A cinco (5) días de la elección de 537 voceros y voceras a la Asamblea Nacional Constituyente, complementada por ocho (8) voceros y voceras de nuestros pueblos indígenas, los cuales serán electos y electas de acuerdo a sus tradiciones y costumbres ancestrales, quiero expresar a través de estas líneas algunas de las razones por las que el Presidente Nicolás Maduro ha catalogado esta Asamblea Nacional Constituyente como el nuevo desencadenante histórico.
Esto es muy importante, porque las contradicciones que se están dando en el seno de nuestra sociedad occidental, no puede entenderse si no caracterizamos el actual momento político. La situación que estamos viviendo no solo es exclusiva de la República Bolivariana de Venezuela, sino en la América latinocaribeña y buena parte del mundo.
Si llegásemos a realizar un paralelismo histórico, el Comandante Chávez realizó la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente en el año 1999, cuando la correlación de fuerzas a nivel continental nos era totalmente desfavorable. Además de ello, en ese año 1999, no había recursos ni siquiera para pagar a los empleados públicos y empleadas públicas de ese año.
Una vez que fue aprobada mediante referendo popular la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y que el Comandante Inolvidable desarrollo, a través de las primeras 49 leyes habilitantes algunos de sus postulados, el imperio no podía permitir que el modelo venezolano siguiese avanzando, y ahí fue donde nos colocaron en una "lista negra".
De ahí vino el sangriento Golpe de Estado del 11 de abril de 2002, que pese a haber seguido los manuales del perfecto Golpe de Estado, en menos de 47 horas, la unidad cívico- militar sembrada por Chávez barrió a una de las dictaduras mas efímeras del continente, y del mundo hasta donde se recuerde.
Luego, en un proceso de reacomodo, de articulación y acumulación de fuerzas, la derecha lanza un nuevo zarpazo en diciembre de 2002 hasta febrero de 2003, con el paro-sabotaje económico y petrolero, para tratar de derrocar a Hugo Chávez. Nuevamente, fracasaron en su intento.
¿Pero, era este intento por derrocar a Hugo Chávez un intento caprichoso por parte del gobierno estadounidense en coordinación con sus aliados internacionales?
Cabría recordar la tragedia dada meses antes, aquel inolvidable 11 de septiembre de 2001, con la caída de las "Torres Gemelas" (además de ser un gran emblema del capitalismo mundial, cada día se refuerza la tesis que lo allí ocurrido se trató de un auto atentado, a través de una demolición controlada) para justificar la intervención militar y bombardeo a Afganistán y posteriormente a Irak.
Es importante recordar que al gobierno estadounidense de EEUU, que iba a una guerra con Irak, necesitaba salir de Chávez cuanto antes, para contar con la fuente segura y cercana de petróleo como lo es Venezuela, y con un gobierno títere y plegado a sus intereses, para poder saquear nuestras riquezas y recursos, en función de sus planes geopolíticos y del dominio del espectro global.
Recordemos lo que el General en Jefe e integrante del Estado Mayor de la Comandancia en Jefe, Jacinto Pérez Arcay, señaló en alguna oportunidad: "Vivimos en el mundo de los recursos limitados y las necesidades infinitas", esto a propósito de la voracidad del gobierno estadounidense por dominar los países con mayores reservas energéticas del planeta, para poder sostener su modelo de desarrollo.
Pero, asimismo, no podemos olvidar las declaraciones del general de cinco estrellas estadounidense, Wesley Clark, que en un video que aún se encuentra en la web, habló de las intervenciones militares que realizaría los Estados Unidos sobre seis países árabes y uno persa (Afganistán, Irak, Somalia, Libia, Yemen, Siria e Irán) en menos de cinco (5) años. He aquí el link de ese video: https://www.youtube.com/watch?v=GngpgCE5ubQ
Cabe recordar también que el coronel retirado del ejército estadounidense, Max Manwaring escribió "En Venezuela´s Hugo Chávez. Bolivarian Socialism and Asymmetric Warfare [El socialismo bolivariano de la Venezuela de Hugo Chávez y la guerra asimétrica] publicado por el Instituto de Estudios Estratégicos del Ejército Norteamericano en octubre del año 2005 y señala de Hugo Chávez como el "inteligente competidor» que …ni siquiera intentará derrotar a sus enemigos según sus condiciones. Por el contrario, tratará de cambiar el terreno de juego para apartarlo de confrontaciones militares convencionales y pasar a formas no tradicionales de ataque contra la estabilidad e integridad de una nación. Por ende, todo parece indicar que este astuto guerrero está preparado para desestabilizar, para facilitar los procesos de fracaso estatal y, así, «destruir para reconstruir» en una forma realmente revolucionaria. Resulta interesante que el coronel Manwaring se refiera al sistema político venezolano, el «bolivarianismo», como forma de «democracia popular» que también cataloga conjuntamente con los «narco-estados disfuncionales, problemáticos y criminales» que «ponen en peligro la seguridad, la paz y la prosperidad global». De manera que ahora las «democracias populares» son consideradas criminales y terroristas a los ojos del Ejército de los Estados Unidos. "
Manwaring, quien afirma que Chávez persigue «…todos los medios, desde la propaganda, el terrorismo y el narcotráfico, hasta la destrucción total de una sociedad determinada para lograr "sus" objetivos», recomienda «…una acción coherente y paciente que abarca todas las agencias de un gobierno específico y sus aliados internacionales. Ese tipo de acción incluiría la política, la democracia, la defensa, la inteligencia, la aplicación de las leyes y el desarrollo económico y social». En otras palabras, básicamente todo lo que el gobierno de los Estados Unidos está haciendo con Venezuela.
Manwaring admite que la guerra asimétrica es «el único tipo de guerra que los Estados Unidos han perdido» e indica que Chávez está provocando una «super insurgencia» por toda la región, que resuena entre un gran número de personas en Venezuela y América Latina, y que tendrá que considerarse como una suerte de «Ajedrez del Mago». Al considerar a Chávez como un «enemigo real e inteligente» que deberá ser enfrentado mediante un paradigma multidimensional y multinacional a nivel estratégico para un conflicto asimétrico contemporáneo, el coronel Manwaring recomienda una respuesta «civil-militar unificada» que comprenda la «naturaleza fundamental de la subversión y la insurgencia» y las formas en que las «consideraciones políticas y psicológicas inciden en el uso de la fuerza». Especialmente sugiere la utilización de los «medios de comunicación masiva locales y globales» y una «capacidad de inteligencia que trascienda aún más la norma actual» a fin de competir con Chávez. Evidentemente, el gobierno de los Estados Unidos ya ha estado poniendo en marcha estas medidas. La campaña de propaganda internacional contra Chávez se encuentra en su apogeo al igual que la nueva misión especial de la CIA destinada a concentrarse solamente en Venezuela y Cuba.
¿Sería entonces por eso, y cabría la posibilidad real de considerar que estas serían algunas de las razones por las que el Comandante Hugo Chávez pudo haber sido asesinado?
Es allí, lo que el hoy ex presidente ecuatoriano y líder histórico de la Revolución Ciudadana, Rafael Correa, ha señalado como la ofensiva de la restauración neoliberal de los Estados Unidos por este lado de la Patria Grande.
Pero, de este lado, el gran intelectual marxista boliviano, guerrillero y actual vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, entre los años 2014-2015 expresó que estaba por venir una nueva oleada revolucionaria en nuestro continente. Y esa era una de las principales razones por las que el imperialismo nos agrede con la fuerza con la que lo hace, para tratar de detener esos procesos históricos y culturales.
El actual momento político, económico, social que vive no solo Venezuela sino nuestra América, tanto los países del sur como el Caribe, incluso buena parte de los países europeos, si bien no es igual, si es muy análogo y similar a lo vivido en esos años 2002 y buena parte de 2003. Pero ese es un momento que no será permanente, y que sin duda vamos a superar.
El imperialismo tuvo algunas victorias importantes, quien puede negarlo: El derrocamiento de José Manuel "Mel" Zelaya en el año 2009; el Golpe Parlamentario en Paraguay a Fernando Lugo en 2012; la reelección de Santos en 2014; el triunfo de Mauricio Macri y en las parlamentarias en Venezuela en el 2015; el Golpe Parlamentario contra Dilma Rouseff en el 2016, son algunas muestras de esas victorias, tendentes a ese contraataque, buscando la reconquista de lo que ellos consideran su "patio trasero".
Pero de lo que muy poco se dice, es que el déficit fiscal en Estados Unidos es brutal (para el año 2012, el mismo llegaba a 114,5 billones de dólares). Pero, se estima que en el año 2020, el mismo puede llegar a 220 billones de dólares, y tal vez estas cifras se quedan cortas.
Y si a eso le agregamos, que el dólar es una moneda sin ningún tipo de sustento ( pues recordemos que Nixon en 1973 eliminó el "patrón oro"), el problema de Estados Unidos se agrava notablemente.
Nadie puede negar que Venezuela, al igual que nuestros países de la América Latina, haya vivido una fuerte conspiración luego del fallecimiento de Hugo Chávez. Sin duda estamos en un momento muy complejo y difícil por no re pensarnos y re direccionar la Revolución. Sin embargo, tampoco podemos despreciar los aciertos y avances obtenidos, en medio de la heroica resistencia que nos ha tocado afrontar en estos cuatro años y medio de esta gestión revolucionaria.
Debemos reconocer que la izquierda latinoamericana debe aprender de la derecha en la constancia de reunirse y del proceso de acumulación y articulación de las fuerzas. La derecha, en sus peores tiempos, fue constante en sus reuniones, en sus encuentros, y fue en un proceso planificado y constante de esa acumulación y articulación de las fuerzas, y luego que supo sacar del camino al gigante Chávez, lanzó una terrible ofensiva, con la intención de hacernos daño y acabar con la oleada revolucionaria en Suramérica y el Caribe, y por un instante lo logran.
Sin embargo, como el mismo García Linera lo ha señalado, y apoyamos su tesis, la nueva oleada revolucionaria en este continente ya se está asomando. Y daremos muestra con elementos de prueba, que sustentan esta afirmación.
En el año 2016, el Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua, logró imponerse en los comicios generales de noviembre, logrando la reelección de Daniel Ortega, y la elección de Rosario Murillo como vicepresidenta de esa hermana República, con no menos del 70% de los votos válidos emitidos.
En este año 2017, en el mes de abril, si la memoria no me falla, el compañero Lenin Voltaire Moreno Garcés, continuador del legado de la Revolución Ciudadana de Rafael Correa, es electo como Presidente de la República de Ecuador.
En el mes de agosto de este año, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner va a un proceso de elecciones primarias obligatorias para optar a una curul en el Senado Federal del Congreso argentino. Todas las encuestas la colocan en el primer lugar, y la posibilidad de que en el mes de octubre Fernández de Kirchner sea elegida senadora, con proyección a una eventual candidatura presidencial en ese país austral en el año 2019, si y solo si Macri logra terminar su período presidencial.
Fernando Lugo, ex presidente paraguayo y senador del parlamento de ese país, ha asumido la presidencia de dicha Cámara, y por ende del Congreso de ese país. ¿Posibilidad real de volver a la Presidencia de la República de Paraguay?
La dictadura del presidente no electo del Brasil, Michel Temer se desmorona en Brasil, y pese a la condena de nueve años y medio y todos los intentos por inhabilitarlo, Luis Inacio Lula Da Silva lidera todas las encuestas de cara a las elecciones presidenciales en Brasil el año que viene. Incluso con verdaderas posibilidades de que gané en la primera vuelta.
Esto sin contar que a partir de este segundo semestre, viene una importantísima recuperación de los precios del petróleo.
También el importante apoyo de países como Rusia y China a nuestro país, y sus llamados a Estados Unidos a no atacar a nuestro país.
Ni hablar de la reunión del Foro de Sao Paulo, donde se la he dado un espaldarazo importante a nuestro país con la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, la cual, no me cabe la menor duda, será de mayoría revolucionaria, y que conducirá a nuestro país por la senda de la irreversibilidad y del no retorno capitalista y neoliberal.
Sin duda, que las mayores contradicciones en este momento es entre capital versus trabajo, entre socialismo versus capitalismo, entre imperialismo y procesos de liberación nacional, entre restauración neoliberal versus nueva oleada revolucionaria.
Y es por ello, que la Asamblea Nacional Constituyente será el desencadenante histórico, que abrirá las anchas alamedas por donde vendrán las nuevas victorias de los procesos revolucionarios, no solo de nuestra amada Venezuela, sino de esta Patria Grande.
Por ello, la Constituyente ¡Si va!
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!