Sí, nuestra gente está arrecha, con algún ministro, con la situación del país, con la economía, con la plata que no alcanza, en realidad la gente está arrecha porque no entiende que es lo que pasa, comenzó a entender lo de los precios del petróleo, pero no termina de descodificarse para el común denominador como es que el petróleo define nuestra economía interna, también se pregunta que sucede con las instancias que regulan y mantienen el orden en materia de costos para evitar la usura y la especulación.
Pero no somos los únicos, otro sector de la población también está arrecho, las cúpulas de la oposición se arrechan con Nicolás porque fue chófer, no se parece a ellos, y eso les hace presumir su incompetencia para la dirección del país, se arrechan por los privilegios otorgados por el estado que disfrutaron en la bonanza petrolera y hoy no tienen, pero el pueblo que no nos sigue está arrecho por otras razones parecidas a las nuestras, les molesta hacer cola, no conseguir algunos productos, que no les alcance el salario y el tema de la inseguridad, esto sin contar que para colmo se arrecharon con su propia "dirigencia", una oposición fragmentada, egoísta, y sin un líder a quien escuchar y que los escuche.
Esa arrechera los mueve a ellos y a nosotros, es nuestro punto de encuentro, cuando se nos convoca desde el chavismo salimos desde la arrechera a defender lo que nos quieren arrebatar, porque aun en los momentos de crisis, con fallas, con decisiones erradas y con algunos "dirigentes" corruptos, salimos a defender lo que soñamos y hoy vamos viendo nacer, por su parte, nuestros adversarios políticos también son convocados desde su arrechera y frustración de no tener rumbo, de no tener proyecto, líder, ni un plan alternativo para la resolución del conflicto en el que estamos hoy.
Pensándolo bien nos unen razones similares, muchos deseamos la normalización de la economía, el despegue del aparato productivo nacional, reducir las importaciones, terminar con la corrupción, la especulación y la delincuencia, muchos queremos que surjan formas alternas de relacionarnos internacionalmente y de continuar ofreciendo oportunidades para hacer crecer a la patria que nos vio nacer.
La pregunta es, ¿quién tiene la capacidad real de cualificar y recoger esas arrecheras?, ¿quién puede convertirlas en un acuerdo de trabajo conjunto desde las bases?, porque después de todo, comenzamos a darnos cuenta que el problema no es la vecina que critica y esta en desacuerdo con las políticas del estado, ella sigue siendo nuestra vecina, sigue viviendo en nuestro barrio, y sigue teniendo nuestros mismos problemas, ve las cosas de otra manera, pero eso no la hace diferente en sus razones de lucha, en otras palabras, no es el quien, sino de que forma nos relacionamos lo que puede unificarnos y crear acuerdos.
Cuando hacemos una fiesta baila todo el que escucha la música, quizás debemos invitar a quien escucha nuestra misma música de una forma diferente, y no solo subir el volumen para que lleguen solos a la fiesta, nos parecemos, eso no quiere decir que seamos iguales, pero sí que tenemos las mismas carencias, necesidades, problemas, angustias, y además estamos todos molestos por la misma situación, aunque no todos identificamos a los mismos responsables, la propuesta es vencer nuestra arrechera colectiva desde un propósito que nos oriente en la misma dirección.
La patria nos necesita hoy más que nunca batallando, para salir adelante de la prueba que le pone la historia una vez más a este bravo pueblo, intentemos caminar al mismo rumbo, aun con quienes tienen distintas ideas de como hacer las cosas, en la identificación de nuestros iguales podemos sumar herramientas para la lucha, solo sumando voluntades venceremos.