Dándole oxígeno al capitalismo y borrando la memoria de Chávez

Quien no haya pensado con sentido político sobre lo que hace ahora el gobierno apoyándose en el capitalismo se preguntará, ¿quiénes somos para erigirnos en custodios o intérpretes de la memoria de Chávez? En un gran grupo de personas, no perder la fe en el gobierno y en el presidente Maduro es un requerimiento para defender al país de las amenazas del imperio, y nos critican duro por no estar de acuerdo en que está defensa este siendo hecha con inteligencia, o de buena fe por él, por Maduro y su gobierno.

Maduro no es Chávez. Ni siquiera es un chavista consciente, cuando insiste en darle aliento al capitalismo mientras mengua la fuerza del chavismo, en una actitud política pasiva, acrítica de esa locura de seguir apoyando a una burguesía parásita y decadente. A demás de darle respiro a muchas multinacionales en el Arco minero y en la Faja del Orinoco. En qué cabeza cabe tamaño contradicción. Y todo por capturar "divisas convertibles para impulsar el desarrollo".

Ojalá todo fuera verdad, eso del desarrollo. Pero, no es así. Con el capitalismo lo único que se desarrolla es el capitalismo. Y con él se desarrolla también el egoísmo, la competencia individual, la miseria, la violencia, la delincuencia, la corrupción, y se ensanchan las diferencias de clase. Con éste desarrollo capitalista en particular, además, se pone en riesgo el ambiente, la naturaleza y las fuentes hídricas.

Hay que ser crítico ante este panorama, el cual minimiza en mucho las amenazas de invasión o intervención. Por ser un panorama desalentador, sobre todo siendo acabado de pincelar por el mismo gobierno. Un gobierno que se entrega, el solo, al capitalismo no necesita ser invadido por gobiernos capitalistas. Aunque sí podemos decir que estamos en presencia de una verdadera guerra "inter capitalista"

¿Qué hay de socialismo en todo esto? La derecha venezolana lucha por hacerse de todo aquello desarrollado por el comandante Chávez, en salud, educación, y en vivienda, viendo en todo esto un potencial negocio capitalista. Por el negocio de las privatizaciones, por convertir todo lo que para Chávez fue concebido como un derecho social, sin costo alguno, en una mercancía segura. Lo que nos queda de socialismo es el resultado de las políticas adelantadas por Chávez para "pagar la deuda social". Y un poco de la consciencia colectiva chavista por defender esos logros y de querer avanzar por reducir las diferencias sociales de clase, de reducir la injustica social.

Sin embargo, en todo esto que adelanta el presidente Maduro ahora solo se perciben políticas reactivas e improvisaciones: las primeras para captar divisas y seguir repartiendo dentro de una especie de "equilibrio social", y las segundas, para sostenerse el gobierno en el poder. Unas: la representa la entrega del país a los capitalistas. Y las segundas: la organización de los Claps; las promesas de ver algún día una luz al final del túnel; esa cosa extraña llamada el carnet de la patria; los aumentos de sueldo y pensiones; y toda clase de demagogia, regalando taxis a cualquiera que se le atraviese al presidente en la calle. … Sin tocar jamás los intereses de los capitalistas, amigos o enemigos, pero todos conspirando por debajo de cuerda contra Maduro y su indestructible equipo de gobierno.

Al chavismo y al presidente Maduro solo nos queda volver al camino del socialismo, el camino de la independencia verdadera, que no es otra que trabajar nosotros mismos por la construcción del país que quiso Chávez para nosotros, en tanto que socialista; en lo material como en lo espiritual, descrito en el Plan de la Patria (original). La independencia no es del FMI o del Banco Mundial; de los EUA o de las trasnacionales. La independencia ES del CAPITALISMO, a lo interno, y a lo externo en la medida de lo posible. Independencia política, económica, social. Pero sobre todo se trata de la independencia en el espíritu, en la consciencia, ser independientes culturalmente, poder pensar más allá de los hábitos de consumo, del consumismo de fruslería, de nuestras insatisfacciones pequeñoburguesas.

La otra independencia, la capitalista, la de ser una potencia industrial y comercial es pura paja; embelesos de pequeñoburgueses.

 



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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