Lo de la paz en Venezuela es puro cuento. No puede haber paz si hay guerra económica. Es una cosa o la otra. Lo que no hay es guarimba y no sabemos hasta cuándo. La violencia criminal más cruel y despiadada que hay es el cerco económico del imperialismo para someter a nuestro pueblo por la falta de alimentos y medicinas. Que más violencia que la amenaza de la oligarquía colombiana, las 24 horas del día, para invadirnos con el apoyo de las siete bases militares yanquis la cual pende como una guillotina sobre nuestros cuellos con la violencia verbal del lacayo Santos, de la mugre Almagro y de los propios voceros del Departamento de Estado respaldados por el Comando Sur del ejército invasor.
Vivimos en un engaño permanente, en un mito de una paz conquistada por la Asamblea Nacional Constituyente que en verdad es una ficción, una quimera y una invención generadora de falsas ilusiones. La verdad es que la derecha no nos ha dado paz ni cuartel. Ni los aumentos salariales, tickeras, bonos, pensiones, hogares de la patria, chamba juvenil, ayudas a las embarazadas, atención a los discapacitados, las Misiones, el O800SALUD YA ni el milagroso CLAP paran el Tsunami del capitalismo salvaje combinado con las sanciones económicas del imperialismo.
No hay zafarrancho, tumulto, reyerta, remolino, insurrección, disturbio, camorra, alteración ni desorden pero hay agonía, conflicto, desasosiego, disconformidad, excitación, furia, indignación, infierno, inquietud, intranquilidad, tristeza, zozobra, miseria y hambre. Esta es la paz que logramos con la victoria de la Asamblea Nacional Constituyente. Creer lo contrario es no tener los pies sobre la tierra.
Lo más preocupante es que esta paz de las tinieblas va a empeorar según los cálculos del gobierno. No lo digo yo sino lo dice el propio Jorge Rodríguez cuando le explicaba a José Vicente Rangel, en su programa, las causas según las cuales Maduro propuso adelantar las elecciones presidenciales para el mes de marzo y la oposición se tranzó en la fecha del 22 de abril que inicialmente proponía para junio. Jorge Rodríguez dijo la verdad que es el deber ser de todo revolucionario. En la medida que pase el tiempo las sanciones económicas contra Venezuela irán estrangulando cada vez más la economía venezolana.
Los constituyentes y el gobierno bolivariano tienen el deber de defender, con acciones estructurales, la patria, la soberanía nacional y la sobrevivencia del pueblo venezolano por el camino de la transición del capitalismo al socialismo. Para eso son los poderes plenipotenciarios que le dio el pueblo a la Asamblea Nacional Constituyente. No basta solazarnos con esta paz de las tinieblas que hemos conquistado.