Según acabamos de observarlo en la entrega reciente sobre este mismo tema el comerciante importador (fabricante incluido) habría obtenido una ganancia irregular = 100% del costo en bolívares por concepto de inversión en insumos nacionales. Con fines demostrativos transcribimos parte de artículo anterior:
"1.000 Bs.F/10$ = paridad cambiaria o moneda internacional: 1 dólar = 100 Bs.F.
1.000 Bs.F = 1.000 Bs.F, moneda nacional.
Costo del inventario = 2.000 Bs. F.
Si el Estado necesita lanzar nuevas monedas al mercado, por ejemplo, para comprar excedentes nuevos de producción artesanal o agrícola, entonces, según la perversa fórmula cambiaria, por ejemplo, un incremento monetario = 1.000 Bs.F.
Ahora tenemos, para insumos nacionales constantes:
2.000 Bs. F/10$ = nueva paridad cambiaria o moneda internacional: 1 dólar = 200 Bs. F.
Costo sincero del nuevo inventario = 3.000 Bs.F.
Costo falso del mismo inventario = 4.000 Bs. F."
Allí vemos que, aparte de la tasa de ganancia que obtendría por ese nuevo costo o inversión (tasa de g. permitida por el Estado), este comerciante que, lo dijimos, no tiene nada de pendejo por la sola razón de ser "comerciante", ya se habría ganado 100% de la porción de su costo aplicada a la compra de insumos nacionales = 1.000 Bs. F.
Como a esta ganancia le aplicará la tasa permitida, estamos en presencia de una suerte de anatocismo comercial uobtención de ganancias sobre ganancias dentro de un mismo ejercicio económico.
Corolario: la forma única de evitar estas especulaciones recicladas sería discriminando el circulante nacional y, para la determinación de la paridad cambiaria considerar sólo los bolívares que se estime invertiría el importador en la compra de dólares.
Obviamente, en el numerador de la fórmula cambiaria no tiene por qué aparecer el monto en dinero que requiera en bolívares la Economía para cubrir necesidades estrictamente nacionales o no satisfactibles con importaciones de ninguna naturaleza[1].
Hacemos una humilde solicitud al Banco Central de Venezuela, a Sudeban, así como a los expertos financieros que asesoran a estas entidades oficiales más los correspondientes profesionales del equipo presidencial para que objeten, si fuere el caso, estas modestas observaciones, o procedan en consecuencia porque el pueblo ya está cansado de que el comerciante lo estafe ante la nariz del propio Estado, y mucho teme que ni la ANC podrá tomar soluciones eficaces ya que la base de estas estafas está en la fórmula cambiaria impuesta por el FMI ya que si el patrón monetario fuera el oro, otro gallo cantaría.
P. D. 1: Con esta fórmula anatocista, pasa lo que sufren los precios en alza cuando el Ejecutivo Nacional decreta algún ajuste salarial como efecto de las previas alzas de precios que gracias a esa fórmula cambiaria aplica el comerciante.
Efectivamente, este comerciante carga porcentualmente al precio anterior de sus mercancías todo el incremento salarial. Así, carga por ejemplo 50% al precio actual de venta, a pesar de que en precio previo hay insumos varios que no suben de precio sino sólo su componente salarial.
P. D. 2: Independientemente de que se trate de "dolartoday" o del dólar DICOM, el comerciante está recargando el precio por concepto de un costo inexistente por cuanto devalúa la moneda nacional que no interviene para nada en el Comercio Exterior. Sólo con el patrón oro todos los bolívares valen lo mismo, según su valor nominal. Sólo la reconfiguración de esa fórmula ayudaría a resolver este enrevesado problema.
[1] EE. UU. y su Fondo Monetario Internacional se han encargado de estandarizar la fórmula cambiaria con dinero fiduciario, de tal manera que las economías del mundo vean frenado su desarrollo industrial ya que las inversiones que requieran dólares necesariamente, a través de esa perversa formula, verán su moneda devaluada en proporción directa al monto de sus necesidades de circulante destinado a compras domésticas que no incluyan en sus costos dólar aluno.
