El espíritu burgués se ha tragado a miles de supuestos revolucionarios en este mundo: es el que todo lo pudre y todo lo traiciona.
¿Cómo carajo llegaron a ocupar cargos tan importantes grandísimos ladrones, en los que se mueven montañas de dólares? Que se llevaron la bicoca de más de cinco mil millones de dólares y nos dejaron en el esterero.
Aquí algo jumea muy feo, y hay que formar un frente de lucha bien severo que debe ser como aquel Pulitburó bolchevique que salvó a Petrogrado de la amenaza de las Guardias Blancas, en 1918. Y este es un llamado desesperado que le hago de todo corazón a Larissa Costa, a Mario Silva…, a todos los camaradas que todavía pueden salvarnos de una debacle moral terrible y definitiva…
Nadie puede ser revolucionario disponiendo a mansalva de privilegios, y eso fue lo que acabó otra vez con PDVSA, por ejemplo. Y eso fue lo que acabó con tantos sueños de lucha y de liberación en el mundo. Yo recuerdo que Chávez en una ocasión se indignó con unos pajudos funcionarios que le pedían carros y viáticos porque si no, no podían hacer nada. Y los que están arriba difícilmente saben lo que se sufre abajo. Muchos se dicen "chavistas" sólo por los privilegios que detentan. Pero ojalá se les pusiera a pasar a trabajo, carajo, a ver si aguantan una semana. Tirarían la toalla y saldrían hablando pestes del proceso bolivariano…
Anoche vi el programa Los Roberto, que por cierto estuvo bien bueno (sobre todo para el que saber ver y escuchar "entre líneas"). Roberto Hernández Montoya estuvo extraordinario. Haciendo uso de unas ideas de Larissa Costa dijo que aquí no estamos viviendo ninguna guerra (económica ni de nada) porque se supone que en una guerra hay plomo de lado y lado pero que nosotros los chavistas lo que hacemos es recibir palo parejo y que no respondemos ni con tirito siquiera. Y ese es el tétrico cuadro del desalmado palo cochinero que los comerciantes nos están dando este diciembre (además de los otros mil palos cochineros que hemos estado recibiendo desde hace cuatro años). Y es que inauditamente el gobierno está como anonadado y fofo que ya pareciera que el problema económico se volvió insoluble, un gobierno que ya pareciera no saber o no querer responder ante la avalancha demencial de los precios. Todo un "sálvese quien pueda", que ni la ANC, ni las FAB, ni PUSV, ni nadie sabe qué hacer.
Roberto Hernández Montoya decía anoche que ya no teníamos ni economía; que nuestra economía no existe porque sale uno por ahí a comprar un lapicero y entonces te piden un millón de bolívares y quedas turulato y jodido. Este país, pues, no tiene economía, y estamos en el gobierno. Y el gobierno deja que manden los ladrones. Una vaina tan increíble y fatigosa, que ya cuesta hasta pensar.
Ambos Robertos admitieron que en esta fulana guerra estamos pavorosamente derrotados. Y diciéndolo ellos con la mayor seriedad del mundo, con un humor ya de perro callejero, qué quedará para el pobre pueblo que no carga ni siquiera una china para defenderse. Y que si además osara cargarla le caería la OEA, la ONU, el imperio y la UE y lo llevarían al banquillo por ser parte de una célula terrorista.
Porque debe ser que ya la imaginación no brilla en los chavistas porque verdaderos chavistas hay en todos lados esperando que el gobierno le eche bolas, chavistas pasándolas verdes, sufriendo terribles dificultades y que quisiera que le dieran armas para luchar, y que sigue defendiendo a Maduro pase lo que pase. Pero que ya revienta…
Pero dígame usted que puede hacer un funcionario que dispone de chofer, que puede conseguir lo que necesite en las malas; que cuenta con buenos contactos para que le saquen las patas del barro cada vez que esté atorado; que se sabe protegido y bien colocado él y los suyos, que consigue lo que casi nadie encuentra en los mercados y en las farmacias; que no sabe lo que es hacer mercado ni deambular por las calles buscando un aliciente para un enfermo,… ¿ése es puede llamarse revolucionario?
No nos jodan, que la guerra tiene que darse en este momento en muchos frentes…