Como ministro de educación, Elías Jaua se ve en la necesidad de dedicar su artículo de esta semana a la Revolución de Octubre. No pierde la oportunidad para dejarnos algunas lecciones políticas importantes que se derivan de esta experiencia. Si no supiéramos lo que ahora sufre la gente en este país para llevar comida a la casa y conservar su salud, diríamos que lo que más nos emociona de su escrito es su pulcritud al llevar el sentido de sus ideas hasta el penúltimo párrafo inclusive, porque en el último deja ver su intimidad: el desdén de reformista por sus propias "lecciones", las dadas y recibidas. Leamos a Jaua:
"Tomando en cuenta las causas conocidas del fin de esta extraordinaria experiencia, en 1991, rescato como lección para los revolucionarios y revolucionarias que luchamos por el socialismo, que tengamos conciencia que el pueblo no puede ser sustituido por un partido, y que el partido revolucionario no puede ser sustituido por una cúpula.
También queda como lección, que siempre nos recordaba nuestro Comandante Chávez, que el Capitalismo es una gigantesca amiba que siempre esta presta a devorar las experiencias no capitalistas, sino hay firmeza en lo moral y claridad en lo ideológico.
Con el escritor Uruguayo Eduardo Galeano, quien escribió un brillante artículo en 1990 que recomiendo, denominado el Niño Perdido en la Intemperie, me niego a creer que la condición humana esté condenada al egoísmo y a la acumulación de riquezas a costa de las miserias de millones."
Y ¡de repente! todo es echado a la basura porque más importante que hacer la revolución socialista es ante todo conservar la Paz democrática burguesa, es decir, dejar en su mismo sitio la "violencia de la explotación", de la exclusión y la miseria,…una revolución que cambia todo para que nada cambie. Así termina el artículo de Jaua, contradiciendo todo lo que afirma en él (y que hemos subrayado en negritas), como si se tratara de otro asunto, como si alguien le dio un golpe en la cabeza y se le olvidó de repente lo que decía.
"Sigamos perseverando por el camino de la revolución democrática y no por otro hacia el porvenir de una sociedad auténticamente humana"
En las condiciones en que se encuentra la "revolución bolivariana" es un cinismo decir que tengamos conciencia que el pueblo no puede ser sustituido por un partido ¡Ya lo hizo!, de manera directa lo hizo una "cúpula"; aquí se hace lo que impone la cúpula de PSUV y sus asesores económicos. O que el capitalismo es una ameba que siempre estará dispuesta a devorar las experiencias no capitalistas ¡También lo hizo el gobierno! con los avances de Chávez de crear las empresas socialistas, de nacionalizar y socializar la empresa petrolera (de esto sabe mucho Jaua, quién fue uno de los primeros en denunciar las "restauraciones" de Eulogio del Pino en favor de los privados); han revertido las expropiaciones de tierras y de propiedad privada de grandes empresas (es el caso de los galpones de Polar en Barquisimeto y en la Yaguara, en Caracas, de la Gold Reserve, en Las Cristinas, las empresas de Guyana a la burocracia y los sindicatos). Luego dice, citando a Galeano: me niego a creer que la condición humana esté condenada al egoísmo y a la acumulación de riqueza a costa de la miseria de millones ¡Esta es la guinda que adorna la torta del cinismo!..., se "niega a creer" esto, pero si sigue los dictámenes de su corazón ¡lo tiene que creer!
Él contribuye activamente a que esta entrega gradual del país a manos del capitalismo y los capitalistas sea posible ¡Coño! ¿Quién controla a los bancos y a los banqueros? ¿Quién castiga a los importadores y al mercado, mucho más que libre ¡Anárquico!? ¿Acaso no es el mismo gobierno quién estimula a la empresa privada, quien ahora la financia a nombre de un fantasma de desarrollo de la fuerzas productivas ¡CAPITALISTAS!..., para ver algún día la luz al final del túnel? (Maduro se justifica diciendo que estos procesos económicos a veces son muy lentos)
Estas son sus "Lecciones de historia", y la primera es: cómo asegurar que la revolución socialista no se haga nunca… en nombre de la humanidad.
¡Mucho cinismo! Y por último, ésta es la "claridad ideológica y la firmeza moral" que pretende Jaua para la sociedad, mintiendo y falsificando descaradamente. En este instante se está organizando el diálogo en Santo Domingo, el pacto con los representantes de la burguesía; los banqueros con la complicidad de Sudeban nos engañan a todos, la gente a punto de reventar puertas de vidrio, el desconsuelo es el fantasma que recorre al país… ¡No me jodas Jaua! "Lecciones de historia"… y pensar que tú eres el ministro de educación de una revolución ¿Qué quedaría para los demás?