A mi modo de ver, la función del conocimiento debe ir más allá de combatir la ignorancia, simplemente; creo que el conocimiento debería aportarle al hombre elementos sine qua non para su desempeño exitoso en todo lo que se proponga hacer; y, sobremanera, para no ser un burro cargado de leña en vez de un burro cargado de letras (es que muchos doctores meten la coba).
Quiero pensar que no sea el caso, para mi fuero externo; mas, por sí las dípteras, tampoco lo sea a lo interno de mí; me consta que desde el PSUV hemos admirado sinceramente al compatriota Juan Barreto ya que él estuvo con nosotros durante buen tiempo y mala mar, pero estuvo; lo que fue tiene el mérito de haber sido; que ahora él ande en el umbral de la talanquera, por no decir que se coló por encima del dintel, eso es insustancial, lo que me mueve a retrucar sus enojosas necedades supuestamente vomitadas por él contra el PSUV, el partido de la revolución, el partido del Comandante Hugo Chávez y al que yo pertenezco, es que se trata de agresiones gratuitas; pero, además, es de resaltar el momento en que él pretende agredirnos.
Razón tiene el camarada Diosdado cuando sentencia que "maldición de burro mocho no llega al cielo"; a propósito, el compatriota Juan Barreto vociferó dislates un tanto balurdos, "ique" nosotros no ganaríamos ni siquiera la elección de una reina de carnaval e "ique" si lo uno e "ique" si lo otro y demás monsergas propias de un burro cargado de leña; o, dicho de otro modo, pareciera ser que el Doctor Juan Barreto plasmó su ópera prima con tal sarta de necedades.
A mi modo de ver, ese ex compañero Juan Barreto no es más ni menos que un simple menchevique cuya bastarda agresión rechazamos; no obstante ojalá que le vaya bien del otro lado.
La información envenenada fragiliza la percepción de la realidad pero el colmo del tema es que un periodista de la talla de Juan Barreto lo ignore y trate de hacerse el musiú.
Quiero pensar que el compatriota Juan Barreto sólo perdió el rumbo por un ratico mientras exploraba exquisiteces intelectuales; hay pensamientos elásticos, hay personas que no soportan la presión de las dificultades, por lo que se resquebrajan, se trata de que afloren sus debilidades íntimas y, sucumben; pero, por otra parte, existe la reflexión del pensamiento crítico, lo que constituye la magnífica esperanza de que no se haya dado el último capítulo.