El Capitalismo, como sistema entra en Venezuela como un factor imperialista que determina nuevas contradicciones. Es el amor puesto en manifiesto por ciudadanos ligados al socialismo. Donde el ala militar desea obtener las mayores ganancias y, donde la intervención del Estado viene caracterizada por un dominio de lo contextual. Lo importante, es que predomine el bien común y los intereses burgueses.
El gran problema, es que, el capital financiero exige una mayor relación con el sistema bancario. Y, el desarrollo del capital se hace fusionar con las empresas para dibujar el valor del dólar. Pero, muchas veces, ´estas microempresas son de maletín y financiadas desde el interior del país, por grupos que asumen un liderazgo para enriquecerse más.
Hay un afán por integrar el mercado mundial, desde la Segunda Guerra Mundial y el proceso de globalización aceleró con gran impulso, la intervención de los Estados pro soviéticos en industrias energéticas para cristalizar las inversiones en el campo productivo y en el transcurso del tiempo, lograr controlar paulatinamente la redistribución de los productos del campo y agroindustria, algo, que le resulto muy dramático a Ernesto Guevara De La Serna, pensarlo por la situación de Cuba, luego de irse los rusos y al mirar a China fue visto con malos ojos por parte de algunos dirigentes cubanos.
El proceso globalizante, trajo el acaparamiento de los mercados y las transnacionales, confrontaron un conjunto de intereses que en América Latina trastocó el estancamiento de la economía mundial y observamos como el etnocidio de nuestras tierras fue y es presa fácil del neofascismo en ascenso y, en nuestro país desde 1999, paralelamente a las luchas del Comandante Chávez Frías se conformó otro grupo a su lado para apoderarse de los sueños de cada venezolano, su triunfo reivindicativo y de justicia hacia un pueblo que lleva en su alma, el pensamiento de éste soldado militante, prestado al pueblo para su reivindicación.
La alienación y carencia de análisis en algunos asuntos del Estado nos lleva a un espacio liberador para transformar el capital productivo en riqueza personal, por parte de quienes infringen la ley para captar capitales fáciles de manejar. Las cadenas liberadoras del pueblo se tejen para esclavizarnos de nuevo en un yugo muy desigual, donde el consumo de alimentos disminuye por la contracción de ese mercado, el dólar paralelo y la creación de una nueva plataforma política de carácter militar, llegada de países foráneos.
Algunos países del Continente Sureño y Centroamérica, quieren ponerles parches a sus sistemas tributarios e implementar grupos económicos reducidos que reciban beneficios directos del presupuesto nacional en dólares., utilizando una estructura de Estado ya obsoleta que busca normalizar el crimen organizado y la violencia, como un símbolo de miedo ante el manejo de capital con manos oscuras y mercantilista.
Por eso, surge la advertencia de la Fiscal, Luisa Ortega Díaz, En el caso venezolano. Hay un feroz ataqué a estudiantes que ven un porvenir negro en su ascenso profesional y un país quebrado por oportunistas en un falso ensamblaje cívico- militar.
Insto, a la reflexión política. Comenzando con el jurista Pedro Carreño. Hay que encauzar la política de mi país de nuevo, ya dejemos el grotesco espectáculo que venimos ofreciendo y luchemos por la libertad económica y dejemos la guerra mediática, atrás.
Cuba y Venezuela, se encuentran en el ojo del huracán por unos irresponsables, que, se creen dueños de las comercializaciones de las empresas venezolanas con el exterior. Es un endurecimiento que, ya se hace sentir y las compañías estadounidenses les exigen más pudor a los industriales establecidos desde la Patagonia hasta México. Son muchos intereses en juego.
Rusia, perdió un poco el enfoque hacia Latinoamérica, hace muchos años atrás, sin olvidar su papel ante el Fondo Monetario Internacional, es muy precario. Putin, busca acelerar el interés de su pueblo, hacia los surcos de agua, petróleo y plantas medicinales que tanto le hace falta a los residentes del Himalaya, Pirineos y cazadores que se estancan en sus propias veredas
¿Que hacer?
Dinamizar el proceso y reformular el nuevo liderazgo político y quebrantar el orden constitucional, para que el cambio del bien nacional se haga vertiginosamente, cada vez que rompemos mediante el batallar del día al día, lo que deseamos por administrar la libertad y que todos, estemos alrededor de la mesa de comer. Para hablar de nuestra libertad.