- A mayor capital burgués[1], si este se acoge a los crecientes precios de mercado = se acoge a su "mano invisible", por cierto muy poco entendida tanto por legos como por "profesionales", entonces mayor sería su ganancia absoluta inmediata aunque a largo plazo decaiga su correspondiente tasa, tanto de ganancia como la tasa cambiaria, un decaimiento que Marx pronostica como la muerte eutanásica del régimen capitalista, aun sin que haya derramamientos de sangre obrera ni "revueltas" protestarias.
Es que toda inflación, y más aún la inducida, en el sistema capitalista no pinta otra cosa. Desde luego, para mirar el final de la presente crisis económica que actualmente desangra a la población obrera, a los jubilados remunerados por el Estado y principalmente a los trabajadores de la empresa privada, a sus víctimas a mediano plazo, debemos hacerlo con ojos marxistas ya que de otra forma sería pedirle peras al olmo.
Por ejemplo, el comerciante que apenas a primeras horas del día se entera, oye o lee[2] que "dolartoday" señala una paridad determinada, digamos la de X.000Bs.F/$, y los clava o fija como referencia para su inventario, entonces esos X miles de bolívares que en billetes del Banco Central de Venezuela tiene en su cuenta bancaria o en su caja chica pasan a valer 1$, y si mañana la paridad marcada por "dolartoday" amanece a Bs.F 2X.000, entonces, realizado el remarcaje, ese mismo dólar quedará automáticamente devaluado a ½ $ que sólo podrá adquirir a la nueva paridad que ese mismo comerciante día a día vive suicidándose económicamente. A este haraquiri damos en llamarlo el bumerang de la inflación inducida.
Por supuesto, los pobres que haya producido este inescrupuloso (a) e "ingenuo (a)" comerciante no pasarán de ser pobres, pero él comerciante sumado a esa perversa praxis alargará la fila de los depauperados. Para entonces, la alta burguesía se habría salido con la suya y el empobrecido comerciante seguirá soñando con hacerse rico y desquitarse contra este "pésimo gobierno", cosas o contradicciones parecidas entre sí.
Para colmo, como último recurso, no nos extrañe que pasado este temporal, ese mismo comerciante acuda al complacientísimo BCV a pedir dólares regulados con esos mismos bolívares que ya para entonces bien autoevaluados él posee.
30/11/2016 7:15:36 a.m.
[1] Calificamos el capital, en este caso, de burgués, en aras de evitar la confusión que inyectan legos y todos los "profesionales" apologistas de la burguesía, cuando identifican los medios de producción con el sistema de vida que hizo de tales medios objeto de propiedad privada procesados con mano de obra asalariada, es decir, con una mano de obra hecha mercancía-su fuerza de trabajo, con lo cual el trabajador sólo cuenta como persona útil y creadora de riqueza mientras se halla dentro de la fábrica. La denominación de mano de obra significa, pues, trabajador en funciones productivas, cuando crea algún valor cotizable en los mercados.
[2] En nuestra potente Venezuela, desde hace años para acá y con mayor furor desde hace semanas, el comerciante mayor, el mediano y hasta el más pendejo de ellos mantienen como hábito ya incrustado en sus mentes levantarse para el remarcaje correspondiente y hasta de manera abiertamente descarada y violatoria de toda norma constitucional o de los muchos decretos del gobierno central, de ministerios y de las instituciones involucradas en la estabilidad económica del país. Contribuye a esta mala praxis la baja eficacia y oportunidad con que el propio gobierno y sus colaboradores atacan este grave problema; sus razones tendrá para no aplicar medidas preventivas en lugar de las terapéuticas cuando ya muchos de los males sufridos se hallen desatados.