Fui a votar y voté nulo por desconfiado sin perturbación

No sé si es de mala o buena suerte lo que me pasó antes de meterlo dobladito en la urna donde pagan justos por pecadores que obligados o, a su libre albedrío por no decir, a su interés, dejan constancia de sus contradicciones como de sus caprichos partidistas si de verdad lo hacen a su gusto, aunque hay muchos resentidos cuando de elecciones se trata que al votar es como se desquitan de quien no hizo nada por él desde el poder o, por quien no siendo poder quiere el poder, para joder a los demás que no votaron por él.

Mire usted que me levanté tempranito -rodilla en tierra- y después de verme un buen rato en el espejo a ver si descubría otra personalidad por ser el día de las elecciones de gobernadores y, sin descubrir nada con la lengua afuera me bañé con jabón azul, ya que de olor no conseguí que fuera para la ocasión de ir "gueleroso" de ayudar al posible triunfador que me impusieron como siempre -ése es el candidato y ése fue-, porque eso de perdedor me resbala como la resbalada que me eché cuando me equivoque que, en vez de correr de primera a segunda, me vine de primera al plato y caí ensartado lo mismo que un mismo ignorante político por no ofenderme como un mismo analfabeta político que, en tal caso me ofende, pero según mi caso lo mismo da, porque eso de marcar a la vez a los dos candidatos en pantalla y votar por los dos, el del Psuv y el de la MUD, fue como un castigo que la máquina me solto nulo, aunque zapateé con rabia, tuve que meterlo nulo y salí con mi cara de vergüenza que al estar en mi casa, me volví a mirar de nuevo en el espejo de mis desnudez y ahora sí me veo como otro, como un traidor que se presta a votar sucio (me salva que el voto es secreto, pero sin perdón).

Disculparme no me da el perdón que me merezco y como si fuera poco ando de brazos caídos y con la mirada perdida que a medida que avanzan las horas y si llegado el caso en el escrutinio final hubiera un empate por mi craso error e involuntario, como involutario me presté a ser un mal compañero que lucha por el socialismo de que los nuestros lleguen al poder a disfrutar y nosotros, otra vez, a padecer que es lo que ganamos después de depositar nuestro voto que a alguien ayuda, pero esta vez no (no me envalentona decirlo, pero algo es algo).

Quería emborracharme, es decir, meterme una pea, declarándome de una vez un perdedor que perdió los hilos de llevar a mi ejemplar político como candidato al poder, pero lo que ahora más me molesta es que tampoco "ajumarme" puedo, porque hay ley seca, vicio que se han cogido de moda en nuestro país, cada vez que hay elecciones que nos implantan una ley seca que por dónde se le mira nos perjudica, para desohogarnos más temprano que tarde y, no sé porque una cosa tiene que ver con la otra, claro si me dicen que no se puede botar borracho, que no se puede llegar al centro de votación con un carterita de licor y, lo peor como descongestionante es que, aunque impongan ley seca, se bebe más que cualquier otro domingo en todo el territorio nacional.

Y lo otro que también desarma al país en educación es que antes de las elecciones el ME prohíbe la entrada a clases por ocho o más día sí en sólo dos día se puede hacer lo que se va a hacer para instalar todo lo que tiene que ver con las elecciones y no hay necesidad que le quiten a los estudiantes tantos días que, con dos es más que suficiente y ojala la ANC meta el ojo y haga la corrección a tiempo de no más perdera de actividades escolares por unas simples elecciones que pareciera que más perjudican por tan malas consecuencias que dejan, bueno, pero así somos y así seremos de guachafita en guachafita, con eso no se culturiza la Patria y, si alguien lo cree no es verdad.

Así que quedé desmoralizado con un trauma tan epiléptico como mi error que secuelas negativas hacia la democracia participativa me dejará y con el terror de la desconfianza de haber metido mal no mis patas, sino mis dedos y, si el síndrome de votar mal me persigue me veré en la triste situación de acudir al Tribunal Supremo de Almagro en la OEA, a ver si me dan un sigilo de importancia y me ponen a votar bien por Venezuela sin que Maduro me presione, pero tampoco la MUD y, no dejaré de pedirle perdón a Dios por tan circunscrito proceder que me tiene de mal en peor y sin saber los resultados aún.

 



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Esteban Rojas


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