Poca cola por la oposición y la embestida chavista goteaditos. Uno que llega y otro que se va, que si el voto asistido, que la prostitución del voto, que si el pato, que si la guacharaca, que el carné de la patria, que si me das voto, que votar es facilito, que arriba, siempre arriba, que no te equivoques, que tres elecciones seguiditas, que ningún país en el mundo hace eso, que al salir de votar tienes que pasar por el punto rojo, que esto se lo llevó quien lo trajo, que los traidores están que se guindan de una pata, que hasta los samanes se secan de rabia, que se recuperó la gobernación del Zulia, que los demás partidos, entre ellos Primero Justicia y Voluntad popular han desaparecido del mapa político venezolano y por lo tanto, partido que no haya participado en estas elecciones y se haya metido a boicotear queda fuera. ¡Fuera PJ y VP! Que así es como se construye la paz, ¡viva la paz! Qué los que quieran guarimba que se vayan, para el Norte.
Esto parece un entierro de pobres y no una fiesta popular, donde el pueblo pasa a desahogarse no con el corazón contento al no tener la barriga llena y el pensamiento en el mañana y, mañana a celebrar que lo que es de los chavistas, chavista se queda, que ser rojo-rojito es lo que vale, que hay un entierro de caras tristes que no quieren que les hablen más de elecciones, que a lo mejor la ANC adelante las presidenciales, mal no está ¿verdad Maduro? Quién lo cree, que tomen este milloncito y se me van para República Dominicana a dialogar -¡So traidores! Y, Maduro: los espero en la bajadita, sobre todo a ti Julio Borges, galán: oligárquico gringo, dirigido por Trump.
Y ustedes, amigos y amigas mías, se empataron en esa, ¿no? No saben de la que se perdieron y por boicotudos se van a quedar sin el pernil de la celebración navideña que desde hoy nosotros somos felices. Aunque al salir a la calle nos roben con sus precios altos, pero no importa que algún día reaccionara el gobierno y, entonces con guáramo populista, podremos afirmar, así es como se gobierna y, la primera combatiente feliz y, Nicolás en República dominicana firmando y viendo a Julio Borges y con toda la razón de político reservado podrá decirle, toma lo tuyo, Julio Borges. ¿Habrá algún dicho que diga: sufriendo se goza más? Entonces, a gozar, mientras no sea tarde.
Los adecos de Margarita quedaron más trastornados de lo que estaban, se pusieron a jugar a la política y sólo pudieron obtener una sola alcaldía de once y sin poderse quejar ni meterse en huelga de hambre, porque acá es permanente con flaqueza de pura quejadera y, Nicolás celebrando, esperando que llegue el Año Nuevo que traerá muchas sorpresas sí, es que escapamos de ésta. Y, hoy amanecimos como el que juega a la pelota, ¡y palo y palo! ¿Y quién lo iba a creer, si amor con hambre no dura y como en este país, la lógica anda por el suelo por lo absurdo. Aunque no haya comida ni con que comprar se vota, pues en el votar está la felicidad del pueblo con su pedazo de paz que nos acompaña, ¿pero, podrá haber paz con hambre? O es que la paz es solamente parte del espíritu y del blablá.
¿Y qué es de la vida de Samán? Pues, Erika amaneció rojita de contenta. A veces perdiendo también se gana, nunca se sabe que, paciencia y más paciencia, que el carné de Patria hace milagros, pero se ha comprobado que todavía no levanta muertos, que sabroso es ganar y, ¿perder qué? Y, Nicolás no pierde tiempo. Aunque sea para meter la pata y, Diosdado bien equitativo, Dios lo guarde que la espera desespera, pero no, el hombre juega limpio, a veces los regaños enseñan y en eso Chávez no perdió su tiempo o, coges consejos o, no llegas a viejo y allí está, rodilla en tierra y, menos mal que una es de cal y otra de arena, el tiempo lo confirmará y, más ésta que no sobra, hoy por ti mañana por mí, pero siempre con el mazo dando.
Eso que los perdedores a llorar al Valle queda como una incógnita a futuro que hoy por nosotros los chavistas y mañana por los maduristas, si no la siguen poniendo que es lo más seguro, mientras, los alcaldes chavistas seguirán mandando y el pueblo pasando trabajo.
Nicolás nos toreó con su trapo rojo politiquero y sin cortar rabo ni oreja nos dejó entusiasmados como pensativos.
