¿Qué tiene que ver Morín y la complejidad con la revolución venezolana? (2)

Morín no aborda el problema de la estratificación social, las clases sociales, ni el capitalismo, ni los imperios. Democracia sin justicia económica es solo civismo ciudadano. Sobre otro tema y a nuestro modo de ver, cuando Morín explica los antecedentes de la complejidad sobre todo en lo relacionado al papel de la incertidumbre y "la incapacidad de evitar contradicciones" no otorga reconocimiento alguno ni al racionalismo poperiano (falsación) y a la dialéctica marxista, entre otras corrientes.

En su obra Introducción al Pensamiento Complejo (1995) Morín afirma que: "Podemos decir que aquello que es complejo recupera, por una parte, al mundo empírico, la incertidumbre, la incapacidad de lograr la certeza, de formular una Ley, de concebir un orden absoluto, y recupera, por otra parte algo relacionado con la lógica, es decir, con la incapacidad de evitar contradicciones" (p.99).

Cuando Morín afirma que "En la visión clásica cuando una contradicción aparecía en un razonamiento, era una señal de error. Significaba dar marcha atrás y emprender otro razonamiento. Pero en la visión compleja, cuando se llega por vías empírico-racionales a contradicciones, ello no significa un error sino el hallazgo de una capa profunda de la realidad, que, justamente porque es profunda, no puede ser traducida a nuestra lógica". (p.100).

Morín habla de sus tres principios de la dialógica, la recursividad y el holograma para poder explicar y sustentar su pensamiento complejo, para nosotros todos estos asuntos ya habían sido abordados por Marx en los conceptos de dialéctica, historia y totalidad. Para Marx las contradicciones son inherentes a la realidad, no se trata de concebirlas sino que están y tienen que estar siempre en el abordaje de la realidad. La totalidad es la relación dialéctica e inseparable de lo concreto y lo diverso para obtener la síntesis, que no es nunca una simplificación sino precisamente la representación abstracta de la totalidad. En sus Manuscritos Económicos (1974) Marx afirma: "Lo concreto es concreto porque es la síntesis de múltiples determinaciones, por lo tanto unidad de lo múltiple. Aparece en el pensar como proceso de síntesis, como resultado, no como punto de partida…"

Marx hace referencia a que el análisis de la realidad es siempre en el marco de la historia de los procesos y actores. En su Anti-Dühring, Engels expone que las tres leyes fundamentales de la dialéctica son: La ley de la unidad y lucha de contrarios, la ley de la transformación de los cambios cuantitativos a los cualitativos y la ley de la negación de la negación. Pero a diferencia de Morín, Marx no habla de la sociedad en abstracto sino que la contextualiza en el marco de los modos de producción dominantes y la formación social y económica existente y no cae en la acriticidad y en los desencantos postmodernos sino que por el contrario llama al compromiso y la acción.

Por cierto cuando Morín en Introducción al Pensamiento Complejo (1995) se refiere a las dos revoluciones científicas del siglo pasado solo hace alusión a pensadores franceses, demostrando su reduccionismo nacionalista (p.119).

La Complejidad de Morín desconoce hasta la propia historia y los antecedentes que dieron surgimiento a esta postura, lo peor es que muchos de sus seguidores se han adueñado de los termino "complejo" y "complejidad", como si les pertenecieran, y cuando intentamos usarlos fuera del pensamiento moriniano no falta quien se atreva a reclamarnos la referencia al "Padre intelectual francés", precisamente ante una posmodernidad que pregona el fin de los padres intelectuales, menos los de ellos, claro esta. Para Carlos Reynoso (2008):

El hecho es que el modelo moriniano elude todo tratamiento de las teorías y métodos del último cuarto de siglo en el terreno complejo y no logra retratar con fidelidad la literatura sistémica anterior. En tanto lectura científica se halla sobredeterminada por el afán de impartir premios y condenas en función de criterios sectarios que a fuerza de ser pequeños resultan consabidos, y por el empeño de Morin de constituirse en el mediador por excelencia entre cierta región de la ciencia y las humanidades como si ningún otro pensador hubiera explorado ese espacio. (p.2).

Más adelante agrega:

Cada vez que participo en discusiones sobre Morin, sus defensores enarbolan saberes que le son distantes y le preceden en el tiempo como si le fueran propios y representativos; aquí es donde traen a cuento la inevitable apología de ideas como la organización, la emergencia, la recursividad, la no-linealidad, la morfogénesis, el pensamiento complejo y hasta la complejidad misma. Pero ni uno solo de esos conceptos magníficos es suyo y raya en lo ofensivo que alguien crea que lo son; todos se originan en los tiempos inaugurales de las disciplinas complejas, o antes, y aunque quede mal decirlo tan frontalmente él no ha contribuido ni a su esclarecimiento en el plano formal ni a su correcta exégesis. (p.18).

Para esto, Salvador Paniker (1987) nos remonta a la larga y enmarañada historia de La Complejidad:

Ya en 1948 Warren Weaver había publicado un célebre artículo titulado, precisamente, Ciencia y complejidad. No mucho antes, Norbert Wiener había formulado la propuesta de una nueva disciplina llamada cibernética. Vinieron luego la teoría de la información de Shannon, la teoría de la computación de Turing, la algorítmica de Kolmogorov, los libros de Edgar Morin... Así se fue gestando lo que hoy llamamos "paradigma de la complejidad organizada", para distinguirlo del de la complejidad desorganizada, nacido en el siglo XIX, con la termodinámica y la mecánica estadística. Surge el concepto de autoorganización, que tiene su origen en los primeros años de la cibernética, cuando los científicos comienzan a construir modelos matemáticos para las redes neuronales. Más tarde, Heinz von Foerster explica el principio del "orden a partir del ruido", Ilya Prigogine expone la teoría de las "estructuras disipativas", se comprueba que la descripción matemática de estos fenómenos es en términos de ecuaciones no lineales, comienza a hablarse de complejidad "emergente". Se generaliza el concepto de ecología. (p.17.)

Aunque reconocemos el papel del pensamiento no racional, lo espiritual, lo emotivo en la construcción del conocimiento humano esto no nos puede llegar a negar a la propia ciencia, tal como vemos en las siguientes palabras de Morín que rallan en lo irracional y anticientífico: "Estamos condenados al pensamiento incierto, aun pensamiento acribillado de agujeros, a un pensamiento que no tiene ningún fundamento absoluto de certidumbre" (p.101) "No hay fronteras netas entre la paranoia, la racionalización y la racionalidad" p.103).

Según esta afirmación pareciera que lo único cierto es la propia Complejidad, si esto fuera verdad (la única verdad, según Morín) señores no hay nada que hacer, cerremos laboratorios, universidades, instintos de investigación, la ciencia ha muerto. Solo nos queda La Complejidad que para lo único que nos sirve es para saber que nada podemos hacer.



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Pedro Rodríguez Rojas

Sociólogo e historiador (UCV). Magister en Historia Económica (UCV). Maestría en Tecnología Educativa (UNESR). Doctorado en Ciencias Económicas y Sociales. (UCV). Doctorado en Historia (UCV). Ha sido docente de Pre y Postrado en la UCLA, UNA, UPEL. Actualmente de la UNESR en la categoría de Titular. Ha sido investigador del Centro de Historia para la América Latina y el Caribe, OEA, CELARG, Congreso de la República, Centro OPEP, entre otros. Ha sido Asistente de Investigación de los Doctores Ramón J. Velásquez, Federico Brito Figueroa, Héctor Malavé Mata y D.F. Maza Zavala, entre otros. Ex-Director de Postrado de la Universidad Simón Rodríguez-.Barquisimeto. Ex Coordinador del postgrado en Gerencia Cultural. Coordinador del doctorado de educación UNESR. Coordinador de la Línea de Investigación Filosofía y Sociopolítica de la Educación del Doctorado en Ciencias de la Educación. Presidente de la Asociación Civil Museo Histórico Lisandro Alvarado 2002-2010. El Tocuyo. Miembro fundador de la comisión de recursos hídricos de El Estado Lara .Asesor de la Misión Sucre y Aldea Universitaria de Morán. Vocero asesor de consejo comunal Los tres brazos y San Pedro. Entre los reconocimientos recibidos podemos mencionar: Premio Regional (Lara) sobre la obra de Andrés Eloy Blanco (1996). Premio Estimulo al Investigador UNESR, mayor productividad Científica del Núcleo Barquisimeto desde 1997 hasta la actualidad. Investigador ONCIT PEI Nivel. C. Premio CONABA. Premio Ensayo Histórico: Federico Brito Figueroa, Aragua 2001. Premio Ensayo Antonio Arráez: 450 años de la fundación de Barquisimeto, .2002. Premio Ensayo Educativo, Universidad de Oriente, 2004, Premio Primer Concurso Historia de Barrio Adentro del Ministerio de la Cultura, 2009. Premio sobre Legado de Chávez, Maturín, (2013). Premio Literario Rafael María Baralt, Maracaibo (2014). Más de sesenta publicaciones entre libros y artículos en revistas arbitradas a nivel nacional e internacional sobre ciencias sociales y filosofía. Es articulista en varios periódicos a nivel nacional. Coordinador de la Revista de filosofía de la educación TERÊ. Entre sus libros podemos mencionar: Juan Pablo Pérez Alfonzo, La economía venezolana, La Universidad frente a la globalización y la posmodernidad, Pensar América latina, América latina en la globalización, Educación para el Siglo XXI y La Ética Socialista. Junto a Janette García Yépez ha escrito varios libros sobre la historia de El Tocuyo, a saber: Personalidades tocuyanas, La cultura tocuyana, La cañicultura en El Tocuyo, El café y los resguardos indígenas en Morán, Crónicas tocuyanas, El Rio Tocuyo, la educación secundaria en El Tocuyo, La vida cotidiana en El Tocuyo, Memoria fotográfica de El Tocuyo, La Personalidad Intima de Lisandro Alvarado y Cultura y Tradiciones Tocuyanas.

 pedrorodriguezrojas@gmail.com

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