Al laureado batutista Gustavo Dudamel se le fue otro gallo

A principios de enero de 2013 el Maestro José Antonio Abreu dispuso un "concierto" dizque en homenaje al Comandante Hugo Chávez y el que fue "dirigido" por el laureado batutista Gustavo Dudamel a quien, por cierto, se le fue en entonces digamos que un primer gallo y del cual yo hice referencia en "Marcel Granier y el Maestro Abreu olvidan que el arte es algo más que la evidencia artística": https://www.aporrea.org/contraloria/a158037.html

Han pasado 4 años de aquella enojosa burla orquestada por el laureado batutista contra el Comandante Chávez, en conchupancia con el no menos famoso Maestro Abreu; el documento anexo arriba es contentivo de mi explicación, de cómo yo entendí la vesania del joven director de orquesta Gustavo Dudamel, al parecer un despiadado a la hora del billete.

Aclaro que lo de "batutista" endilgado al señor Dudamel arriba sin comillas es invención mía a contrapelo del debido lenguaje; lo de batutista lo digo en sentido figurado tal como lo que hacía Batistuta con el balón, engañar a todos y empujar el gol; e igual en el referido apócrifo concierto de enero de 2013 Dudamel batistuteó para engañar a muchos pero no a todos y me cuento entre los que no se tragaron el cuento.

El señor Dudamel es genial dirigiendo en las grandes salas de Europa o de Norteamérica pero acá él dirige con desgano, imprudencia y desparpajo, tal como cuando dirigió el dizque concierto dedicado al Comandante Hugo Chávez quien a la sazón batallaba por la vida de la República que le había permitido a Dudamel encumbrarse y, obviamente, éste apoyado en su propio talento personal que celebramos pero que sin los recursos de la patria él sería uno más de quienes aquí batallamos codo a codo para tener patria.

Es curioso, por cierto, que de común uno celebre el engaño algunas veces mientras que en otras lo repugne, ¿quién de nosotros no celebra cuando alguno de nuestros muchachos de la selección de futbol engaña al contrario y hace como otrora hacía Batistuta, encajar un golazo de la hostia?; en cambio, quien puede celebrar que su mujer o su marido le ponga cachos, o que acaso un director de orquesta le meta gato por liebre a su audiencia?

Ahora al laureado Dudamel se le va otro gallo cuando nada veladamente acusa al Presidente Maduro de represor en vez de exigirle a la MUD que pare su escalada de terror.

¡El descarado Dudamel se da la gran vidorra a cuenta de nuestras costillas pero ahora pretende cortarnos con un vaso´ e cartón!

 



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Guillermo Guzmán


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