Suena como una cantinflada el decir, ¡tu futuro es incierto!, obvio, ¡todo futuro es incierto!, y no puede ser de otra manera, por ejemplo, quien es adivino para saber, a ciencia cierta, cómo se comportarán los trabajadores de una empresa con una nueva propuesta de la gerencia, ¡nadie!, o, qué sucederá con la familia venezolana en tiempos de crisis, ¡nadie! Muchos optimistas pensaban que en Diciembre iban a conseguirse los ingredientes necesarios y suficientes para poder disfrutar de las multisápidas hallacas (como lo llamaría el insepulto Rómulo Betancourt), no fue así. En fin, para los creyentes sólo Dios lo sabría, y en honor a la verdad, no tengo las pretensiones ni de futurólogo y mucho menos de Dios, pero, bastaría con hacer un concienzudo análisis del comportamiento, no sólo de la economía, sino de las pretensiones de la dirigencia política para entender que no tengo razones para ser optimista. Veamos, arrancando el año el Presidente Maduro inicia el debate con la presentación de su Memoria y Cuenta, lo hace desde el TSJ porque la Asamblea Nacional ha sido extinguida o auto-extinguida, ya sencillamente no tiene ningún valor legal. Pese a haber sido 2016 el año más difícil para la gobernanza, 2017 está cargado de optimismo para el gobierno, expresado en, palabras, gestos, ademanes, risas, charadas y pare usted de contar de la dirigencia gubernamental.
Noté con profunda preocupación que allí no se tocó el tema de la inflación (a menos que sea la inducida) que junto con la inseguridad es lo más terrible que vivimos los mortales que aquí habitamos, no hubo cifras sobre los indicadores económicos, bastó con decir que 2017 sería un año exitoso. Confieso que me gustaría compartir ese optimismo, pero, mi capacidad intelectual no me da para entender cómo se volteará la pirámide para llenar los anaqueles a precios racionales, pues cada vez que aparece un producto es a precios de locura, por ejemplo, la Margarina Mavesa (la del Sr. Mendoza), hasta hace poco costaba 250 Bs, (puff, que bajo), luego la vendían (después de kilométricas colas) a 1.500 Bs. Ahora aparece (con colas y sol) a 3.667 Bs., un paso gigante para el bolsillo, asumo que el gobierno le pagará al Sr. Mendoza, a costillas nuestras claro, los momentos desagradables que le hizo pasar. El Kg., de jamón a 15.200 Bs. El Kg. de café a 11.000 Bs. El aceite a 8.000 Bs/litro, a pesar de que según los trabajadores de Aceite Diana sus almacenes están full. Lo gobernadora de Monagas Yelitza Santaella, con una gran sonrisa llegó a un acuerdo con productores para que el Kg. de carne en su estado lo vendieran a 6.500Bs. Así están todos los precios de los alimentos, entonces, ¿cómo voltear esa gigantesca pirámide? Y hay más, lo de las medicinas es terrible, pues, al menos con malabarismos "comemos", pero los medicamentos, sencillamente NO se consiguen, y las que aparecen es con precios super-mega-recontra altos. Preguntamos en una farmacia: Sr, ¿protector gástrico?, ¡NO HAY! Sr. ¿tiene algo para el ursuelo?, ¡NO HAY! Sr. un ¿anti-alérgico? ¡NO HAY! Sr. ¿algo para la tensión? ¡NO HAY! Vaya usted a un CDI y pregúntese por qué no hay ¡OXÍGENO! Desde los medicamentos más sencillos, hasta aquellos que se toman de por vida, la respuesta es sencilla ¡NO HAY! Sobre esta tragedia el Presidente nos propone un sencillo ¡cambio de nombre! Cómo, pero, cómo poder apreciar que si hay luz al final del túnel, cuando sólo esperamos a que suban los precios del petróleo, o a que El Dorado, que tanto buscaron los españoles, comience a "producir" dólares, o a cambiar el sistema productivo de uno "capitalista" a uno "socialista", o quizá a esperar los aumentos de salarios para poder obtener más dinero que luego los empresarios se chuparán sin compasión alguna y el gobierno lo permite sin misericordia por ese pueblo que mira los productos y piensa como el poeta "el niño pobre ante al juguete caro". Desgraciadamente debo decir que 2017 será peor que 2016, ojalá y me equivoque, no son mis deseos, pero, siempre la realidad es más fuerte que los deseos, o que amor.
