Venezuela, explota en una lucha por controlar el poder a nivel político, mientras los ciudadanos libran una dura batalla en las calles para conseguir lo necesario para sobrevivir, lo que indica que nuestros rostros se encuentran apagados y, la vida se les escapa a los ciudadanos que observan como las disputas obvian temas de reconciliación nacional.
En Venezuela, existe un desabasto de algunas medicinas, productos alimenticios, un efecto colateral del bloqueo económico que se ha impuesto desde Estados Unidos, pero también se origina por la especulación de algunos empresarios dedicados a este sector productivo, como el agrícola.
El pragmatismo político y la capacidad de grupos políticos para maniobrar y de una manera informal pactar con el gobierno bolivariano a espalda de los territorios que controlan, reflejan que la oposición, poco detalla su capacidad de poder mediático y trata de enderezar las encuestas para encabezar movimientos populistas y ganar de una manera fácil, las próximas elecciones municipales y, luego las presidenciales.
Es necesario, refundar la República, teniendo como marco de referencia el núcleo familiar y, el territorio ocupado, como residencia de ellos mismos.
En la sede partidista- Psuv- nadie hace ningún comentario, les queda claro que se adelantaron los tiempos electorales y coinciden que habrá una elección donde la guerra sucia y el ventajismo será la constante; por eso, las emisiones de alertas consideraron algunos compañeros, como muy probable que el bipartidismo llegue a su fin en el 2018.
Hay que dejar el silencio atrás, los temas deben revalorarse y, debemos ir a las puertas de las fábricas y universidades para elevar una posición seria ante el debate de cualquier tema del proceso revolucionario. Las autocriticas, deben llevarnos a un debate serio y audiencia fortalecida.
Bajo este clima de hostilidad los gobiernos chino y ruso se muestran sumamente preocupados, advierten que una conflagración entre Estados Unidos y Corea del Norte sería catastrófica para la región y consideran que las provocaciones mutuas aumentan el riesgo de esa posibilidad.
Ahora se juega a la lealtad. Pero, los seguidores aman incondicionalmente, sin recibir nada a cambio, pero, a pesar de las diferencias, existe afianzamiento y lidiar con polémicas, ya se ha constituido en una estrategia, Maduro, solo observa los efectos colaterales y la oposición se atrinchera, porque no tiene punteros para regir una campaña, es una tierra sin líderes, porque el presidente Nicolás Maduro Moros, menos lo es.
Las encuestas, expresan lo mismo y rozan con la realidad. Solo, se cuenta con el voto duro que a ciegas se irá con él. En Venezuela, poco hay para las contiendas políticas, nos encontramos en vías de dictadura. Nos encontramos en el camino de posicionamiento
Esto es la confirmación de que estamos en Venezuela bajo dos elipsis autoritarias la dictadura de la globalización, la cual no es otra cosa que un montaje de los dueños del capital que sin recato alguno utilizan los medios de comunicación como caja de resonancia con tal de fijar su postura. Ahora bien, a los catalanes se les prohibió ser un país porque son parte de los aliados que están contra Rusia. Y Venezuela se auto unió a Cuba. En estas circunstancias, no resulta extraño que la Unión Europea privilegiara los intereses económicos por encima de los derechos humanos. En otras palabras, lo que Berlín no logró con el uso de las armas en la segunda Guerra Mundial, lo está consiguiendo a través de la economía.
Cabe aclarar que el nacionalismo catalán, nunca tuvo un componente de rechazo a la globalización, sin embargo, se le desacreditó hasta la saciedad.
Por lo pronto, los rebeldes han sido sometidos, para cualquier catalán (pro República) esta situación tiene una sensación agridulce, por un lado, no se logró el propósito de mantener la independencia, aunque consideran que llevaron a Madrid a un callejón sin salida y han recuperado la dignidad. Lo que no comprenden es por qué tanto odio contra ellos. La imagen del dictador Francisco Franco se encuentra más viva que nunca.
Desde un principio el movimiento independentista apostó que todas sus acciones estuvieran enmarcadas en actos pacíficos, con el objetivo de que el desgaste de la violencia corriera a cargo del presidente Mariano Rajoy. Así ocurrió. Los inconformes no se sienten representados por las instituciones del estado español, no se les escucha ni se les incluye. Existe un déficit de representación a nivel estatal, este no es solo un problema que abarca a Cataluña, sino que se extiende quizá a todas las democracias que han fallado al momento de encontrar soluciones para la mayoría de las personas.
América Latina, retoma esa vía de acertijos.