El artículo del Dr. Claudio Mendoza, investigador del IVIC, el cual
apareció en el diario El Nacional, el miércoles 13 de Septiembre, titulado
Masa crítica; intenta, en forma por demás descarada, luego de dedicar el
90% de sus líneas a repetir la recontraconocida historia de la energía
atómica; hacer creer que el gobierno de Venezuela se encuentra en una
desenfrenada carrera, en la fabricación de un arma nuclear.
No dudo en considerar como descarada esa actitud, burlándose de nuestra
inteligencia, por cuanto intenta contrabandear una idea obsesiva (¡la
locura nuclear de Chávez!), mediante un introito de dudosa cultura, una
historia aburrida con aires de sofisticación, y un corolario avejentado,
fastidioso y engreído: “Explotaremos entonces la energía nuclear obviando
a los físicos” Ni modo, camarada.
Todavía recuerdo que a principios del 2003, en pleno petrogolpe, un grupo
de unos doscientos y pico de profesores e investigadores venezolanos,
entre los cuales se encontraba el Dr. Mendoza, publicó en el extranjero un
manifiesto; que puede ser considerado como el pináculo de sus ideas
políticas y filosóficas: “Defender la democracia es defender la libertad y
los derechos humanos”. Recuerdo también que en ese momento, aunque ellos
no lo sabían aún, las informaciones que manejábamos en la red que habíamos
montado; indicaban el inminente colapso de la agotada oposición. Como
siempre, los “intelectuales” habían llegado tarde al banquete, y le
presentaban al mundo su tarjeta de invitación, con el fin de gozar el
privilegio de repartirse los pedazos del país.
Como le dije a un amigo en ese momento: si ese manifiesto representa el
fruto de la inteligencia, del análisis histórico-conceptual de las
realidades objetivas de la República, de un grupo de connotados
venezolanos militantes de la oposición, no tenemos entonces de qué
preocuparnos. La batalla, tan duramente disputada, estaba ganada.
Luego de la publicación de Masa crítica, se quiere hacer creer que eso
representa apenas un ejercicio intelectual, una hipótesis académica, una
especie de juego discursivo para liberar las tensiones; ¿dicho, sin
embargo, por alguien que trabaja como físico-investigador en el Instituto
Venezolano de Investigaciones Científicas, el cual ha sido blanco, junto a
otras instituciones, de “informaciones” acerca de “posibles” actividades
nucleares, mediante “fuentes no confirmadas” o que “pidieron guardar el
anonimato” (expresiones que han aparecido en los medios de comunicación);
cuya autoría apunta a publicaciones y personajes ligados a órganos de
inteligencia de EE.UU.? Eso parece poco probable.
La amenaza, real, de invasión, con toda su carga de muerte, sangre,
depravación, que pesa sobre Irán; debe servir de punto de inflexión a los
irresponsables, que como el Dr. Mendoza, arrojan al boleo frases,
pensamientos, acciones veladas, que por su subjetividad, carencia de
pruebas y rigor científico; son intelectualmente inaceptables. La posesión
de Armas de Destrucción Masiva en Irak, el incidente de Bahía de Tonkin en
Vietnam, o el Hundimiento del Maine en La Habana; representan algunos
ejemplos, por demás comprobados, de cómo una vulgar mentira es utilizada
para destruir un país. No sean ingenuos caballeros.
*Juan Carlos Villegas Febres
Facultad de Ciencias
Universidad de Los Andes
PD: El comunicado de un grupo de “Asociaciones Científicas”, defendiendo
al Dr. Claudio Mendoza, al cual definen como un “físico de renombre
internacional y poseedor de galardones académicos y reconocimientos de
gran relevancia”; es poco menos que infantil ¡¿Y eso qué tiene que ver con
el asunto expuesto por él en El Nacional?! No pongo en duda sus
charreteras. Pero resulta sumamente preocupante que la verdad pretenda
basarse en una (verdadera o supuesta) autoridad académica, como sucedía en
el medioevo europeo; y no en la presentación y exposición rigurosa,
objetiva, de las ideas y el pensamiento científicos. Tenemos entonces que
creer en él !!por qué es un individuo muy galardonado!! Es una defensa
pobre, patibularia. Que escriba y opine con la misma rigurosidad con que,
estoy seguro, acostumbra escribir sus “papers”. No merecemos leer
literatura para el entretenimiento dominical de gente ociosa.