¿Debe o no dialogar el gobierno representado por Nicolás Maduro en estos momentos de confrontación política, o sencillamente, entregarse a la guerra civil, aceptar el desafío de la oposición, la guerra civil, vale decir como dice Marcos Luna, "cero dialogo"?. En su crítica, el camarada Luna al señor key Medina dice: "el señor Medina no es revolucionario socialista, no es socialista simple, quiere y defiende la paz de la restauración, que es la misma paz que defiende el presidente", (Luna, M. 2017). Confundiendo los términos, considera el cda Luna que dialogar por la paz del país es propio de traición al socialismo, la restauración del capitalismo, entregar la revolución, signo de debilidad del gobierno de Maduro, al parecer el señor Luna no sabe de Política o al menos cree saberlo, su intolerancia política pudiera pensarse ultraizquierdista con "la derecha, a la oligarquía y al malandraje de mafiosos, de pícaros, burócratas, políticos mediocres, y la masa pequeñoburguesa que ahora hierve de histeria en las calles..." (Ídem), le impide ver la realidad política.
Chávez y el dialogo
¿Se debe o no dialogar los dos bandos confrontados, oposición y gobierno?, "el dialogo" no es de chavistas, propio de las políticas de Chávez? Recordémosle al cda Luna, "En abril de 2002 el presidente Chávez fue derrocado. Cuando por la movilización popular y la acción de militares leales el Presidente fue rescatado, se presentó inmediatamente a una rueda de prensa.
Con un crucifijo en la mano pidió perdón, restituyó en sus cargos a los ejecutivos de Pdvsa, no sancionó a los canales de TV privados, a Leopoldo López y a Enrique Capriles, todos dirigentes del golpe de Estado. Capriles y López además realizaron detenciones arbitrarias; Capriles asaltó la Embajada de Cuba... El Presidente llamó a constituir mesas de diálogo para buscar salidas pacíficas. La oposición se retiró del diálogo y se lanzó al paro petrolero de diciembre-2002 y enero-2003 con la consigna Chávez vete ya" (Escalona, 2014).
En medio de las dificultades políticas la historia le dio la razón a "la política de dialogo de Chávez", continuó ganando todos los procesos electorales. Julio Escalona, agrega que "Sabiamente, el presidente Maduro se ha mantenido llamando al diálogo y a construir la paz, dejándolos sin iniciativa política. Los dirigentes de la oposición más conscientes van acercándose a una posición dialogante. El Presidente ha dejado claro que no se trata de un acuerdo entre cúpulas al margen de la participación popular. Que el diálogo es también con trabajadores, pobladores y organizaciones sociales…Hay dos procesos complementarios: diálogo para regularizar la vida política del país. Diálogo para desarrollar la unidad popular como base del poder popular". (Ídem).
Bolívar, el Dialogo y la Paz
Qué pensaría el Libertador en medio de esta confrontación política, escribe al Illmo, señor Ramón Ignacio Méndez , Arzobispo de Caracas, en Bogotá, octubre 1828: "He mandado, que se invite a los ilustrísimos arzobispos y obispos de Colombia para que hablen a su clero y diocesanos con motivo del criminal suceso de la noche del 25 de septiembre, pero quiero dirigirme a Ud. con particularidad para que, con mayor instancia, exhorte Ud. a los ministros a que no cesen en la predicación de la moral cristiana y de la necesidad del espíritu de paz y de concordia para continuar en la vía del orden y de la perfección social".
Exactamente que dicta "la moral cristiana" en estos tiempos de crímenes, de destrozos materiales, de muertes inocentes, que le enseña a los jerarcas de la iglesia cristiana, al cardenal Jorge Urosa Savino, al arzobispo de Caracas y al El cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida así como al Presidente de la Conferencia Episcopal venezolana, Diego Padrón?, ¿o es el dialogo, la paz, la solución política a la luz de las palabras del Bolívar, el Padre de la Patria?, el espíritu de paz y concordia, he allí dos divisas del Libertador en medio del criminal suceso del atentado a la vida de Bolívar.
Lejos de eso; los representantes de la iglesia católica venezolana, en vez de llamar al dialogo y la concordia, llaman a tomar a los partidos "posturas contundentes" provocando al fascismo totalitario de la derecha. Veamos: "El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Diego Padrón, advirtió que la nación "avanza hacia un totalitarismo". "Las decisiones políticas tienen graves consecuencias para el destino del país. No habrá soluciones mientras la sociedad civil no tome conciencia de su papel y obligue a los partidos a tomar posturas contundentes. Asimismo; Monseñor Ovidio Pérez Morales, obispo emérito, dijo "…No estamos en una democracia débil, este es un régimen dictatorial y totalitario de concentración del poder. Es el momento del protagonismo de la sociedad civil". Quiere decir que no llaman a la paz sino asumir posturas beligerantes, protagonismo político de la sociedad civil.
Pero sigamos con las ideas lunáticas de "guerra civil", Lo que sí no vamos a dejar de decir es que este consenso en el diálogo, en el llamado a elecciones, en este conciliar con los capitalista que viven de la renta petrolera, o sea, TODOS los que hacen vida en este país, es lo mejor que le puede pasar a la derecha, a la oligarquía y al malandraje de mafiosos, de pícaros, burócratas, políticos mediocres, y la masa pequeñoburguesa que ahora hierve de histeria en las calles. Y así retroceder los 18 años de gobierno del chavismo para restaurar el viejo orden, representado dignamente en el nefasto gobierno de Rafael Caldera. ¡Cero diálogos! ¡Hay que avanzar de nuevo hacia el socialismo! ¡Retomamos el espíritu de Chávez y la revolución socialista". ¿A quién beneficia el dialogo? a todos, evitamos derramamiento de sangre, discutimos como nación civilizada.
A despecho de estos sacerdotes de la iglesia católica, Bolívar decía: "Del desvío de los sanos principios ha provenido el espíritu de vértigo que agita al país; y cuando se enseñan y se profesan las máximas del crimen, es preciso que se haga también oír la voz de los pastores que inculquen la de respeto, de la obediencia y la virtud", (Bolívar, 1828), esto es precisamente lo que no hace, hablan de paz y no la practican, hablan otros de revolución y ni se acuerdan de que el Primer Decreto de la revolución Rusa, en medio de la Primera Guerra Mundial, fue el decreto de Paz, de salirse de la guerra fraticida, Luna al parecer olvida las lecciones de la historia.
Es más Bolívar frente a quienes propagan "las máximas del crimen", allí están los medios azuzando el escenario de odio, la oposición encendiendo las calles, alimentando el delito, los Estados Unidos financiados a la delincuencia paramilitar en sus proyectos de ambición por el petróleo, además los chavistas críticos, esos anarquistas también celebraría la guerra civil, frente a esto, Bolívar se preguntaría, tomando en cuenta las salvedades de las circunstancias, pero interrogaría, ¿Cómo nos preservaremos de la anarquía y de las desgracias de las guerras intestinas, si no se calman los espíritus y no se desvanecen los proyectos de la ambición?. Termina Bolívar diciendo: Hay muchos empeñados en tramar conspiraciones y en destruir la Patria; es preciso que hayan muchos más dispuestos a sostener al gobierno y salvar el orden, desvirtuando el poder de las tramas y maquinaciones parricidas". Si el señor Luna está claro, de que "La violencia no es una reacción popular por un peorro referéndum, por la democracia, o por la libertad de los presos políticos, es una conspiración dirigida por especialistas y financiada con dólares robados", que espera para apoyar la paz y el dialogo del Presidente Maduro?, evite las muertes, solo la construcción del socialismo en paz garantizará, mayores muertes, de seres "reventados de trabajo, de ignorancia y de hambre en el tiempo".
Fuentes:
Luna, marcos "Sr. Key Medina, usted no es muy distinto, también calumnia a la revolución", Aporrea, 26/04/2017
Escalona Julio "Chávez y el diálogo", Agencia Latinoamérica de Información, 12/02/2014
Entorno Inteligente, "Urosa y Porras: "Retoques a la dictadura, 03/04/2017
Bolívar, Simón Carta del padre Bolivar al Illmo, señor Ramón Ignacio Méndez, arzobispo de Caracas, Bogotá, octubre 1828