Ante la proximidad de las elecciones presidenciales en Brasil en octubre del 2002 y existiendo la casi certeza del triunfo de Lula, el Departamento de Estado ordenó a sus lacayos locales derribar al gobierno de Chávez, con el fin de impedir que se consolidara la alianza entre ambos presidentes. Tanto el golpe de abril de 2002 como el golpe petrolero fueron derrotados por el pueblo venezolano y nuestro sub-continente latinoamericano comenzó a transitar, de la mano de Lula y de Chávez por el camino de la independencia y de la integración.
En esa época se constituyó Unasur, en Mercosur se inició el trámite de la incorporación de Venezuela, triunfaron los candidatos integracionistas en Bolivia, Ecuador, Uruguay Argentina, etc. Es decir, se comenzó a plasmar en la realidad el sueño de nuestros libertadores.
Lamentablemente, después de la muerte de Chávez ese impulso de independencia e integración de nuestra región comenzó a ralentizarse, lo que ocasionó el ascenso al poder en Argentina y en Brasil y que el mismo se encuentre hoy prácticamente paralizado.
Hoy se vuelve a repetir el escenario. Ante la casi certeza del triunfo de Lula en las elecciones presidenciales del próximo año 2018 en Brasil, El Departamento de Estado le volvió a ordenar a sus lacayos el derribamiento del gobierno venezolano antes de esas elecciones para impedir que se concrete la unión entre Venezuela y Brasil. Esta vez con más fuerza, recurriendo al terrorismo; a los asesinatos, incluyendo el quemar vivos a quienes calificaban de chavistas, implantando una criminal guerra económica en contra de nuestro pueblo; intentando justificar una intervención a través de la OEA, imponiendo ilegales sanciones económicas, creando un cerco mediático presentando al gobierno de Maduro como una dictadura, etc. etc.
Sin embargo, hay un elemento nuevo en la ecuación y que explicaría el altísimo grado de violencia que se observó en la insurrección de abril a julio: el descubrimiento de ingentes reservas de minerales altamente estratégicos como el coltan, el tungsteno, el niobio, el uranio, etc. y a los cuales los estados imperialistas quieren ponerla mano, ya que son vitales para el desarrollo de las nuevas armas. Por eso es que los imperios se han propuesto derribar al gobierno venezolano antes de que gane Lula, porque todos esos minerales están en nuestra Guayana y sin el concurso de Brasil es imposible que alcancen su cometido.
Hay que entender que ese fue el verdadero motivo del derrocamiento de Dilma Rouseff, poder preparar una intervención en Venezuela con el concurso de Brasil. Así lo demuestran las recientes maniobras militares entre Perú, Colombia, Estados Unidos y Brasil a 600 Km. De nuestra frontera en la Amazonía.
En otras palabras, el peligro de una intervención militar extranjera en nuestro territorio es real.
HAY QUE PREPARARSE ADECUADAMENTE
El gobierno debe tomar conciencia de esa realidad y tomar las medidas que impidan que se concrete esa amenaza, con acciones como:
Potenciar aún más nuestra fuerza armada. Por ejemplo, no es malo tener 36 Sukoi, pero en lo personal no los considero suficiente para una defensa exitosa.
Incorporar al pueblo en la defensa de nuestra patria, potenciando a nuestras milicias, tanto en cantidad (digamos unos 600.000 efectivos) como en calidad, con una preparación exigente e idónea para el combate, así como una efectiva campaña clarificadora, que ponga las cosas a su justo nivel.
Preparar la infraestructura del país para resistir con éxito cualquier contingencia. Yo recurso, que cuando el paro petrolero en solo tres semanas se acabó la gasolina, y tuvimos que importarla de Irán. Increíble que un país con la refinería más grande del mundo pasara por esa circunstancia. Y me pregunto, esa situación se corrigió? O volveremos a quedarnos sin gasolina después de tres semanas de un hipotético conflicto? Y eso es válido para todo: alimentos, medicinas, electricidad, agua, etc.
Resolver efectivamente el gravísimo problema inflacionario que padece nuestro pueblo, y ante el cual el equipo económico del gobierno ha mostrado una incompetencia descomunal.
Implementar una política comunicacional efectiva hacia el exterior, tanto a Estados como a movimientos sociales y partidos democráticos.
Y sobre todo, tener claridad en que todas las acciones de los partidos lacayos imperiales están y estarán destinadas a facilitarle a los imperios el alcanzar sus objetivos.
EL GOBIERNO CAYÓ EN LA TRAMPA DEL DIALOGO.
Y esto lo digo por el fulano diálogo anunciado entre Gobierno y Oposición. La oposición ha anunciado al mundo a los cuatro vientos que esas reuniones son para "crear condiciones electorales" (incluyendo un nuevo CNE) que garanticen unas elecciones libres. Y han pedido la presencia de cancilleres de cuatro países para que fiscalicen al gobierno en el cumplimiento de lo que se acuerde.
En otras palabras, siguen sosteniendo que en las elecciones de constituyentes y en las regionales hubo fraude y que la ANC y los gobernadores electos son ilegítimos.
Cualquiera pensaría que son argumentos para justificar ante sus amos las derrotas sufridas. No, eso no es así. Sus amos saben perfectamente que el proceso fue limpio y que perdieron miserablemente. Lo que buscan realmente son dos cosas: Justificar ante los pueblos de las naciones imperiales porque un gobierno al que ellos acusan de dictatorial gana las elecciones y segundo, ir configurando los argumentos que justifiquen una intervención, ante una ANC y unos gobernadores productos de un fraude.
Lastimosamente el gobierno cayó en la trampa mansamente y hoy está en una encrucijada: o acepta las condiciones de los fascistas y reconoce que hubo fraude y les daría la razón o no las acepta y estaría bordándoles las banderas de la insurrección.
Siendo gobierno me aprovecharía de esa exigencia de tener cuatro cancilleres como "garantes" y demoraría esas conversaciones para después de las municipales.
Porque cayó el gobierno en esa trampa infantil?
Por dos razones, primero pensó ingenuamente que el diálogo que le propusieron era para lograr la participación de esos partidos en las elecciones municipales y así conseguir un barniz de democrático y segundo, neutralizar y minimizar la importancia de aquellos partidos opositores que si van a participar en dichos comicios, movidos por el temor que de allí salga algún movimiento no identificado con la MUD y que logre capitalizar mayoritariamente el descontento de la población.
Es que para el gobierno es cien mil veces preferible tener contrincante a PJ, VP y AD, que están totalmente desprestigiados ante el pueblo.