En Venezuela, siempre se le ha dado una interpretación folklórica a la política, restándole cierta autonomía a los municipios. Poco, hemos aprendido a vivir de un modo ponderado y progresista, porque, el centralismo económico viene ocasionando mucho daño y, ahora más en manos de militares. Por ello, convivimos en una fragmentación de la democracia y poco avance en el desarrollo sociopolítico, porque los puntos referenciales de la nueva economía son poco conocidos y las autoridades tienen otros intereses para hacer prevalecer su papel en la dinámica histórica del Estado.
El Sur, constituye un verdadero monstruo del as corrientes xenófobas y aún fascistas que poseen su propia identidad para los más pobres. Explícitamente, durante décadas se está librando esta gran batalla y Europa desordenada, como se encuentra, busca su integración en las Manos de Angela Merkel y Camerón, presidente recién electo de Francia.
Es una enfermedad, no culpemos en nuestro caso a la fiscal Luisa Ortega Díaz, todos somos culpables. Lejos de aprender, ignoramos la historia. Ahora, el militarismo, es una clase política y el pueblo en su ignorancia los llevó allá con su voto, ahora nos gasea y, dispara metras contra nuestros jóvenes. Tiene una fuerza de dispersión y chantaje que en el camino recorrido enarbola un pensamiento único, fuera del ejercicio democrático y recoge los intereses de un partido alineado con un comunismo avasallador, poco ponderado, porque allí están reflejado, hoy, el testimonio fiel de Ernesto Guevara de La Cerda que fue utilizado y aislado en el extranjero para morir humillado, porque era según las descripciones históricas organizado, convalidaba en ese entonces con la ideología china e impulsivo, al igual que otro dirigente nacional de la izquierda venezolana que fue entregado a la DIGEPOL por su cuadro político, ya que era igual su impulsividad en querer una Venezuela soberana. Me acuerdo que baje del autobús de la Universidad de Carabobo en la parada del Arco de Bárbula, cerca de una parada, en La Facultad de Ciencias de La educación y al levantar la mirada, sobre la pared, la imagen de cinco jóvenes asesinados por los cuerpos de seguridad y en el medio, el rostro de Jorge Rodríguez Padre, tenía el mismo temperamento del Che y había que entregarlo o sacarlo del juego político, mi compañero dijo: Ve y Cállate, aquí el juego democrático es otro, el petróleo y las riquezas de nuestro país, marca las diferencias. La traición.
Aprendamos la lección. Venezuela tiene un lenguaje común. Somos una unidad política en su diversidad y, necesitamos aprovechar la cultura e identidad nuestra, somos un conjunto de ideales con una sola esperanza, la patria. Necesitamos reconstruirla, la han devastado los propios camaradas y opositores por un lingote de oro, por el petróleo y ser un aliado del narcotráfico, somos la puerta del Caribe y cualquier cantidad de dólares y euros en nuestras manos es un tesoro muy tentador.
Hace falta en Venezuela, una ciencia política nueva para un mundo enteramente nuevo. Veamos las cosas de una manera diferente, pensemos en el porvenir. Me llegó una lista de un constituyentista en mi sector para que firmase su planilla, le desconozco, poco se de él, le respeto, pero, no podemos votar por la ignorancia. Quieren ser líderes y no lo son, dan lástima.