Este es el último escrito de la serie que rinde culto a 2 grandes paladines de nuestra guerra de independencia, Simón Bolívar el Libertador, nuestro gigante venezolano y hombre más prominente del siglo XIX según lo determinara la revista británica BBC de Londres, de acuerdo a una encuesta mundial realizada por la confiable y respetada revista. Y José de San Martín, otro gigante de Sur América, nacido en las pampas argentinas. Veamos como fueron estos 2 héroes Latinoamericanos los que por desarrollar sus tácticas y estrategias, consideradas única en el mundo entero, por su valentía, constancia y sacrificio lograron la libertad del Continente Suramericano; que sin duda en un futuro cercano tendrá la más alta relevancia en el mundo entero.
Pero lo que en el fondo tienen en común estos 2 libertadores, más allá de anécdotas puntuales y sueños utópicos, fue la voluntad inquebrantable de dejar como legado histórico después de sus persistentes confrontaciones a muerte contra el colonialismo europeo: el proyecto de una unidad latinoamericana, haber dado preeminencia a gente del pueblo para que se pusiera en armas y lucharan al lado suyo en aquella guerra revolucionaria a nivel Continental, haber conseguido la liberación de los esclavos negros, abolido la servidumbre indígena y dado fin a la humillación de los pueblos originarios y masas plebeyas. Siendo por ello que tanto Simón Bolívar como San Martín siguen presentes en las luchas de nuestros pueblos hoy en día, alimentando por el fuego de la rebelión, al pretender lograr la segunda y definitiva independencia de Nuestra América.
Veamos como frente a las agresiones de Francia e Inglaterra entre 1838 a 1845 contra la Confederación Argentina, San Martín escribe desde el exilio, polemizando contra la complicidad de intelectuales y políticos criollos que las apoyaban: * "Lo que no puedo concebir es que haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para humillar a su patria" San Martín, en su testamento, regala su sable de combate al polémico caudillo argentino Juan Manuel de Rosas, por haber resistido éste la invasión europea de Inglaterra y Francia y a su vez, Rosas el 17de febrero de 1869 decide dejar esa espada como legado simbólico al Mariscal Francisco Solano López, Presidente de Paraguay. Frente a aquellos ataques de esa 2 naciones europeas, San Martín escribe a Tomás Guido, argentino, el 20 de octubre de 1845: "Usted sabe que yo no pertenezco a ningún partido, me equivoco, yo soy del Partido Americano, así que no puedo mirar sin el mayor sentimiento los insultos que se hacen a la América. Ahora más que nunca siento que el estado deplorable de mi salud no me permita ir a tomar parte activa en defensa de los derechos sagrados de nuestra Patria, derechos que los demás Estados Americanos se arrepentirán de no haber defendido, por lo menos protestado contra toda intervención de Estados Europeos"
Y 120 años después, el argentino Ernesto Che Guevara refiriéndose a la primera emancipación del Sur de nuestra América y a la estrategia de guerrillas desarrollada por San Martín, el Che Guevara, nuestro hermano el Che de finales del siglo XX, en discurso del 25 de mayo de 1962 en la Habana, Cuba, sostuvo: "Perdónenme compañeros mi insistencia castrense en las armas, pero sucede que estamos evocando un día en el cual el pueblo argentino manifestó su decisión de tomar la independencia contra el poder español y después de hacer un Cabildo Abierto, y después de aquellas discusiones de las cuales año tras año recordábamos en actos como estos, después de escuchar las manifestaciones de los obispos españoles que se negaban a la independencia y manifestaban la superioridad racial de España, después de todo eso, hubo que instrumentar aquel triunfo político de un momento. Y entonces el pueblo argentino tuvo que tomar las armas y expulsar de todas las fronteras al invasor español, había que asegurar la independencia de la Argentina asegurando también la independencia de las hermanas naciones de América. Y los ejércitos argentinos cruzaron los Andes para ayudar a la liberación de otros pueblos, siempre nuestro orgullo más que el haber obtenido la libertad de nuestro territorio, y haber sabido defenderlo de la intrusión de la fuerza realista, es el haber cooperado a la liberación de Chile y a la liberación del Perú con nuestras fuerzas; con nuestros ejércitos. Aquello era más que un altruismo de las fuerzas revolucionarias, era una necesidad imperiosa, era el dictado de la estrategia militar para obtener una victoria de alcances continentales, donde no podía haber victorias parciales; donde no podía haber otro resultado que el triunfo total o la derrota total de las ideas revolucionarias”
Dese perfecta cuenta el lector, de como la unión de 2 colosos, uno venezolano y el otro argentino, hicieron posible con ejércitos conformados por gente del pueblo sin mayor instrucción militar, lograron echar de este Continente Sur Americano a numerosos contingentes de tropas elites de la que fuera la España Imperial.