¿Tiene futuro la constituyente?

El artículo 348 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela dice textualmente: "La iniciativa de convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente podrá tomarla EL PRESIDENTE O PRESIDENTA DE LA REPÚBLICA en Consejo de Ministros¨ y agrega otros posibles convocantes.

Ni en ese, ni en ningún otro artículo establece que para hacer la convocatoria es necesario contar con la aprobación de Freddy Guevara, Ramos Allup, Almagro o los gobiernos de EEUU, Chile y Argentina.

Ahora el llamado de todos los mencionados y sus secuaces a desconocer la convocatoria, debería dejar en claro para cualquiera que tenga siquiera dos neuronas, que a la oposición venezolana y sus amos no les interesa una salida democrática, constitucional ni pacífica al conflicto que ellos mismos han generado. Todo el discurso que montaron después de haber abolido la constitución en aquel oscuro abril de 2002, según el cual hacían suya la carta magna se volvió sal y agua cuando el Presidente apeló al mencionado artículo 348. Nunca aceptaron ni respetaron la constitución y nunca lo harán.

Ante esta realidad nos hacemos tres preguntas y damos las respuestas desde nuestra humilde perspectiva:

1.- ¿Por qué la oposición sigue apelando a la violencia, si ellos mismos habían propuesto una Constituyente recientemente?

La respuesta es porque su discurso siempre ha sido una farsa. Cuando pensaron en una constituyente lo hicieron a partir de la posibilidad de reducir a cenizas la institucionalidad del Estado y derogar los artículos de la carta magna que le imposibilitan, entre otras cosas, privatizar PDVSA y entregar la Faja Petrolífera del Orinoco. Hoy la única vía que tienen para lograr ese objetivo es una invasión que una vez consumada, les entregue el poder. Obviamente sin la constitución actual de por medio.

Por esa razón prefieren continuar con el plan que ya habían trazado con los gringos de impulsar una guerra civil que de paso a ¨bombardeos humanitarios¨. No es descabellado pensar que ya tengan una fecha establecida para dicha invasión, por lo que aceptar mansamente una constituyente significa romper con el único plan que les entregaría el poder en las condiciones que lo necesitan.

2.- ¿Cuál es, entonces, el futuro de la constituyente si la oposición llama a desconocerla?

Para que la constituyente tenga futuro, el gobierno debe actuar con mucha inteligencia en el terreno internacional a efecto de evitar la invasión (objetivo único de la oposición). Aquí jugará papel de primer orden la experiencia diplomática del presidente Maduro y las alianzas establecidas a través de la política petrolera.

Si ese objetivo se logra, la oposición irá mansita a la constituyente en el entendido de que no puede cometer dos veces el mismo error de dejar en manos del chavismo un proceso de elección. Si no se logra, correrá mucha sangre

3.- ¿Cuál es la idea de que la elección de los constituyentes no sea solamente territorial como ocurrió en 1999?

En 1999 vivíamos bajo una democracia representativa (así lo establecía la constitución vigente). El pueblo estaba obligado a ceder su representación a unos funcionarios que previamente elegía y no podía tomar parte de ninguna decisión. Hoy, nuestra constitución establece que vivimos en una democracia participativa y protagónica, por lo que se está obligado a considerar no sólo a las organizaciones políticas (que serán consideradas) sino a las diferentes organizaciones sociales, étnicas, culturales, profesionales, etc.

Lo contrario sería violar un principio fundamental de nuestra carta magna.



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Alexis Arellano


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