Sabemos lo que es el socialismo, inclusive el socialismo del siglo XXI, pero hablar del mismo como socialismo mágico, es verdaderamente tentador el tema, produce por un lado incógnitas, un misterio, la sensación de un sentimiento supersticioso, milagroso, pero a la vez produce la idea de una sociedad encantadora, placentera, a la que aspira cualquier persona, a la felicidad social. La idea del socialismo mágico despierta en sí incertidumbre, para la mente racional es una contradicción, si el socialismo es científico porque el sujeto que construye dicha sociedad, el trabajador, se hace consciente en dirigirla con la ciencia, entonces es contradicción que se hable de socialismo mágico, porque nada de lo que ocurre en una sociedad socialista es ajena a la voluntad humana, está sometida a las leyes sociales.
Sin embargo replantearnos la idea del socialismo mágico desde otro ángulo, de quienes lo adversa, se plantean el ocaso del socialismo mágico, si es que lo podemos llamar así, del socialismo chavista, de aquel que se soportó en la renta petrolera, el pueblo albergó esperanza con el Líder del 4 de febrero, y con el triunfo de Chávez, vio una alternativa de desarrollo para si, de colocar sus riquezas, en especial el petróleo para realizar sus anhelos, para su desarrollo, luego del golpe petrolero y el golpe político de abril, Hugo Chávez llama a pagar amor con amor, nace las Misiones Sociales para restañar las heridas que le ocasionaron al pueblo trabajador durante años del neoliberalismo, de los años 80 y 90.
Para tener una idea de la situación en esos años 80 y 90 del siglo XX, aproximándonos a los hechos, nos describe Ramón E, Azocar Añez, que se "llegaría a la década de los ochenta del siglo XX, con un Presidente Social-demócrata que dijo en 1979, que recibía un "país hipotecado", pero fue incapaz de solucionar esa realidad y alimentó y aumentó esa hipoteca, al punto que para 1983, tuvo de que devaluar la moneda (viernes negro) y con ello inaugurar el tiempo de las "vacas flacas" (1). El balance del desarrollismo y luego del neoliberalismo en esos años se puede sintetizar como el período de "las vacas gordas y vacas flacas". No hay que olvidar el peso de la deuda pública, incluida la privada, endosada a aquella que contrajo el gasto social, el gasto publico en las necesidades sociales.
Los tiempos de vacas gordas, de la expansión de los ingresos petroleros y los tiempos de las vacas flacas, de contracción de los ingresos petroleros, se alternaron, pueden visualizarse que "la nacionalización de la industria petrolera, 1974 y 1975, donde se decretó que la reserva al Estado de la industria petrolera y de la minería de hierro, hasta entonces explotadas por capital extranjero, sería explotada por el Estado, no dio sus frutos esperados. Dio dinero, pero la distribución de ese dinero no llegó a mejorar las condiciones de vida de los venezolanos. Ni las expropiaciones de los activos reales de las compañías concesionarias en el país, lograron mejorar las condiciones laborales del sector petrolero que, gracias al imperio de las leyes que le dio operatividad ilimitada, terminó por ser un Estado dentro de otro Estado, sin posibilidades de utilizar los excedentes en políticas sociales fundamentales" (2).
Llegamos pues al cierre del siglo XX e inicios del XXI con una situación calamitosa, con pobreza social, con graves problemas de salud pública, con ausentismo escolar grave, con problemas de estudiantes sin cupos universitarios, a nivel económico, "El anterior modelo económico heredado, producto de prácticas viciadas como la especulación y devaluación monetaria, conllevó a la escasez, desabastecimiento, inflación galopante, dependencia económica exterior excesiva y pérdida de poder adquisitivo en la población" (3). Por el contrario, con el chavismo, al arribar Chávez al poder, surgió una esperanza, algo mágico.
"El nuevo modelo económico presentado por Hugo Chávez, rompió con las políticas neoliberales, e inició un proceso de reconquista del sector productivo nacional (puede decirse que se invirtió buena parte del excedente petrolero), y el fortalecimiento del Estado haciéndolo más interventor del sector económico y propiciando una economía de producción social, donde la distribución equitativa de los recursos económicos (traducidos en bienes y servicios), se ha vuelto una política de Estado que sustituye el interés de lo económico-financiero, por una política social activa", (4) las Misiones Sociales creada a tales fines, sirvieron para darle respuesta en lo inmediato "a mejorar las condiciones de vida de los venezolanos".
El pueblo venezolano sintió que su vida cambiaba, tenía acceso a los alimentos en los Pdvales y Mercales, acceso a la educación en los Simoncitos, en la bolivariana, la Misión Sucre, a la Misión Rivas, podía leer, acceso a tener lentes, podía sonreír, acceso a prótesis dentales, a tener un techo, rehabilitarse, leer, escribir, dejar el analfabetismo, participar en la vida pública, en los problemas sociales, en la democracia, el pueblo comienza a pensar en sus derechos, en lo social, en lo económico, en lo político, que el petróleo es nuestro, que gracias a él, somos felices, que la renta se distribuye mejor que ayer, que algo mágico pasa en sus vidas, un líder que aprendió a responderle gobernando sirviéndoles.
Pero se apaga el Líder, muere Hugo Chávez Frías, su modelo continua, el de la redistribución de la renta petrolera, "el fortalecimiento del Estado haciéndolo más interventor del sector económico y social, una política de Estado que sustituye el interés de lo económico-financiero, por una política social activa", siguen las Misiones, etc., pero algo ocurre, comienza a decaer los indicadores sociales, el ingreso, la pobreza se revierte, comienza a crecer, abandonan las escuelas muchos jóvenes, se produce el fenómeno de la emigración de la juventud al exterior, pasa algo, se desmorona el encanto del socialismo, lo mágico, el rentísmo se viene abajo, la ilusión de una armonía se desmorona, ¿Qué pasa?.
Para Azocar el ocaso del socialismo se relaciona a tres razones: "Las fallas de los últimos diecisiete años, ha estado en tres situaciones puntuales: el gran costo que enfrentó el Gobierno de turno para reconquistar los espacios productivos privatizados por la "Agenda Venezuela"; la confrontación política entre oposición y grupo político ostentador del Poder, que causó grandes daños a la economía nacional; y la baja de los precios del petróleo (de $ 100 a $ 24, en el último registro). Estas tres realidades hoy por hoy han bloqueado la articulación de una economía social productiva (5).
En relación al primero ha tenido que ver con el costo político asociado a las expropiaciones, en especial de empresas y tierras, de industrias, como lo dice Azocar, de "espacios productivos", esenciales, estratégicos, claves para el desarrollo nacional, y que fueron privatizados con el neoliberalismo para demostrar un modelo más eficiente, productivo y generador de riqueza, pero nada de eso sucedió, el interés económico-financiero se impuso sobre una política social, la riqueza se concentró en pocas manos, el país sufrió los rigores de una política bastarda, foránea que tomo en cuenta las necesidades sociales de una nación.
La segunda falla, el conflicto político entre oposición y gobierno ha devenido en una guerra económica, que ha obligado a reproducir los vicios del anterior modelo económico, el periodo de las vacas flacas, el "producto de prácticas viciadas como la especulación y devaluación monetaria, conllevó a la escasez, desabastecimiento, inflación galopante, ….y pérdida de poder adquisitivo en la población", con la excepción de que el país no se ha hecho dependiente de los organismos expoliadores de la Banca mundial y el Fondo Monetario Internacional, ha encontrado aliados, China, Rusia, Irán, Cuba, Vietnam entre otros, es decir ha encontrado fortalezas.
Ahora estamos en ese período, el de las vacas flacas, padeciendo los rigores de la primera conmoción petrolera que vive el socialismo chavista, el socialismo bolivariano, calificados por muchos como fracaso, olvidándose de como el chavismo recuperó a la sociedad de la desesperanza social a un pueblo, que lo encantó con sus políticas sociales activas, que lo incorporó a la vida pública, a despecho del populismo, lo invitó a empoderarse de la economía social pese a los esfuerzos y vanos intentos infructuosos, pese a que se le acusara de reformista, Migue S, señala que "El gobierno burgués, autocalificado como bolivariano y con un discurso que se hace llamar socialista, ha sido destruido por la crisis capitalista, ya no hay manera de ocultar con el dinero, el alcance real de las políticas reformistas, estas han sido desnudadas por la realidad económica. Las tímidas reformas solo funcionan si hay dinero….." (6).
La renta sirvió como avivar la esperanza de un pueblo, rehabilitarlo, antes moría de mengua, resucitó como Lázaro, se levantó, se recuperó en esos años del periodo 2000-2012, en esos años mágicos, Chávez le dio esperanza política a un pueblo, puso el petróleo a su disposición, sembró la esperanza del petróleo, en la salud, en la educación, en la vivienda, en el trabajo, en la sociedad, en todos los espacios se abrió camino el socialismo, millones de personas abrazaban el socialismo, sentía y palpaban el bienestar, hasta que comenzó la caída de los ingresos petroleros, las divisas, se mostró la fragilidad del modelo, las tareas que no se habían logrado, la economía socialista.
Enrique Contreras Ramírez señala que "Esta contradicción de la Revolución Bolivariana, es decir, su inicial carácter capitalista por un lado, y su potencial desarrollo socialista por el otro, vive hoy su más aguda tensión, producto de la recuperación político-electoral de los grupos de oposición al gobierno nacional y, subsiguientemente, en virtud de la concreción en Venezuela del conflicto inter-imperialista que se escenifica actualmente en el ámbito mundial por el control hegemónico de los recursos naturales existentes en el planeta. En este sentido, el desenlace de esta contradicción puede significar la derrota definitiva de la Revolución Bolivariana…." (7). Claro la contradicción está viva, la contradicción entre el trabajo y el capital, entre el socialismo y el capitalismo.
Culpable de la situación del rompimiento del encanto del socialismo mágico, nos dice Contreras es "Chávez no deja de tener la mayor responsabilidad, a pesar que a través de los medios tratan ahora de santificarlo e incluso reemplazarlo por la figura gloriosa de nuestro Libertador, para seguirlo utilizando como icono del socialismo y de esta manera también lavarle las culpas que el tiempo histórico jamás le perdonara" (8). Pues bien Chávez no dejó una herencia política, una Constitución, un Legado, el Plan de la Patria, y un pueblo ilusionado en el socialismo, nos dejó una patria independiente, soberana, y libre, ahora nos corresponde a nosotros seguir en esa transición, buscando esa utopía real, de esperanza de imaginar un sociedad alternativa al capitalismo, a su políticas despiadada y cruel que exhibe con la guerra económica, donde no le importa el estrago social, los sacrificios y muertes solo para derrocar el socialismo bolivariano.
Ahora el rompimiento de ese encanto de la cual el pueblo venezolano probó sus mieles se lo achacan a Maduro, ocultando o subestimando el culpable, "La crisis capitalista, la recesión económica generalizada, la caída de los precios de materias primas como petróleo, la caída abrupta de las divisas en más del 70%, ….el gobierno chavista a base de dinero de las exportaciones petroleras….(9). En todo caso; se habla del "fin del ciclo reformista, con nuevos gobiernos en Brasil, Argentina, Paraguay, la política de ajuste en Venezuela a manos de Maduro, los ajustes en chile etc. configuran la oleada burguesa contra las conquistas obreras, pero no les ha salido el ajuste en paz pues en argentina las movilizaciones obreras crecen, en chile los estudiantes se movilizan contra la ley de educación nueva, en Brasil crece el descontento, lo que nos dice que las condiciones para el desarrollo de corrientes revolucionarias marxistas en el seno de la clase trabajadora se fortalecen" (10).
En Venezuela hay ajustes y ajustes, la burguesía con su guerra económica ha hecho ajustes, a los precios, al dólar, pero no así a la tasa de interés, a los salarios excepto por que el gobierno la ha obligado, incluso a sostener algunos rubros regulados, ha mantenido los precios de muchos servicios, bienes, al alcance de los consumidores, en todo caso, el gobierno de Maduro aun cuando no ha derrotado a la guerra económica de clase, del imperialismo, en varios frentes, externo e interno, resiste, no permite que derroten la revolución bolivariana, el legado de Chávez, se arma de valor, de sentimiento patrio, de chavismo, no como icono santificado, sino como emblema de lucha, sin desconocer sus errores pero tampoco desestimando sus logros, menos juzgándolo como responsable absoluto de las culpas de la historia que todos vivimos. Conclusión ha muerto el socialismo mágico del rentísmo petrolero, pero la esperanza del socialismo, el chavismo sigue brillando, sigue resistiendo, sigue luchando por una sociedad de la esperanza bolivariana del trabajo y el saber y de la mayor suma de felicidad social, recuperando a la población para las grandes batallas contra el capitalismo y el imperialismo.
Fuente consultada:
1.-Azocar Añez, Ramón E. "La economía miserable a la economía social en Venezuela", Aporrea, 14/01/2016
2.-Idem.
3.-Idem.
4.-idem.
5.-Idem.
6.- S., Miguel-El Topo Obrero, "Se agotó el reformismo el gobierno se aleja de las masas y profundiza el bonapartismo reaccionario" Aporrea, 23/11/2016
7.- Contreras R. Enrique, "Vendieron el país a nombre del socialismo", Aporrea, 22/10/2016
8.-Idem.
9.- S., Miguel-El Topo Obrero, Ob. Cit.
10.-idem.
