Aventis

Discursos que no son estratégicos, es un pueblo que late por democracia socialista

Vivamos la intensidad de los discursos políticos, con todo el esplendor de su naturaleza. Algunas veces, provoca huir a un lugar común para observar las golondrinas pasar y degustar una torta de chocolate, o huir al campo y montarse en una rama de ciruelo, ellas reflejan la voluptuosidad de un cuerpo femenino.

Frente al televisor, guardo silencio y observo que el discurso de nuestros dirigentes parece un condimento para la incertidumbre, porque, para escucharlos, hay algo más importante, descubrir la vida. No es una censura que deseo plantear, pero, por favor lean la historia patria y no se acerquen tanto al barranco de lo incierto.

Es necesario al Psuv, renovar sus cuadros y sí no, lanzarles papeletas para que se cercioren que el tiempo caduco.  Sería una muestra de gratitud hacia el pueblo, que siempre ha votado por ellos. Pero, es como una clase de religión, te hacen la cruz ante de entrar. Es un feudo invencible, donde, todos dicen amén. Lo que deseamos es que el   Psuv, no se convierta en un satélite, sino que renueve sus cuadros y guardemos silencio. Ya   que, no leemos a Chávez, desconocemos las argumentaciones de nuestra   Constitución de 1999, para muchos, le da lo mismo conocerla o no. Ellos, viven sin tapujos y, nosotros el pueblo sin comida. Aquí, el pasado es pasado. El Socialismo hay que reconquistarlo desde el inicio de la democracia hacia acá.

Así que, socialdemocracia es igual que Psuvista, todos buscan el poder desde la década 80- 90. Poco existe la posibilidad de supervivencia para el pueblo. Este es el gran año para Venezuela, debe reconquistar el Socialismo. Todos, en Latinoamérica quiere a Zapatero porque es un gran negociador y, en verdad, tiene una mente excepcional.

El presidente, Nicolás Maduro Moros juega a su futuro. Y debe saber jugar, poco tiempo queda para el desenlace. La izquierda gira para la izquierda Y la derecha, se adecua para estos tiempos y el Psuv no es de izquierda, menos de derecha.  Sus partidarios expresan que tienen todo consigo y el mundo se convierte en un sueño para todos.

Buenos, pocos defienden el Proyecto Bolivariano, mira a Europa y su pasado. Es hora de llamar a una sensibilidad social y, no hay puntas extremas. Se debe construir un nuevo partido y un pueblo frente a las élites. Pero, alguno debe hablar, ante la deuda en La OEA. Es tiempo para las exepectativas y de librar la gran batalla, no hay tiempo para la abstención.

Los socialistas, nos engrinchamos cuando nos dicen la verdad. Y, desde un principio es complejo el bloqueo sobre Venezuela, porque no se ha superado el tema de la corrupción y la sublevación, es enfrentar los retos entre una oposición individualista que pone en riesgo la gobernalidad del país.

Hay una clase política que todo le es admirable, los enchufados, y no les importa los factores de riesgo del país, amenazan la confianza de los consumidores y algunas empresas, otros, se hacen socios del gobierno. Pero, existe una ausencia del Estado en el proceso de fiscalización y el impulso económico actual.

La posición del presidente, debe ser clave para cualquier aprobación, por su situación interna, hay muchos riesgos fuera del mercado, ya los analistas internacionales han alertado de las enormes consecuencias negativas que tendría un conflicto directo con La OEA, el Estado y las instituciones cubanas que nos asesoran y, que podría afectar la confianza de los inversores. Se debe llegar a acuerdos multilaterales y frenar el proceso de desconexión con la actualidad económica.

El Plan Marshall, es un programa diplomático y tiene su contexto histórico exitoso, no todo es fracaso, porque el plan permitió que Europa Occidental, devastado por la guerra, sustituye a su sistema comercial y facilitara la convertibilidad de la moneda, hasta llegar el euro.

Ojalá, tengamos una visión nacionalista y proteccionista hacia el Estado Venezolano, nuestro futuro no puede perderse, veamos la balanza comercial. Estamos equivocados. ¿Sí o No? El futuro depende de ello, la multilateralidad, lo que hace Cuba, ahora abriéndose al comercio internacional.

El marco global de la diplomacia comercial ha sido así y no discriminatorio. El mundo está rompiendo las fronteras, castiga a los depredadores, bachaqueros y mafias, para lograr normas comerciales que beneficien al pueblo. Estamos, ante un caos de la política comercial. Empresas individuales e privadas, gracias a éste peligroso flagelo ilegal que deteriora la economía interna.

Por eso, los discursos deben ser diplomáticos y no personalistas, contravienen la seguridad arancelaria de un país.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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