La alternativa burguesa y fascista al gobierno de Maduro es "La salida", una especie de golpe suave, pero ni tan suave, disfrazado de pacifista, disimulado el carácter fascista por los medios, provocando al gobierno con la violencia, para acusarlo luego de represión, esto es una cuestión política, una estrategia del imperialismo de los Estados Unidos mientras que los gobiernos de la región representa una felonía a los intereses soberano de la América Latina al permitir la injerencia en los asuntos internos sirviéndose de las relaciones internacionales en la Organización de los Estados Americanos.
De manera pues, no solo un golpe de Estado se cocina, también contribuye a ello el crimen organizado, los narco militares colombianos, el hampa que en los últimos 70 días han estado muy activa, sobre todo empleados jóvenes y niños en actividades subversivas al Estado, desconociendo las institucionalidades del gobierno, destruyendo el patrimonio social, saqueando, sumergiendo a la población a la dictadura del terror con la finalidad de hacerse del poder del Estado por la fuerza y la violencia.
Así pues la oposición encarnada en la MUD no está sola, la apoyan mercenarios de diversos pelajes, promoviendo la crisis política, la desestabilización del Estado, auspiciada por organizaciones internacionales, incluso gobiernos con la complicidad del crimen organizado, la tarea es el secuestro del Estado, de los derechos sociales humanos, del estado de derecho y justicia, acabar con el orden democrático, con todos los avances sociales de la revolución bolivariana en nombre de un cambio, de un giro a la derecha con sello privatizador, desnacionalizador, acabar con la soberanía, la independencia nacional y las libertades públicas, tal es el plan del cambio ultraderechista.
Para tales fines se sirven de los carteles de la droga, de sus vínculos con la oligarquía colombiana, con los grupos terroristas paramilitares colombianos, de los servicios sionistas y también del imperialismo de los Estados Unidos, apoyados por grandes grupos productores de droga y exportadores de la misma para financiar la subversión del gobierno venezolano y reforzada por agentes extranjeros, incluso medios privados de comunicación pagados por los agentes del imperio producto del saqueo, robo, de las riquezas del tercer mundo, y también del producto multimillonario del narcotráfico a los fines de desmembrar el país y sus riquezas patrimoniales.
No en vano el gobierno de Colombia es señalado como país primer exportador de droga y al gobierno de los Estados Unidos como primer país consumidor de droga, una relación estrecha entre productor y consumidor, intereses compartidos para sostener el poder, la hegemonía en Europa, África, Asia y también en América Latina. En conclusión se tratan de bandas criminales, de gobiernos forajidos, que tienen el control del Estados de sus países, de su tesorería para continuar expoliando a sus pueblos, ocultándose detrás de la fachada de la democracia, de los derechos humanos, manipulando y engañando en los organismos internacionales para inmiscuirse en los asuntos internos de otros gobierno como es el caso de Venezuela.
Finalmente no podemos ocultar que la Asamblea Nacional como la Fiscalía más recientemente se hallan bajo la felonía a la Constitución, a las leyes, de espalda al pueblo venezolano, a su soberanía e independencia nacional, el reciente apoyo del Comité de los Derechos Humanos en las Naciones Unidas confirman un apoyo al gobierno de Nicolás Maduro, le señala a la Fiscalía en la persona de la ciudadana Luisa Ortega que el gobierno venezolano goza de un fuerte apoyo internacional, a diferencia de la Fiscalía, cuyo silencio frente a las amplias violaciones de los derechos humanos por las guarimbas terroristas indican un silencio cómplice, una amenaza a la democracia venezolana, por tanto quienes llaman a asumir una posición activa de injerencia, de invasión en Venezuela para resolver el conflicto político, invocando la injerencia gobiernos de Argentina, Colombia, Paraguay, Estados Unidos demuestran verdaderamente una felonía a la Patria, delito grave contra la nación, contra toda la población venezolana.