Hollywoodcracia y Miamicracia tan´ barato dame dos

Dos jovencitos venezolanos muy talentosos, uno recién egresado de la universidad, se fue a Chile a trabajar; y otra, su hermanita, también a punto de recibir su título, espera éste para seguir los mismos pasos pero hacia Miami, posiblemente.

Los vi crecer desde el maternal, a veces yo me turnaba con su padre, mi compadre querido, para llevarlos o traerlos para o de la escuela, junto con los míos y así transcurrió un tiempo la mar de bonito hasta que ellos, de parte y parte aprendieron a defenderse por sí mismos, y así como un pajarito al que le abren la puertecita de la jaula en que estaba injustamente preso, salen a tratar de volar por encima de las más altas montañas.

Te diré que los estudios del kínder, la primaria, el bachiller y la universidad e inclusive lo del postgrado acá en Venezuela son y cada día más, completamente gratuitos y casi obligatorios, especialmente a partir de la llegada del Comandante Hugo Chávez a la cabeza de la revolución bolivariana; caso contrario, antes, cuando la tendencia era la privatización de la enseñanza de los muchachos, de las empresas del Estado, de todos los recursos naturales e inclusive del Seguro Social de los trabajadores, tal como en Chile donde gobierna la señorita Michel Pinocheta.

Bueno, qué casualidad que en Chile la educación sea casi enteramente privada pero que Venezuela tenga que formar profesionales que vayan a servirle a Chile pero sin compensación para nuestra patria, así que esa brasita ardiente tiene que ser objeto de estudio de la Asamblea Nacional Constituyente; yo creo que hay que meterle los ojos a esa cuestión porque si el Estado hizo una cuantiosa inversión para no recibir compensación con el trabajo de los egresados universitarios, entonces le estamos poniendo una tranca al desarrollo de otros niños que vienen brotando.

Otra cosa es el caso de la Cuba heroica cuyos profesionales han venido por miles a darnos una mano, generosamente; y, puesto que se trata de un caso muy específico, sugiero por favor no confundir la gimnasia con la magnesia.

Tengo entendido que el Estado Venezolano subvenciona inclusive colegios y universidades privadas, así que quienes se forman en esos lugares también disfrutan de la mano abierta del Estado revolucionario y bolivariano.

También es notable, pero mayormente ciertos egresados de encopetadas universidades privadas de aquí y que llevan encima el sello del aporte de la revolución, se han ido a Miami, aunque en tal caso, a lavar pocetas y a parquear carros, entre otras cuestiones; mas, estar en Miami les hace salir la baba hasta por los ojos, en vez de restearse con su patria y poner su esfuerzo al servicio de los suyos; otros, especialmente artistas, se fijan meta hacia Hollywood aunque en el ínterin tengan que arrastrase en un colchón o arrastrarse ofendiendo a su propia patria a cambio de un casting para acceder a un tramo de la escalera de la fama ahí.

La Hollywoodcracia o la Miamicracia ha sido y es una forma de agazapada y colonial guerra imperialista no sólo contra Venezuela sino contra todos nuestros pueblos, sin excepción alguna; y no hay peor colonialismo que el colonialismo cultural; el centro de la batalla es la cabeza; el imperialismo pugna por meter de una y mil formas mierda en la cabeza de nuestros muchachos.

A propósito, hace poco supe de unas estupideces proferidas por el buen director de orquestas Gustavo Dudamel -quien por cierto hoy día es una estrella hollydocrática- contra el gobierno gracias al cual aportó y aporta generosamente para su formación y su disfrute copioso en lujos y parafernalias; pero así es la vida, de malagradecidos haya una mara y un canasto.

¡Hollywoodcracia y Miamicracia tan´ barato dame dos!


 



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Guillermo Guzmán


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