Volvemos a Chávez o la furia de la derecha acabará con muchos inocentes

Acabar solapadamente con el legado de Chávez y confundir al chavismo no salvará al gobierno y a su presuntuoso proyecto de desarrollo de las fuerzas productivas capitalista. Este gobierno, sordo y soberbio, pretende convertir a Venezuela en una Potencia Económica sobre una base humana subdesarrollada y unos dirigentes subdesarrollados, con técnicos subdesarrollados (o rentistas, que es lo mismo). Por una parte tenemos unos seudo empresarios que no pueden competir, que son manufactureros, importadores, que viven de la renta del petróleo y nada saben de producción, no saben hacer otra cosa lo más fácil y más rentable. A una "clase media" acostumbrada al servilismo y al maltrato (o sirven o maltratan) y a guardar las apariencias.

Y por otra parte está el chavismo al cual se le ha truncado de golpe su crecimiento político de los últimos años chavistas. Ahora la masa chavista no ve claro cómo una feria de "negocios capitalistas" puede ser socialista, puede servir a toda la sociedad, antes se había hablado de empresas socialistas; no seba bien si tener un empleo y ser explotado por un patrón es socialismo, si "morir callado" y no preguntar nunca sobre esos temas es socialismo; si es bueno que regresen a Venezuela las empresas expulsadas por Chávez; sí Cisneros es de los buenos o de los malos.

Pero un país así, "obligado" a estas contradicciones, sin un proyecto definido en la práctica y en el discurso, que sea fácil de identificar, para lograr ser una Potencia Capitalista Mundial tendría que importar a cien millones de chinos, con fábricas y todos sus "periféricos". Pero el Ministro Menéndez, mentor de la Venezuela Potencia, junto al Ministro Arreaza, son más optimistas que políticos y economistas; puede ser que ahora propongan, si sobreviven a la constituyente, la importación de chinos, la Gran Misión "migración selectiva de mano de obra"

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Sin embargo, si retomáramos el camino del Plan de la Patria y el socialismo, Venezuela sí podría llegar a ser una potencia en socialismo, en poder popular. Una potencia política y moral, de trabajo y desarrollo social, en educación, en salud; en justicia social; en conservación del ambiente, en desarrollo científico y tecnológico, en una verdadera paz y en solidaridad internacional.

Chávez nos legó ideas fundamentales escritas en su último "Plan de Acción Política": El Plan de la Patria. Es su último legado político, no hay otro. No se puede manipular su pensamiento como si el comandante Chávez no hubiese evolucionado en todos esos años, desde su primer plan de acción política, escrito por sus asesores traidores, Miquelena y compañía, no se puede falsificar impunemente. El pueblo chavista aprendió de él y con él, para que ahora vengan y le digan de sopetón que Chávez hubiera querido hacer una "constituyente" para cambiar su propia Constitución (La revolución es acción, prácticas sociales revolucionarias, no son decretos y leyes vacías). Pero el gobierno junto al Partido dicen que no se trata de cambiar la Constitución… ¿Si no fuera para cambiar la constitución, para qué entonces se convoca esta constituyente?

Dice Aristóbulo: para afianzar los logros, los avances sociales y "económicos" figurados en la constitución. Y yo digo que lo que no se afianzan en las prácticas políticas, en las acciones políticas concretas revolucionarias, ni con tres constituciones perfectas, ni con mil decretos se afianzan logros o se construye el socialismo.

Pero sí es posible modificar la Constitución todavía más a favor del capitalismo, si apuntalamos los negocios hechos hasta ahora para los capitalistas, como actos "constitucionales". Y ¡vaya que ellos, los capitalistas, no pierden el tiempo!, a la hora de la acción, de depredar, explotar, robar, engañar. Eso es lo que llamarían ahora "seguridad jurídica constitucional" para los "inversionistas".

El imperio y la derecha nacional, la burguesía criolla no va a permitir que Maduro y su gobierno siga en el poder. Lo tienen atados de manos. Lo tienen bajo chantaje. Al hacerlo renegar de Chávez y del socialismo le quitan la mitad (o más de la mitad) del poder, de su fuerza moral. Y es que el gobierno, frente a los inversionistas y empresarios capitalistas, se avergüenza, a la vista, del socialismo, al punto de cambiar estuarios y el vocabulario. Su discurso se suaviza siempre ha niveles irreconocibles, sin dobleces políticas, muy empresarial, muy serio. Y eso lo sabe la derecha, que se permite ahora hacer cualquier cosa con la garantía constitucional de que no habrá ningún avance importante, en dirección al socialismo, que no colida con el capitalismo. Una constituyente para consolidar otra Constitución ambigua, pero más difusa, conveniente a los gobiernos inertes y pusilánimes, como este y similares.

Se podría decir que la violencia en las calles (el "terrorismo" de las guarimbas), no es tan significativa ahora como un gran problema para los negocios –para los "empresarios honestos y mercachifles, para los banqueros, etc- como lo es para los grandes negocios de la especulación, para pescar en la anarquía del mercado, para la real economía capitalista.

Es ahí donde el gobierno realmente está perdiendo la guerra política. Es ahí donde su defensa esta hecha "a gusto de los capitalistas", repartiendo la renta y manteniendo un régimen de impunidad para los ladrones y especuladores. Hasta ahora no ha habido ni una sola sanción económica y política real, no ha habido una sola confiscación, expropiación, cárcel, destierro, etc. por delitos económicos de lesa humanidad. Hasta pareciera que la cárcel de Leopoldo López ha sido más un error político que un acierto. En su lugar deberían estar Lorenzo Mendoza o Juan Carlos Escotes.

Y ellos, los capitalistas lo agradecen y lo aprovechan. Porque, así digan que esta guerra está financiada por Estados Unidos, por detrás está costeada con capitales robados de nuestras reservas, en forma de financiamientos fallidos. Debe ser muy poco lo que aporta EUA en dólares a esta guerra, y más asesoría técnica, militar, ideológica; más manuales, que dólares, que drogas, que C4, etc.

Romper definitivamente con los capitalistas, con el capitalismo y avanzar con medidas socialista es lo único que puede hoy "conmover" al pueblo humilde, que hacer que se entusiasme el chavismo, es decir, por un partido y un gobierno unido y comprometidos por la revolución socialista, sin más flux, sin liqui-liqui de seda, pactos, asociaciones, diálogos con los capitalistas. Dar un mensaje absolutamente claro: Socialismo (o Capitalismo). Si tomamos la opción socialista de Chávez seremos invencibles, no va haber ninguna necesidad de que nos "arreen" para defender al socialismo, con musiquita, con promesas, ladridos, más bien con razones elevadas para defender la revolución, morales y éticas, dónde se hable con la verdad y no se coreen Slogan, porque no serán necesarios (nunca lo fueron, solo sirven para vender basura), sin parrandas, sin fiestas, ¡porque no estamos para eso!. Hay que defender el legado de Chávez y al socialismo con una sola consigna "socialismo o nada".

"En el mundo hay solo dos grandes sistemas, dos proyectos, uno el capitalismo, y otro el socialismo". Solo el socialismo podrá contener la furia del capitalismo, no hay términos medios.



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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