Me permito pensar que el señor Rothe desea que fuera real la lucha de clases dentro de la ANC, pero, cuando mucho, creo que se trata de una puesta en escena, muy inspiradora para muchos, pero, solo es una apariencia, la cual durará hasta que los constituyentes empresarios (privados), decidan hasta cuando es suficiente hablar fruslerías, y declaren: "dejémonos de payasadas y caminemos sobre lo que importa: las garantía económicas".
Schemel prometió revisar las expropiaciones: hay que ofrecer garantías a la actividad privada. El presidente Maduro estuvo "tirando la casa por la ventana" ofreciendo ventajas y ventajas a los inversionistas, por lo menos antes de las sanciones de Gobierno de Trump, para que las empresas Norteamericanas comieran del lomito de la renta, petrolera y ahora minera. Así mismo le diría al doctor Lupa: "El poder en la Asamblea, camarada Rothe, minimiza la lucha de clase a los niveles retóricos de una evocación histórica, o literaria, a algunas formas de pedantería. Dentro de la ANC, el capitalista todavía da las órdenes, la lucha de clases es solo un deseo de los que no formamos parte de la Asamblea".
Pensemos en la presidenta de la ANC. Delcy Rodríguez maneja muy bien la dignidad del pueblo venezolano en el discurso. Emociona y convence. Delcy fue canciller y se ha acostumbrado a hablar del país a los que no viven en él. Hoy en una rueda de prensa internacional hace lo mismo con la misma emoción, y su indignación convence. Pero hasta ahí los límites de su dignidad, más allá, la realidad la desaparece en un soplo.
Es sencillo: un pueblo digno vive dignamente; no hay mercaderes que lo cacheteen, no le revisan las carteras a ver si se alguno se ha robado una lata de atún. Los bancos no le administran su dinero, sus pensiones y sus sueldos pírricos ¿De cuál pueblo digno hablan? ¿Aquel que se hace rico con la miseria y el fracaso de los demás o del pueblo que fracasa? Venezuela no soporta mucha "dignidad" de esa clase, fraccionada, partida en dos pedazos, y en pedazos.
Mintiendo. Tampoco así se puede alzar la cabeza ante el imperio. Y lo más "indignante" es que el imperio conoce ya la pusilanimidad de estos líderes fantasmagóricos, quienes ahora le tienden la mano al monstruo y más adelante denuncian a gritos su maluqueza.
La identidad es fundamental para convencer; ni siquiera hace falta actuar con absoluta sinceridad, si conservamos una identidad entre lo que decimos y lo que hacemos. Pero, ni siquiera eso lo hacen. Los discursos han sustituido la realidad, el histrión a la pasión con la cual se expresan, y muestran en el fondo un fuerte deseo de que todo sea real, al menos en los pocos minutos que dura la función, es decir, los discursos, las arengas y las subsiguientes solicitudes vergonzosas de paz (Esa combinación de "géneros retóricos" y dramáticos no ha variado en cuatro años).
Mientras tanto, otra labia menos dramática ha negociado y sigue calculando con el enemigo los términos del poder; un espacio de importancia dentro de la forma pendular del poder, en otra patraña de socialdemocracia, disfrazada de socialismo (disimulada de socialismo): ¡Una caja de comida mensual nada tiene que ver con el socialismo!, mucho menos cuando cada caja de comida equivale a que un mercachifle se robe miles de dólares; el socialismo no hace que los mercachifles y los banqueros se hagan millonarios con el hambre y las necesidades de la población… en el socialismo no se entrega la soberanía de la nación a las trasnacionales… Otra vez.
Lucha de clases, amigo Rothe, cuando luchamos; cuando reconocemos dónde está el enemigo y quien lo representa, y hacia allá dirigimos los esfuerzos de cambios revolucionarios… ¡Claro que hay una lucha de clases!, pero en otros espacios. Esta lucha se manifiesta en una acción de resistencia a todos los valores burgueses, ahí se lucha; cuando no aceptamos pactar con el capitalismo y a creer las patrañas del capitalismo; ahí hay una forma de lucha de clases, en las prácticas políticas revolucionarias. Por eso digo, lucha de clases cuando se lucha; ella no puede ser otra forma más de retórica o de teatralidad.
28/08/2017