El Juan Bimba del siglo XXI ya no vive la pesadilla del siglo XX, no es el mismo, aspira su dignidad

Juan Bimba quiere responder, se ha vuelto respondón, despertó en el siglo XXI, ante una crisis como la que hay en Venezuela, ¿porque el pesimismo ha de abundar?, eso solo existen en aquellos que piensan que las cosas no han de mejorar, o que las cosas han de cambiar para peor, mientras las personas positivas, optimistas pensamos que toda crisis tiene solución, que la coyuntura petrolera pasará como siempre, y que solo la participación en democracia nos da garantías de que podemos salir adelante, no podemos pensar que todo está perdido, que "la supuesta ruina material y espiritual", invocada por "pavorosos" que no son capaces de asumir la corresponsabilidad de la crisis y prefieren criticar sin hacer nada, sin resolver nada y por tanto se justifica en ellos el espíritu criticón desde la distancia, libre del compromiso de hacer para cambiar.

El pueblo venezolano educado en "el rentísmo petrolero" no desde hace 17 años, sino desde hace más de cuarenta años de la explotación petrolera se ha acostumbrado a recibir subsidios, apoyo material, para compensar los ingresos económicos, mediante los distintos programas sociales del gobierno de Nicolás Maduro, antes Chávez, en todo caso, los venezolanos y residente en el país son beneficiarios sin distinción social alguna como derecho humano no a recibir "limosna" como tal, no señor, sino a recibir lo que pertenece como pueblo soberano, y eso no significa "abandonar sus principios", sino a ser tratado con dignidad como el verdadero dueño del país al que le pertenece su riqueza natural.

De manera pues; se comprueba que el pueblo acostumbrado a la ayuda paternal del Estado, acude masivamente, y no le importa "hacer colas, pasar malos ratos", lo que le interesa es el apoyo oficial, puesto que la ayuda privada es nula, ni siquiera reconociendo los salarios, la burguesía es incapaz de pagar lo justo al trabajador o trabajadoras, tan solo cancela salarios de hambre, representando ellos la encarnación de la sobrevivencia. Para esto es el Carnet de la Patria, para trabajar conjuntamente con los Claps no para justificar "el acceso a una bolsa de comida miserable" sino para dignificar y sostener la familia de los ciudadanos mediante programas Sociales frente a la amenaza de boicot de la burguesía y el imperialismo.

La escasez de bienes obliga a recuperar el terreno del chavismo, superar la situación de estancamiento creada por el imperio, la burguesía y los errores del gobierno, abrir nuevos caminos de "libertad, democracia y dignidad colectiva" recuperando el país con trabajo. Quienes creen en "un nuevo gobierno", de derecha que sustituya al actual cometen errores de cálculo político, si creen que el pueblo va a cambiar de opinión solo porque una "crisis pasajera" no le garantice los rubros básicos de alimentación y salud por la coyuntura petrolera, no es posible transformar la opinión positiva de los venezolanos de "manera súbita", menos con acciones políticas, guarimberas y saboteadoras, crueldades a la que está acostumbrada la burguesía negándole las garantías al pueblo.

Las "políticas estructurales" de acabar con las misiones sociales que sugiere la burguesía de este país es mediante la empresa privada, el trabajo explotador, crueldades y degradación humanas, que en nada alivian la situación, reproducen las miserias humanas, esa política que se destaca como transferencia mixta, del Estado y el capitalismo, otra cosa más es "inyectarle" la ideología burguesa, --costumbres y maneras del ciudadano burgués—alienante.. Esta tarea que se propone la derecha venezolana de continuar con "la civilización" capitalista occidental, de crear "buenos ciudadanos domesticados" por el capital, no es nada de amor, menos de civilización, es sencillamente continuar con la barbarie del capitalismo, la desigualdad social, por tanto no es ninguna transformación o cambio.

Ese amor social que de manera hipócrita que se propone la burguesía a los fines de reconstruir el país, garantizando alimentación y medicinas mediante una política internacional para "sacar al país del foso" es mediante "la ayuda internacional", es decir mediante organismos que promueve los Estados Unidos y sus aliados, al cambio de la soberanía, la subordinación de la independencia, quien creerá que estos órganos tengan "abundancia de recursos para dar a manos llenas", no señor todo tiene su precios para estas organizaciones, nada dan a cambio, ninguna ayuda es gratuita, nada es gratuito en esta vida para ellos, es difícil creer que lo hagan por generosos, "la confianza", palabra clave de ellos para la inversión en este tipo de cosas es para acabar con la revolución bolivariana.

Así pues; la burguesía se enmascara una vez más, sus títeres proponen reconstruir el país, sacarlos del foso de la crisis, a cambio de ayuda social, las reservas de petróleo, minerales y toda riqueza del país, a cambio de confianza, cambiar la opinión de los venezolanos a cambio de migajas, no se dan cuenta que el venezolano cambio, no es el mismo Juan Bimba de inicio del siglo XX, que sus promesas de amor, son hipocresías, que sus propuestas de ayudas internacional son populistas, estafadores de oficio, cuyos inversionistas privados están al acecho para acabar con la independencia del Estado y su soberanía.

El Juan Bimba de hoy, el Juan Bimba del siglo XXI ya no cree en el capitalismo, ahora se abre al socialismo, desea un Estado para ganar-ganar, no como en el pasado, ganaba para perder, desea relaciones de cooperación y no de competencia con el resto del mundo, alineamiento con todos los países en especial los no alineados, se niega a seguir los dictados de los organismos financieros internacionales, la dictadura del capital, sigue políticas de ayuda mutua con los países, en especial canjeando petróleo subsidiados por bienes en especie, necesarios al país sobre todo en estas hora aciagas donde la burguesía se niega a producir alimentos, fármacos entre otros.

El país no necesita a esos cerebros sesudos, títeres del capital, forjadores de un modelo privado, de espalda a la República, ruinosos y saqueadores de la industria petrolera como lo fueron en el pasado mediante "las concesiones petroleras" así como mediante "la apertura y los contratos de servicios" del negocio petrolero, de corporaciones que lejos de asociarse, son expoliadores de la riqueza nacional, cuya experiencia y capacidad financiera son más lesiva que los beneficios que nos prometen, quienes así piensan, pretende "descastrar", lo que es lo mismo, despolitizar al país, desarmarlo, exponerlo a las garras del capital transnacional.

Por otra parte; entre otras medidas estructurales que los epígonos de la burguesía proponen, siguiendo con su "libreto neoliberal", eliminar los controles de precios, dolarizar la economía, incentivos al capital privado en la agricultura, ¿quién puede imaginarse, que siendo un país donde los recursos no le abunden proponga en su sano juicio brindarles, "incentivos económicos" al que más tiene, a los empresarios internacionales?, como si estos no le fuese suficiente los recursos que dispone, además no confisque a los que más tienen con sus riquezas mal habida, con aquellos que cometieron fraudes a la nación en la recepción de dólares preferenciales y los migraron al exterior, quiere decir que estos fascistas pretende devolver las propiedades públicas a sus dueños colonialistas, quienes usurparon por siglo la soberanía venezolana.

Por todo lo anterior; la saña de la burguesía y sus representantes es la desmontar la revolución bolivariana, en especial a las fuerzas armadas, a las que acusa de "corrompidas y prostituidas" por la revolución chavistas, por las nuevas costumbres e idiosincrasia, por la ideología antimperialista bolivariana, por la ideología anti oligárquica zamorana, y sobre todo, por la ideología socialista del maestro Simón Rodríguez, en esto Juan Bimba está claro, despertó para más nunca volver al pasado, desea depurar al Estado, de esos burócratas que aun hacen daño al pueblo venezolano, el rumbo está claro para Juan Bimba, el socialismo chavista, el socialismo del siglo XXI puesto que no será víctima como en el pasado de los cantos de la burguesía, de su filantropía burguesa e hipócrita, de sus dádivas, de sus limosna a cambio de migajas, de su demagogia, de su locura fascista de gobierno, de su ineptitud política, de su incapacidad de forjar un modelo de desarrollo social y sobre todo de su cursilería burguesa.

Fuente consultada:

 

Blog de Coronel, "ALGUNAS SUGERENCIAS PARA EL GOBIERNO DEMOCRÁTICO VENEZOLANO QUE VENDRÁ" 02 de febero del año 2017

 



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Alexander Kórdan Acosta R.

Economista. Magíster en Gerencia de Servicios Administrativos. Doctor en Ciencias Estratégicas para el Desarrollo. Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Instructor de Cooperativismo Comunitario.

 kordankovki@gmail.com

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