Nosotros creemos en Rafael Ramírez. No sabe disimular, sobre todo los errores; respeta a las personas y ha respetado a los trabajadores: ¡Queremos que venga!, porque lo vamos apoyar; consideramos que puede ser nuestra alternativa revolucionaria, por encima de muchos oportunistas, al desastre de la derecha interna, socialdemócrata y reformista, que desgobierna al país; que puede ser una llama de entusiasmo y de esperanza revolucionarios, chavista, verdaderamente socialista; volver a Chávez y al Plan de la Patria para ir contra la "Lógica" del Capital.
Esa "campeón de victorias" (electorales) no es otra cosa que un slogan publicitario, ¡no existe! Detrás hay un equipo de arribistas, improvisados y desesperados, que una vez soñaron con conquistar "éxito en la vida", y ahora creen que lo tienen (o lo tienen), y piensan sostenerlo sacrificándonos a todos…
El éxito y la fama
Alcanzar el éxito siempre es un logro personal…"sobre el fracaso del resto de la sociedad", lo resumía así Ernesto Che Guevara, al egoísmo mezquino donde descansan los pequeños sueños pequeñoburguesas. No hay manera de "salvarnos" todos en el éxito capitalista; "No hay cama pa´ tanta gente". Se dice que dentro de una sociedad donde todos compiten se destacaran los más capaces y los más aptos, pero sin embargo, aquellos que lo dicen no indican en qué se "destacan" y en qué son más "capaces" ¿Será para tener un resort en Dubai y un Mazeratti en el garaje de una casota? ¿Acaso se "destacarán" como confidentes y homicidas?
La verdad es que el éxito dentro del capitalismo es el de la mediocridad, de la medianía de un alma que solo "puede" si alguien la compra a buen precio. Que su capacidad es la aplastar y echar al caldero a la mayor cantidad posible de gentes, para que su vida "se destaque" del resto. Para estos hombrecitos no vale la pena construir vida; ni siquiera destacaría al hombre, dentro de una sociedad de tanta mezquindad, construir una pequeña iglesia de piedras con las manos, sin aspirar a nada. Pero el éxito triste del aspirante a millonario es la "fama y la risa" de los grandes espíritus.
Un mediodía tal vez coincidieron, en una gran asamblea, muchos jóvenes que buscaban el éxito, con otros que soñaron con la fama. Muchos de los primeros alcanzaron sus sueños, y dejaron detrás a muchos seres fracasados, heridos, mutilados, desilusionados de los caminos tortuosos por donde tuvieron que andar para alcanzar ese éxito: no resistieron el dolor propio y ajeno. Pero los que soñaron la fama, todavía sueñan; andan, porque su fama es como otra página escrita que se añade al gran libro de la humanidad. Su fama es la de la humanidad, su inmortalidad es la inmortalidad de la humanidad.
Solo "descansando sobre el lomo de un tigre" puede el alma del hombre grande andar el camino de los rebaños, sin temor y sin que éstos la toquen con su avaricia. Sus sueños y sus ideas inspiran respeto, cada paso es firme y cuidadoso, siempre al frente; conquistar sus ideales y moldear un mundo perfecto para la vida de la especie.
Los marrulleros, en cambio, desde su éxito arrastran masas de seres confusos, prometiéndole a todos de todo, a todos, todo; al pobre: riquezas y justicia social, a los ricos: una reserva de pobres, de esclavos desempleados para que trabajen en sus empresas; "justicia" para que estos se mantengan en sus sitios de trabajo sin descanso y sin paz en sus almas. …Solo por marchitar sus vidas y la vida del resto de la humanidad.
Por eso convocamos al líder en su destierro, que venga sin miedo. Ya verá que cuando pise su tierra, la mezquindad no lo tocará, la cobardía es impalpable y no palpa, se esfuma en el éter, solo hay que andar sobre el lomo de un tigre, pisando firme y al frente.
Marcos Luna 27/12/2017