I
Decíamos en la entrega anterior que "las condiciones que prevalecieron en la obtención de las concesiones petroleras entre 1910 y 1943, y luego en 1956 y 1957, fueron mediante el engaño y la mentira. Expliquemos por qué. Las petroleras, luego de negociar con los testaferros de Gómez miles de hectáreas en todo el territorio nacional, consiguieron la exoneración de los aranceles de aduana para la importación de herramientas, plantas y equipos para la industria petrolera, además de otros productos que ingresaban al territorio venezolano subrepticiamente. También mediante el engaño y la mentira lograron términos obligaciones fiscales por demás vulgares, dados los irrisorios pagos que debían hacer al fisco nacional.
El más afamado historiador de la economía de la postguerra, el francés Paul Bairoch (1930-1999), afirma que el más ferviente seguidor de Inglaterra, Estados Unidos, lo denominó en un momento dado como "el país natal y bastión del proteccionismo moderno", hecho éste que rara vez se reconoce en la literatura moderna, especialmente en la que proviene de Estados Unidos. Estados Unidos, a todo lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, se presentó siempre como el país líder del libre comercio, de la libertad de empresa. Un historiador económico muy informado, como Clive Trebilcock, autoridad reconocida en el tema de la Revolución Industrial europea, sostuvo, al comentar la introducción de aranceles en 1879 en Alemania, que éstos se propagaban por todo el mundo, incluso en "(…) la América del Libre Comercio", apreciación falsa, de toda falsedad, como lo han demostrado los hechos históricos (Chang: 47). Entre 1820 y 1945, EE.UU fue el país más "proteccionista" del mundo (entre 35-50% de tarifas arancelarias), a excepción solo de España (63% en 1931) Chang: 34)
II
Desde que se iniciaron los estudios formales de economía en Venezuela (1938), los economistas y los gobiernos hemos vivido bajo el engaño del supuesto "libre comercio, libertad de empresa, libertad de mercado, libre cambio del signo monetario". Se ha manejado la economía venezolana y de toda América Latina con los ojos vendados. Los "prohombres" de la economía de estos países forjados en Harvard, Yale, Nueva York, Boston, Chicago, Los Ángeles, Londres, la Complutense, La Sorbona, han actuado erróneamente, y lo han hecho con premeditación, con alevosía. Los ensayos adelantados en Venezuela bajo la égida del FMI, el BM y el BID, han devenido en el más rotundo de los fracasos. Basta con pasearse por las estadísticas del BCV de las décadas de 1970, 1980 y 1990, observar los indicadores macro y microeconómicos, los saldos de la balanza de pagos, el comportamiento del PIB, del PIB per cápita, las tasas de desempleo, de la pobreza y la miseria y productividad industrial, de los logros "malogrados" de la manufactura de la CVG, de las matrículas de estudio en sus respectivas ramas y sus deserciones, los indicadores de salud y muy específicamente de la morbilidad.
Esos indicadores constituyen muestra fehaciente de que la economía ortodoxa, esa del libre cambio, del rechazo al proteccionismo, no es la vía. Sí lo es poner orden, control, corrección, rectificación en la conducción de la Economía Política del Estado venezolano. Así lo demuestra en sus investigaciones, plasmadas en su libro "Pateando la escalera", Ha-Joon Chang. Algunos países adoptaron prácticas ajenas por completo a las recomendadas por el FMI y el BM, y les fue mejor, a todos. Así, por ejemplo, "los gobiernos del Este Asiático (…) integraron y aplicaron de manera más firme políticas vinculadas a la formación de capital humano y a la capacitación por medio de la planificación del personal.
III
Las licencias tecnológicas y las inversiones extranjeras directas fueron reguladas en un intento por maximizar en forma más sistemática la expansión del saber tecnológico" (Chang: 89). Nos referimos a Japón, Corea del Sur, Vietnam, Singapur, Hong Kong, Taiwán. A partir de la década de 1960, comienzan a desarrollarse otros países del sudeste asiático, los llamados "tigres de segunda generación" o "pequeños dragones’, que Iniciaron más tardíamente su camino a la industrialización pero tomaron a los nuevos países industrializados como modelo. Ellos son Malasia, Indonesia, Tailandia y Filipinas. Todos forman parte, junto con Singapur y Vietnam, de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). Gran parte de los productos electrónicos japoneses son montados en alguno de estos países. En todos ellos se manufacturan tecnologías de punta. Y, "si en un comienzo fueron los productos textiles, plásticos y juguetes los que más se exportaban, ahora son los correspondientes a la industria electrónica y las tecnologías de la información" (Chang: 89).
"La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN por sus siglas en inglés: Association of Southeast Asian Nations) es una organización regional de estados del sudeste asiático creada el 8 de agosto de 1967; está compuesta por 10 países miembros: Malasia, Indonesia, Brunéi, Vietnam, Camboya, Laos, Birmania, Singapur Tailandia y Filipinas; Papúa, Nueva Guinea y Timor Oriental son Estados observadores. La habitan un total de 600 millones de personas y el PIB conjunto es de 5,7 billones de dólares"( http://actualidad.rt.com/economia/169816-sudeste-asiatico-zona-bancos-libre).
Esos ejemplos no nos dicen otra cosa que debemos tomar nuestro propio camino. Experiencias ajenas son muy útiles, no para copiarlas sino, para, estudiándolas a fondo, tomar lo mejor de ellas y adecuarlas a nuestras circunstancias, a nuestras singularidades.
IV
Con la actual crisis de Corea, y la prolongada crisis de Japón y el resto de los países de la OCDE, se ha vuelto popular el argumento de que ha sido demostrado que las Políticas Industriales, Comerciales y Tecnológicas (PICT) activas han sido un error, por lo que cabe hacer algunas consideraciones. En primer lugar, creamos o no que los problemas recientes de Corea y Japón se deben a la aplicación de unas PICT activas, no podemos negar que ellas fueron la base de su "milagro". En segundo lugar, hay que señalar que Taiwán, que aplicó unas PICT activas, experimentó ninguna crisis financiera ni macroeconómica. En tercer lugar, todos los observadores informados de Japón, cualesquiera sean sus opiniones, concuerdan en que su recesión actual no puede atribuirse a la política industrial del gobierno, sino que está más bien relacionada con factores tales como los ahorros estructurales del superávit, una liberalización financiera emprendida a destiempo (que creó una burbuja económica) y una mala gestión macroeconómica.
En cuarto lugar, en el caso de Corea la política industrial había sido prácticamente desmantelada a mediados de la década de 1990, tiempo en que comenzó la acumulación de la deuda que condujo a la crisis reciente de fines de los ‘90, por lo que no puede ser culpada por ello. De hecho, podría argumentarse que la extinción de la política industrial contribuyó a la caída económica al facilitar las "inversiones duplicadas"
Corea del Sur y Malasia entraron oficialmente en recesión en agosto 1998 tras registrar dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo de sus economías. La de Corea del Sur cayó un 6,6% durante el segundo trimestre del año, mientras que la de Malasia lo hizo en un 6,8%. Ambos países se unían a la recesión que ya afectaba a Indonesia, Tailandia, Japón y Hong Kong y de la que sólo se desmarcaron, por el momento, China y Taiwán.
[1] Miembro de N° de la Academia de Ccias. Económicas del estado Zulia.
César E. Prieto Oberto
Economista