una real impronta e importancia en la siquis colectiva histórica y heredada. Ello es no solo necesario sino de obligación real para poder comprender lo que se llama, comúnmente, la naturaleza del ser venezolano.

Caminemos por algunos ejemplos ajenos a nuestra naturaleza. Por ejemplo, cuando analizamos superficial y someramente las realidades históricas estadounidenses nos encontramos con variables históricas que han marcado profundamente a las sociedades que habitan aquel norteño territorio del continente americano; por ejemplo, la religiosidad estadounidense es de tal complejidad que se resumen para comprensión del vulgo, no solo del pueblo llano como también de las élites, en una muy sencilla frase: "God bless America" ("Dios bendiga América"). Pero cuando de geopolítica se trata el status quo estadounidense utiliza otra frase por demás extremadamente interesante como de muy peligrosa cuando los líderes fundamentales, voz en cuello, reclaman que "God save America" ("Dios salve América").

Es decir, en la primera frase se contiene una antropología teológica que se presta a la justificación de considerar tal como así lo creen y practican que los Estados Unidos de América son "el destino manifiesto de la voluntad del Creador-Dios", es decir, el Paraíso terrenal en ejemplo global. En ese marco el pueblo llano sin distingo étnico y de clases lanza el grito en ocasiones histérico de "Jesus is our savior" ("Jesús es nuestro salvador").

Pero permítanme ir un poco más allá cuando en análisis simple ese status quo en ejercicio del Poder en los Estados Unidos de América han logrado imponer, global y mundialmente, el concepto geopolítico adobado de una muy inteligente geo-estrategia de llamarse y hacerse llamar "América" en contraviniendo una objetiva realidad geográfica además de histórica en el marco de la geografía humana cuando, en simple análisis, en primer lugar, el continente americano está inmerso en profundas y antagónicas historias que se corresponden, en el norte de la frontera mexicana, con el precedente histórico de haber sido colonia británica mientras que al sur de dicha frontera mexicana fueron las testas coronadas de los Austria y, posteriormente, de los Borbones quienes impusieron sus santas voluntades colonialistas bajo las bendiciones de algún famoso y repetido tratado. Ustedes sigan desarrollando la idea.

Un segundo pero obligado ejemplo para poder alcanzar un cierto acercamiento a la sicología colectiva del venezolano, es la realidad de la colonización del Reino de León y Castilla sobre la región del Caribe para, posteriormente, pasar a "tierra firme continental americana" tanto en lo que hoy es el territorio histórico de Venezuela como en las regiones continentales de Centroamérica y México.

Aquella colonización, brutal, por demás, tuvo un factor de importancia fundamental en lo antropológico-teológico cuando consideró que los habitantes originarios del continente encontrado "no tenían alma". Ello no es una concepción simple al tiempo que profundamente diferente a la establecida en el norte del continente americano por los británicos independientemente de las decisiones aprobadas, posteriormente, por "lo eclesial-formal" vaticanista. Ambos paradigmas son de fundamental relación en las relaciones conceptuales y sicológicas que se han venido no solo desarrollando e imponiendo sino en las concepciones de clase ante ambas realidades imperial-imperialistas cuando nos referimos a las contradicciones en mesa entre aquellos que se adscriben al "eurocentrismo" en oposición conceptual del mundo y de la religión a lo que nos hemos denominados como "mayameros", es decir, pro-yanquis, pro-norteamericanos.

Analicemos, someramente, algunas "perlas", como diría José Vicente Rangel Vale, sobre lo inmediato anterior en propuesta. Por ejemplo, sí analizamos en profundidad la muy castiza frase mexicana de "Green-go", popularmente conocida como "Gringo", expresa en su real contenido una decisión social en contra de lo significativo de la presencia no deseada del "poder americano", para expresarlo en los términos significativos de "la alienación" al y hacia el imperio norteamericano-estadounidense.

Pero cabe la pregunta de ¿por qué los mexicanos se consideran más norteamericanos que latinoamericanos y caribeños? Vayamos más allá en nuestras consideraciones cuando, a la vez, nos atrevemos a analizar la realidad en adhesión real y objetiva de los países centroamericanos cuales "miran a México" no solo como tránsito sino como referencia geopolítica en vez de tratar de comprender lo caribeño-latinoamericano a pesar de los esfuerzos históricos que han desarrollado países como Venezuela y Cuba.

Ahora adentrémonos en la necesaria geopolítica estadounidense referida al contenido y significación de la "Doctrina Monroe" y su concepto vulgar de "patio trasero". Cabe la extraña pero objetiva inquietud: ¿nació la realidad estatal estadounidense como un estado imperial-imperialista? Evidentemente que cuando nos confrontamos tanto con la "Doctrina Monroe" como en aquella frase de un cierto legislador estadounidense cuando se refería a Cuba argumentando que "…Cuba es una parte de los Estados Unidos de América porque se había formado con los aluviones de los ríos Mississippi y Missouri…", nos obligamos a considerar la importancia del espíritu de la ley considerada. Quizás sería de obligación realizar un serio y profundo análisis de la Constitución estadounidense en su originalidad para tratar de obtener guía para poder comprender sí es posible demostrar que los Estados Unidos de América nació como una nación imperial-imperialista. Pero lo importante para nos, en este texto, es el significado geo-estratégico en lo geopolítico de la doctrina monroista en referencia más arriba.

Para poder comprender el porqué de dicha doctrina es evidente que debemos tratar de penetrar los paradigmas fundacionales de la nación norteamericano-estadounidense tal como, con profunda reflexión crítica, logró captar además de transmitir don Simón Bolívar y no solo en los contenidos de su correspondencia sino en la "Doctrina Bolivariana Anfictiónica". Es decir que frente a la geo-estrategia como base fundamental de la geopolítica estadounidense, un latinoamericano, don Simón Bolívar, "…tuvo la osadía de enfrentarse al incipiente imperio norteamericano-estadounidense…" aún cuando no estaba en curso, en el contexto internacional, como doctrina de estado, la "Doctrina Monroe".

Pero cuando nos adentramos a lo significativo del contenido de dicha doctrina de estado de aplicación internacional extraemos aquella frase de "…América para los americanos…", es decir, significa la aplicación de la doctrina geopolítica estadounidense en su expresión geo-estratégica en el Caribe (¿solamente?), frente tanto a la presencia de los imperios europeos presentes como invasores en toda la región del Caribe como en la posibilidad en búsqueda de sus expansiones territoriales en tierras americanas. Pero tratemos de adentrarnos en esa interesante frase de "…América para los americanos…".

Es evidente que no es un statement of purpose sino una declaración de principios imperiales frente a aquellas realidades político-gubernamental-imperial-europeas que, en la lógica de la expansión del sistema económico en el marco de su desarrollo lógico-natural-histórica, requería del principio en concepto de la "neo-colonia" desde aquella óptica imperial de Washington.

Aquella declaración de estado en doctrina significaba que no solo se circunscribiría al ámbito del Mar Caribe sino que proponía en su propio contenido que todo lo significativo en lo nacional-gubernamental-local se encontraba bajo "la potestad imperial norteamericano-estadounidense", es decir, era la declaración de objetivar la ocupación sicológica de lo significativo de toda la geografía americana como, posteriormente, lo demostraría en sus expansiones en Centroamérica y en la "Guerra hispano-norteamericana" con respecto a Cuba para aquellos momentos histórico-temporales.

Ante las realidades precedentes descritas se encontró la Patria post los tiempos de don Simón Bolívar e, incluso, consideremos, inclusivamente, desde sus tiempos en vida hasta las presentes fechas. Esa geopolítica y sus praxis geo-estratégicas como política de estado de los Estados Unidos de América no se circunscriben a los tiempos de la realidad petrolera venezolano sino que esa política imperial es un proyecto de estado pretérito donde el petróleo es parte, claro, fundamental, de un proyecto geopolítico imperial mucho más global y a-temporal que la matriz de opinión en actual curso. Pero vayamos más allá.

Para comprender la objetividad significativa de la geopolítica de la Revolución Bolivariana venezolana debemos significar la importancia de la situalidad geográfica de Venezuela en su contexto geográfico-físico conjuntamente con las propias realidades históricas y diferenciales en el marco comparativo histórico-temporal y las incidencias que las mismas, por históricas, han mantenido, permanentemente, en y sobre nuestra Patria como corresponsabilidad histórica en su contexto continental frente a actitudes imperiales e imperialistas en los diferentes momentos histórico-coloniales como post-coloniales y neo-coloniales pasados y en las actuales propuestas presentes de una oposición y oposición de clase en estos tiempos de "cumbres borrascosas".

Es, en ese contexto, que es de obligación la comprensión de lo significativo de lo geográfico-histórico y geopolítico de Venezuela. Por ejemplo, la importancia del río Orinoco no solo en su realidad atlántica como en sus proyecciones objetivas sobre los mares del Pacífico. Es decir, en el marco del proyecto norteamericano-estadounidense referido a la alianza obligada sobre países de todo el continente americano para el control obligante-imperialista sobre la Región de Asia-Pacífico para contrarrestar las presencias e importancias de China y Rusia sobre esos espacios geográficos, el control de Venezuela tanto como nación como en sus realidades correspondientes a la geografía-física son para Washington como al unísono para el Pentágono la base fundamental geo-estratégica en lo imperial-imperialista que significará no solo el necesario y obligante control del petróleo y gas como de todas las materias primas que son de fundamental importancia para la industria militar estadounidense enmarcándose, en ese contexto de lo real-significativo geo-estratégico de la expansión del poder norteamericano-estadounidense, la importante y fundamental participación estratégico-cooperativa por parte de empresas españolas en la expansión obligante y necesaria no solo en lo económico como, fundamental, en lo militar-naval del Canal de Panamá.

En este obligante escenario imperial-imperialista norteamericano-estadounidense en la totalidad de la geografía americana es la necesaria imposición como obligante del rescate del futuro proyecto donde están inmersos en cooperación y comandita el mantuanaje criollo conjuntamente con la realidad social de clases del cachaco-colombiano quienes en conjunción armoniosa de y con las universidades estadounidenses y empresas japonesas proyectan el importante desarrollo de la "vía fluvial-terrestre desde Puerto Ordaz hasta el puerto de Buenaventura sobre el Pacífico" con el objetivo del transporte de materias primas venezolanas hacia costas occidentales de los EEUU de América y Canadá como hacia las regiones geográficas de las naciones adscritas al poder norteamericano-estadounidense bajo las premisas de "socios y aliados" en función de cubrir las lógicas necesidades de guerra en el marco de la actual estrategia imperial-imperialista por la imperiosa necesidad de la supervivencia del sistema capitalista actual en crisis.

Es en ese contexto que Washington, El Vaticano, UNASUR, Madrid, Berlín, Londres, e, incluso, Tel-Aviv, entre otros, han decidido, necesaria y obligatoriamente, imponerle "sin excusas ni propuestas en contrario" a las derechas criollas el diálogo promovido desde antaño por el Presidente Nicolás Maduro Moros y punto.



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Miguel Ángel Del Pozo


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