La estructura política de la izquierda latina ya es anacrónica porque los sectores dominantes, con un capital transnacional se acomodaron y conformaron grandes monopolios industriales, agropecuarios y económicos que quebrantaron los espacios públicos e instituciones y llevaron a la centroizquierda a arrodillarse ante ellos, siendo solo entes transmisores de sus apetencias
Esto, devino a que el interés público es muy débil y la derecha, incluso, no supo apetecer sus intereses llamando a una abstención que, solo promovió el manejo del capital. De esta manera, luego del fallecimiento del presidente, Hugo Chávez Frías, un grupo de montoneros desviaron su proyecto inicial y se ligaron a las actividades de la oposición y el Psuv, asimiló a los participantes de la MUD, homogenizando de esta manera, una sola manada
Ambos grupos, la centroizquierda,(socialdemócrata) y la sociedad de Julio Borges de nivel oligárquico, obviaron al pueblo y su participación en los Consejos Comunales, permitiendo que el militarismo tuviese un control en la integración del ingreso de los trabajadores en todas las provincias bolivarianas, 8 Venezuela), porque el líder de la manada izquierdista permitió que las experiencias políticas fuesen al barranco, luego de pasar por algunas dificultades.
La oligarquía criolla, aprovechó las burbujas financieras estadounidenses y compro propiedades en Brasil, México como Colombia. Es un punto programático muy acertado y, los cubanos no pudieron avanzar desde sus puntos de vanguardia y los sistemas de inteligencia, colapsaron en algunos puntos estratégicos. Chávez, es el ejemplo más típico por su muerte bioterrorista a pesar de tener varios anillos de seguridad, pero, el mentor de su muerte se encontraba muy cerca de él, y nadie se daba cuenta
Colombia, juega un papel clave y logra atraer a las FARC y, los reúne en La Habana y a Raúl Castro se le olvida las bases estadounidenses acantonadas en ese territorio y, a su vez, al pueblo argentino le juegan un falso positivo al votar a Mauricio Macri, olvidando todo el esfuerzo de los Kirchner y terminan los ingleses y Chile explosionando al Ara San Juan con su grupo élite de La Armada que conocía todo, sobre Las Malvinas, Pampas y Patagonia.
La Oligarquía Latina a través de un Bloque Democrático Alternativo logró avanzar, desmoronando a la centroizquierda y a las bases populares, quien no se preparó, ni ocupó las plazas laborales dejadas por Chávez y Ernesto Kirchner para avanzar en La Patria Grande, solo Evo Morales, (Bolivia) cumplió con el programa establecido desde La Habana y Caracas para fortalecer la izquierda latina, la verdadera. Ahora tiene una apariencia militarista e imperial.
A raíz del fracaso, el presidente Nicolás Maduro Moros, busca materializar sus intereses a través de la adopción de nuevas cartas constitucionales que debe ser heterogénea e incluyente- un nuevo pacto, como el de Punto Fijo- para avanzar en su concepción política y parte desde las formaciones culturales, hasta el derecho de los indígenas.
Pero, ya la manada esta dispersa y sin conciencia política.
El debate y la divergencia han sido más fuerte en Bolivia, pero tampoco se puede desconocer que en Colombia, por ejemplo, muchos intereses regionales que se opusieron a la Constitución de 1991 llegaron incluso a la resistencia armada. Los grupos paramilitares son expresión extrema de dicha oposición. En general todas las nuevas cartas constitucionales reconocen una amplia carta de derechos sociales y políticos y optan por mecanismos de la democracia participativa y protagónica.
El nuevo constitucionalismo se caracteriza por reconocer ciudadanías plurales con base en la constatación de la existencia de sociedades pluriculturales lo que ha llevado al reconocimiento de diversas formas de organización del Estado que reconoce circunscripciones electorales para los pueblos indígenas y formas de organización del Estado como las entidades territoriales indígenas tanto en Colombia como en Bolivia y Ecuador.
La vía correcta es la profundización de la democracia y el apego a la doctrina dejada por el comandante, Hugo Chávez Frías. Maduro, debe reconocer que se equivocó y deslindarse de algunos factores de poder que le perjudican y los asesores, influenciados por la Escuela Francesa que llama a Capitalismo de Estado.
Todo debe ir por las vías electorales y un CNE, muy alejado a esta realidad. No hay que oponer reforma a revolución sino por el contrario emprender el camino de construcción de actores sociales y políticos que sean la fuerza de las transformaciones y los cambios políticos y económicos.
Hay que destacar que los mecanismos de integración marchan muy lentamente y, en muchas ocasiones van más allá de la retórica, Ernesto Samper- ex presidente colombiano- cumplió su papel y permitió que Europa y Estados Unidos de Norteamérica ahondara más en las decisiones suramericanas, utilizando a México, como instrumento de ayuda para hacer frente a la crisis alimenticia en Venezuela y los malabaristas de acá cayeron entrampados, adquiriendo comida para los Claps desde los puertos mexicanos, obviando que los ingleses y norteamericanos colocaron cerca de las zonas fronterizas y puertos, misioneros protestantes que le llevaran un mensaje de reconciliación a los vecindario que van desde la Baja California hasta La Patagonia.
En toda la región del Sur, ahora el debate es con el asistencialismo, los ciudadanos exigen dinero por el voto y tikeras para comer, destacando el programa de bolsa de alimentos por familia, es una lucha férrea contra la pobreza, por no hacer bien las cosas y no comprometer a la verdadera militancia de izquierda en asuntos del Estado
La centroizquierda, logro colarse en los programas claves del presidente Chávez y Cristina y aplicaron sus dirigentes una regresión en todos los programas sociales, hasta llegar a un nivel represivo y regresivo de carácter militarista.
Es paradójico que, por ejemplo, Lula que en el Foro Social Mundial de enero de 2002 criticó a la socialdemocracia europea por haber abandonado la política reformista democrática y por haberse dedicado a administrar el neoliberalismo, no pueda presentar resultados importantes en la redistribución del ingreso y de la renta después de seis años de gobernar la principal economía de América Latina. Y, luego Dilma Rousseff no pudo levantar la cuesta y sus propios compañeros, la despidieron
El problema es particularmente notorio en asuntos como la concentración de la propiedad agraria, la concentración del sector financiero, el poder de las multinacionales en la explotación de los recursos naturales. En general en materia económica los gobiernos de centroizquierda no han puesto en marcha reformas que permitan capturar para el Estado y para la inversión pública parte importante de las rentas derivadas del importante crecimiento económico que se ha dado en los últimos años en la región Sureña
Aquí el debate debería ocupar parte de la agenda pública de los movimientos sociales que en muchos aspectos han logrado sortear de manera acertada la encrucijada en que los ha puesto el centro izquierdismo, movimiento que se aburgueso y se aparejo con la oligarquía.
Los gobiernos a menudo reclaman la solidaridad de los movimientos sociales con sus políticas y la oposición quiere que dichos grupos definan una línea de oposición a los gobiernos. El Movimiento de los Sin Tierra, MST, en Brasil ha dado muestras de una inteligencia política notable. Han apoyado al Gobierno en aquellas políticas favorables a sus reivindicaciones mientras que se han opuesto o han exigido avanzar en el tema del trabajo esclavo o en la reforma agraria distanciándose del Gobierno de Lula de manera clara en estas materias.
Pero también los gobiernos de centroizquierda no se comprometen a fondo con propuestas de reforma política que institucionalicen lo público democrático en el régimen institucional interno de cada uno de sus países, aunque aquí hay notorias diferencias, pues los casos de Bolivia y Ecuador, muestran avances en sus respectivas constituciones que buscan ampliar el espacio público en el Estado; no sucede lo mismo en los otros países.
He hablado de Lula, porque, por allí comenzó el meollo de los fondos buitres y los escondrijos de Obredeth, jamás Lula, debió pactar con estos ciudadanos que dañarían el proceso revolucionario latinoamericano, pero ya las garras estadounidenses e inglesas estaban dadas y los ex presidentes José Luis Zapatero y José María Aznar junto a Leonel Fernández, había recibido direccionalidad de Toni Blair y Los Clinton, desde Haití y República Dominicana, mediante las ONG.
Pero tampoco, se muestra desde los gobiernos del Sur, apoyos reales a los procesos de organización de la sociedad civil. La posición de los gobiernos es ambigua y quizás la resume muy bien lo que expresó el Vicecanciller boliviano cuando afirmó que "los movimientos sociales en la calle dificultan nuestra labor de Gobierno, pero, deben permanecer en la calle porque son nuestro sustento".
Simplemente, los presidentes progresistas latinoamericanos fallaron, solo quedan Evo y Cristina, pero, Argentina mediante Macri, no da un paso atrás para imponer su criterio, los que votaron a favor de Macri y eran peronistas, tienen ahora que lamberse el plato, porque las privatizaciones son fuertes. Venezuela, no escapa a ello, de ciento treinta y ocho de teléfono mensual, ahora el giro es de dos mil quinientos y el agua, de once bolívares sube a seiscientos bolívares. Es que la derecha arremete, mientras, tenemos un presidente populista que no termina de arrancar y puso a mínimo las Misiones, fundadas por Chávez.
A nuestro juicio los movimientos sociales no deberían asumir una posición acrítica. Ellos deben como lo señala el MST acompañar al Gobierno cuando este se atreve a poner en marchas políticas que reconocen las reivindicaciones populares y no deben temer criticar y oponerse cuando las medidas no reflejan estos intereses.
Los gobiernos de centroizquierda sobre todo en la región andina tienen otro problema grave que debería ser enfrentado sin vacilaciones. Nos referimos al tema del caudillismo y la tentación a suprimir los mecanismos democráticos de alternancia en el poder. Parte de las grandes limitaciones del proceso venezolano tiene que ver con la tentación a la perpetuación del caudillo en el poder. Los proyectos de centroizquierda no pueden dejar de ser colectivos. En la región andina en particular este tema es fundamental para hacer viable el proceso de recreación pública de la institucionalidad estatal.
Finalmente hay que advertir que los gobiernos de centroizquierda afrontan retos muy grandes en esta coyuntura de crisis. Algunos estarán tentados a lograr las reformas necesarias sin quebrantar la estabilidad, pero otros, buscarán que parte de la crisis la asuman los sectores populares con lo cual corren el riesgo de horadar su propio sustento.
El Psuv, dejo de ser un partido de izquierda, es de centroizquierda con un halo al capitalismo de mercado