En "Concebir la cultura como un producto social, antes que sólo como un adorno", https://www.aporrea.org/actualidad/a107823.html y que os adjunte arriba, dejo algunas reflexiones que bien podrían servirle al señor Gustavo Dudamel.
Dado su afamado prestigio -y que ninguno de nosotros los venezolanos quienes trabajamos como burros para sostener al Estado, que a su vez le manda dinero a él para que se vacile una vidorra internacional, se lo negamos- él sujeto de marras debe ser más comedido en sus expresiones pretendidamente contra nuestro gobierno nacional pero que en última instancia son contra el pueblo venezolano.
Ese señor Gustavo Dudamel, aparte de su notable talento como batutista tiene muchos cables pelados, por lo que sería recomendable que él deje de estar alborotando el avispero.
Con nosotros, señor Dudamel, ¡pachanga no, y tristeza tampoco!; quizá usted no sea el primero ni el último artista al que el enemigo de nuestra patria le pague alguito para tratar de ofender al Presidente Nicolás Maduro; por la plata baila el perro; mas, la elección de gobernadores decretada por nuestra Asamblea Nacional Constituyente, y que parece ser el quid de la cuestión, si va este domingo próximo.
El señor Dudamel quiere confundir la gimnasia con la magnesia, dice que se siente muy triste seguramente porque no le financiamos su turismo internacional pero él debe asumir que la tristeza es inútil.
¡Señor Dudamel, vaya a lavarse ese paltó!, ¿"oyó"?; ¡usted, a zapatear para otro lado!
En "Concebir la cultura como un producto social, antes que sólo como un adorno", https://www.aporrea.org/actualidad/a107823.html y que os adjunte arriba, dejo algunas reflexiones que bien podrían servirle al señor Gustavo Dudamel.
Dado su afamado prestigio -y que ninguno de nosotros los venezolanos quienes trabajamos como burros para sostener al Estado, que a su vez le manda dinero a él para que se vacile una vidorra internacional, se lo negamos- él sujeto de marras debe ser más comedido en sus expresiones pretendidamente contra nuestro gobierno nacional pero que en última instancia son contra el pueblo venezolano.
Ese señor Gustavo Dudamel, aparte de su notable talento como batutista tiene muchos cables pelados, por lo que sería recomendable que él deje de estar alborotando el avispero.
Con nosotros, señor Dudamel, ¡pachanga no, y tristeza tampoco!; quizá usted no sea el primero ni el último artista al que el enemigo de nuestra patria le pague alguito para tratar de ofender al Presidente Nicolás Maduro; por la plata baila el perro; mas, la elección de gobernadores decretada por nuestra Asamblea Nacional Constituyente, y que parece ser el quid de la cuestión, si va este domingo próximo.
El señor Dudamel quiere confundir la gimnasia con la magnesia, dice que se siente muy triste seguramente porque no le financiamos su turismo internacional pero él debe asumir que la tristeza es inútil.
¡Señor Dudamel, vaya a lavarse ese paltó!, ¿"oyó"?; ¡usted, a zapatear para otro lado!