La operación de invasión de la Florida a través de la conquista de la Isla Amelia, se realizó con la autorización de Simón Bolívar y tuvo sus causas en el apoyo que otorgaban los Estados Unidos a los españoles en Venezuela. Los expedicionarios fueron dirigidos en primera instancia por el general Gregor MacGregor y posteriormente por el corsario francés Luis Aury con la participación de Pedro Gual, Luis Brión, Lino de Clemente, José Germán Roscio y Agustín Codazzi. El general Aury ocupó la Isla con tres batallones, uno de anglosajones, otro de europeos y el tercero de mestizos y mulatos del lugar. Aury nombró Capitán del batallón europeo a Constante Ferrari, cuando se le unió en la isla de Amelia junto a 250 voluntarios, casi todos ex militares napoleónicos. Cuenta el capitán Constante Ferrari: "Ahí (en Amelia) nos unimos en número de 250 a las tropas del general Aury, quien dispuso la creación de tres batallones para garantizar el control de la isla, uno de británicos y norteamericanos bajo el mando del coronel Wals, el segundo de "moros" y negros bajo el mando del coronel Molo y el tercero de europeos bajo mi mando. En fecha 8 de febrero de 1818 mediante Decreto del general Aury, mi amigo Agustín Codazzi fue nombrado Teniente de Artillería y yo fui promovido a Capitán de Batallón. La expedición tenía como objetivo el liberar la Florida del dominio español y desde ese punto estratégico controlar el tráfico marítimo en el Golfo de Méjico, las Antillas y realizar un posible ataque a Cuba para cortar las comunicaciones entre Estados Unidos y España. Los Estados Unidos, que tenían planes para anexionarse la península, denunciaron a los ocupantes de ella como piratas y entonces el Presidente James Monroe envió fuerzas navales al mando de Andrew Jackson a expulsarnos; cosa que logran el 23 de diciembre de 1817"
Fue en 1818 que actuando los EE. UU. de manera descarada y en contra del ejército bolivariano, dispone que 2 goletas estadounidenses, Tigre y Libertad, traten de romper el bloqueo que ejerce los patriotas en el Río Orinoco contra las fuerzas realistas. Las goletas traen una carga de armamentos y municiones con la más cierta intención de entregarlas a los realistas, sin dudas que este material de guerra sería utilizado contra los ejércitos patriotas; las fuerzas libertadoras interceptan a estas 2 goletas, que al revisarlas y descubrir su cargamento las capturan e inmediatamente puestas a las órdenes del ejército bolivariano. El cinismo del gobierno estadounidense se manifiesta nuevamente, toda vez que protesta la captura de las embarcaciones y ante el descaro del nuevo imperio, Bolívar responde una vez tras otra las cartas que Míster Bautista Irvine, agente del gobierno norteamericano envía a Bolívar, y en un vaivén de comunicaciones que suben y bajan de tono van pasando los días. En carta fechada el 7 de octubre de 1818, el Libertador Simón Bolívar contesta a Míster Irvine, en los siguientes términos, las absurdas demandas del representante norteamericano:
"Tengo el honor de acusar a V.S. la recepción de su nota de 1º del corriente, en que se despide V.S. de la conferencia sobre las capturas que V.S. insiste en llamar ilegales. El amor a la patria y a la gloria solo ha dirigido estas empresas, que lejos de risibles, merecen la admiración y aplausos de los que tienen una Patria y aman la Libertad. Quisiera terminar esta nota desentendiéndome del penúltimo párrafo de la de V.S., porque siendo en extremo chocante e injurioso al Gobierno de Venezuela, sería preciso para contestarlo usar el mismo lenguaje de V.S., tan contrario a la modestia y decoro con que por mi parte he conducido la cuestión. El pertinaz empeño y acaloramiento de V.S. en sostener lo que no es defendible sino atacando nuestros derechos, me hace extender la vista más allá del objeto a que ceñía nuestra conferencia. Parece que el intento de usted es forzarme a que reciproque los insultos: no lo haré; pero sí protesto a usted que no permitiré se ultraje ni desprecie al Gobierno y los derechos de Venezuela. Defendiéndolos contra la España ha desaparecido una gran parte de nuestra populación y el resto que queda ansía por merecer igual suerte. Lo mismo es para Venezuela combatir contra España que contra el mundo entero, si todo el mundo la ofende"