Mientras suenan tambores de guerra, se desplazan tropas y blindados de las fuerzas armadas colombiana a la frontera con Venezuela, ciertos personajes de "la izquierda democrática" solo piensa en comer, en saciar "el hambre del pueblo", lo que padecen ellos mismos, tan solo porque creen que "la revolución ha fracasado", recordando la salvaje y criminal represión del Puntofijismo", comparando aquellos tiempos difíciles con los de hoy, con la crisis que padecemos, la situación a la que nos llevado la guerra económica de la oligarquía, la amenaza del imperialismo y sus secuaces de la OEA, pensando en la crisis de la felicidad, no ven como acecha el fascismo, se quejan de que estamos peor que antes, que llegamos a una situación vergonzosa, sin mirar alrededor, los cambios que hemos logrados, Chávez decía por encima de la circunstancias que se nos presente, tenemos Patria, la independencia es lo único que hemos logrado.
Pero no, esa izquierda antimadurista, la izquierda socialista, se queja por el pan, se rinde ante un pedazo de pan, cuenta más que la Patria, que los sacrificios de nuestros ejercito Libertador cuando cruzara los Andes, piensa que "la revolución bolivariana ha terminado", solo ven en ella, errores, "irresponsabilidad, incapacidad e ingenuidad", pero no ven los logros, los avances en medio de los ataques inmisericordiosos de la burguesía y el imperio desde la muerte de Chávez, menos la guerra económica, pareciera que esos disidentes del chavismo y del madurísmo, solo ven el fracaso de la felicidad social sin considerar el nivel del índice de desarrollo humano alto, pese a los ataques, las agresiones económicas y los saboteos de la oposición política de amenazar con intervención militar desde la OEA, aplicarle la Carta Interamericana.
Pero creo, que ese discurso de pedir pan para felicidad social, y no patria, rogar pan y no exigir independencia, es propio de escuálidos, de ignorante y pendejo, un discurso montado por la oligarquía para quebrar la moral, para que sigan soñando un antimperialismo vacuo, solo discurso, mentiras, vivir de la utopía como oficio, hacer creer que hacen una revolución aunque sea solo discursiva, me parece bien pendejo de oficio, sobre todo en este momento piensan visceralmente en la política, cuando el gobierno colombiano desesperado el imperio a la cabeza de Trump, pretende montar un teatro en la frontera, de invasión del territorio colombiano, un montaje de violencia, de crímenes al viejo estilo del nazismo como lo hizo el imperio en Libia, Irak y Siria.
Comienza el gobierno colombiano a colocarse del lado de los agresores, justificar el ataque de EE.UU con sus misiles a Siria, hablar de guerra en la frontera, a negarse que serán los primeros en disparar, apoyados como están con las tropas yanqui , inician campañas de ataques verbales al gobierno venezolanos, a desacreditar al gobierno, y en medio de esto, siguen los ataques de esa izquierda sin patria, sin ideales invocando "ruptura del hilo constitucional" como la oposición cuando gritaba "fraude electoral", así está la izquierda democrática socialista la izquierda antimadurista, de empantanada y fracasada, sacrificando la revolución.
