A partir de este próximo domingo que divide el mes de julio por la
mitad más un día que, quedará en la Historia de Venezuela registrado
como un día fecundo, en que la oposición degolla al gobierno de un
tajo de sapiencia sin premeditación de ninguna clase en concentradas
colas y, lo pone contra la pared con un plebiscito que está ofertando
como exquisito en cómodas y bajas cuotas de sabor político que, sale
sin angustia de las agallas de la MUD, sin trancazo ni algarabía de
marchas, ni drogas, ni cóctel ni bombas molotov pues, será el día más
próspero que oposición alguna en el mundo: pondrá alcance de su pueblo
que se desvive por él y como tal lo coloca en el pedestal de más
acción sin muertos contra una ANC inconstitucional que, Maduro quiere
implantar a sabiendas que el secretario de la CEV monseñor Victor Hugo
Basabe, la ve desde lejos como una propuesta indignante al pueblo
venezolano, razón por la cual violan la Constitución que tanto ellos
defendieron en el pasado antes de su implantación como una niña de
Dios y, ahora en el presente como la gran señora con un manto sagrado
de justicia celestial de su iglesia.

Pero, por ahora el gran meollo de la oposición que no piensa dejar de
ser pacífica cien por ciento es que, si Trump se la lleva con Putin,
¿por qué ellos no se la llevan con Maduro? Tal como lo está exigiendo
la fiscal Luisa Ortega Díaz, quien busca conversar con él y con el
TSJ, que inteligentemente ha llegado a la conclusión que en la unión
está la fuerza y ella como la determinante del poder venezolano que
sabe muy bien que es ilegal y, que no, no sabe o, mejor dicho: sí sabe
para donde correr que hace tiempo que lo hace y, con plebiscito en
puerta antes de la ANC, está remolona que a lo mejor piensa que ni lo
uno ni lo otro y por causalidad, lo contrario y, así ni corre ni se
encarama y, sigue tan campante, determinando que en el juego de la
política unos ganas y otros pierden, pero que a ella de esa fiscalía
no la saca nadie y de ser así Maduro tendría que irse por "ilegal" de
tratar de enderezar lo torcido del poder.

Y como dicen los colombianos, la vaina en el país está que arde, nadie
quiere meter sus barbas en remojo con tantas llamas encendidas unas de
pasión, otras de revolución y, la más fuerte de golpe entubado que,
aunque la casa por cárcel entró de moda y seguido, no apacigua el
vainón que anda en el aire con los violentos metidos en un concentrado
de drogas que les da la fuerza de ver mejor el futuro de Venezuela y
bien cerca una intervención extrajera que, por eso ellos luchan y se
chamuscan a diario. Así se lucha destrozando el país en favor de la
justicia que debe venir de fuera desde que, a la señora Luisa Ortega
Díaz se le esfumó de la fiscalía.

Y es que cada día nos sorprende las acciones de los políticas de los
que se dicen que son políticos o, están metidos en política que
quieren tumbar el gobierno sin votos y, otros con su rabia interna de
ira masturbosa encienden el ventilador de su furia y, sin mirar en que
dirección hacen daño apuntan hacia el gobierno nacional que, está
alborozado de constituyentistas y sin medir consecuencias con la sola
razón de mantenerse en el cargo salpican de corrupto al ex ministro El
Troudi con Odebrecht con un carisma de odio inmoral al natural que
suelta en este caso la fiscal, al tratar de pescar en río revuelto a
través de la mujer y el suegro de aquél y, a eso hemos llegado por
personas que jamás debieron de ocupar el cargo que ocupan al violar la
confianza ingenua del comandante que bajo su mando se infiltraron
varias como "tigresas inocentes" de la misma cepa, tal cual anda por
allí la ex defensora del pueblo que no encuentra de qué palo ahorcarse
y nadie le para bolas, pero como han quedado como traidores flacos
quieren engordarse de canallas intrigas a ver si se acuerdan en lo
adelante de ellas como serviles.

Entonces amiga, amigo, combatientes, oportunistas, golpistas y, los
que siendo sinvergüenzas gozan de aclamación pulcra opositora, no deje
para otro domingo, lo que puede hacer este domingo, embarrarse el dedo
de... su buena fe y salga de una vez inflado de plebiscitario que eso
no se ve, sino una vez cada cien años cuando haya una MUD pensante en
grande y, a votar que su voto cuenta para acabar con este régimen que
nos tiene tragando saliva de angustia tras de angustia.