2. Sobre el comunismo. "Es muy importante el modelo que ha venido perfilándose y definiéndose desde la propia constitución, estos son temas claves porque hay mucha campaña sucia que si nosotros tenemos un modelo comunista, que no queremos a la empresa privada. Que cada quien se mire al espejo (…) Más del 90 por ciento decías tú Pérez Abad, del aparato económico del país está en manos de empresa privada ¿y cómo se han desarrollado esas empresas privadas? Con el crédito de un sistema bancario sano y fuerte que tenemos en Venezuela"
11. Sobre la empresa privada. "Yo creo que si esta Expo-Venezuela Potencia que estamos inaugurando hoy permite barrer definitivamente el mito, voy a redundar, el falso mito de que la Revolución Bolivariana no quiere a la empresa privada, nosotros estaríamos obteniendo un gran logro histórico, la Revolución Bolivariana respeta, convoca y quiere a la empresa privada, y los convoca al trabajo, Venezuela entera los convoca al trabajo" UN, 25 marzo, 2017 3:11 pm "Claves | 18 frases que se perdió del discurso económico del Presidente"
¿Qué y quién es la empresa privada? La empresa privada es un negocio y le pertenece a un negociante. Su meta es la ganancia. Hoy día, la empresa privada con mucha facilidad se transforma en especulación. Veamos el caso de la Electricidad de Caracas. Un negocio familiar fundado por un ingeniero el cual creó y fundó la primera plante eléctrica de Caracas, la cual devino en gran empresa abierta al mercado de acciones, y que luego, quiso rendir más sus ganancias usando su capital en actividades distintas a la de producir electricidad, o energía, en la compra de edificios y construcción de edificios, según se hicieron algunas denuncias.
La moral capitalista es rara. La familia Zuluaga, tradicionalmente controló la empresa, dirigió la empresa hasta que apareció AES, una empresa capitalista de control accionario colectivo, pero capitalista, compró las acciones de la empresa por encima del valor con el cual se cotizaban en el mercado y se hizo de la mayoría de las acciones y del control de la empresa. Dicen que el señor Zuluaga lloró por la traición de sus compañeros propietarios que vendieron sus acciones a AES. Es rara la moral de los capitalistas, como dicen "verdugo no pide clemencia", pero el viejo Zuloaga quiso clemencia de sus "hermanos de clase" y estos no se la dieron, quizá le dirían "Nada personal, Ricardo, negocios son negocios".
Como éste debe haber muchos cuentos que nosotros los "pelabolas" no conocemos, son cosas de ricos y famosos. Otro caso de moralidad burguesa torcida es el Orlando Castro. Un corredor de bolsa que llegó a comprar el Banco República, tener buena parte de las acciones del Banco Venezuela, etc., hizo millonario a Juan Carlos Escotes, dueño de Banesco. Bien este "humilde corredor de bolsa" fue un experto en especular en la bolsa, en comprar barato para vender caro y en todas las variantes especulativas que se derivan de tan simple lógica. Cuentan que en una oportunidad que fue invitado a dictar una charla en CEDICE Libertad a estudiantes de periodismo, la directiva de tan prestigiosa y Libre institución se enteró de tal despropósito y reclamó a su gerente general el motivo por el cual ese personaje tan repulsivo a la decencia y moral de las familias decentes que constituían los socios y fundadores de CEDICE, estuvo charlando con estudiantes. Pidiendo disculpas, humillando su estirado físico y con lágrimas en los ojos, la pequeña gerente pidió de nuevo perdón a los orgullosos empresarios decentes de la Cámara de Comercio de Caracas, una sarta de pícaros, hipócritas, que son capaces de vender a su propia madre, si fuere el caso de obtener un buen precio por ella.
O, visto todo a la inversa ¿Cómo pudo hacerse Alimentos Polar de tantas "marcas" reputadas, como Savoy, EFE, Mavesa, etc. si no fue por efectos del capitalismo monopólico (que no lo detiene nada ni nadie)? Los grandes se comen a los pequeños, o se asocian con otros grandes, y los pequeños, para no "perderlo todo" les venden todo, las fábricas, las marcas, y todos los años de desarrollo de un producto de calidad, original, años de trabajo intelectual, de "sueños", así como si nada ¡Primero el estatus", como dicen ¡primero muerto que bañado en mierda! Ahora uno entiende un poco las lágrimas de don Ricardo.
No hay capitalista bueno, todos son caimanes del mismo caño. El empresario que imagina Maduro no existe, también la competencia es un mito, hace mucho pero mucho tiempo que dejó de existir. El mismo viejo Zuloaga que otrora construyó una planta hidroeléctrica para Caracas, hoy pediría dólares a Cadivi para robárselos, es más fácil ganar dinero así, o hubiera vendido sus acciones a AES, para seguir invirtiendo en bienes y raíces.
Por otra parte un "emprendedor" es un pequeñoburgués con aspiraciones de gran capitalista, piensa solo en hacerse rico o en tener mucho dinero, cambiar de estatus, llenar el hueco sin fondo de sus insatisfacciones. Ese mismo que ahora hace pan para los Clap, si le va bien, pronto importará cauchos o relojes, hará cualquier cosa que le permita ganar más con menos trabajo. Así será con todo aquel que sea capaz de acumular algún capital. Los "emprendimientos" los motiva un sentimiento egoísta de destacar del común de la sociedad sin verdaderos esfuerzos (físicos y sobre todo espirituales), subir de estatus, el amor a una actividad productiva cualquiera, nunca les resultará tan poderoso como el ganar dinero, bastante dinero. Los emprendedores no son artistas, que trabajan por amor al arte, trabajan por amor al dinero, y mientras más dinero tienen más pierden ganas de trabajar, preferible especular, comprar barato y vender caro.
Sentir vergüenza de ser una comunista es sentir vergüenza de ser obrero, de ser pobre, vergüenza de trabajar para vivir bien física y espiritualmente, conforme con lo necesario. Es aspirar lo que los capitalistas, lujos, prestigio, éxito, una fama precaria al costo de lo que sea. Hay algo en eso de miserable, algo del comprar barato y vender caro.
