Venezuela, ha colapsado bajo la desidia de uno de los ganadores del evento electoral, nuestro presidente, Nicolás Maduro Moros. El Consejo Nacional Electoral, (CNE); paso a ser una caja de resonancia para procesos electorales y perdió seriedad, la única idea posible es pasar de un modelo a otro, del democrático al comunista, controlado por La Habana, Cuba.
Poco interesa el bolsillo de los trabajadores y, el impacto de los cambios monetarios es muy fuerte. Caracas, no es La Habana, somos un país colonizado, nada hicieron Los Libertadores.
Caímos en un cepo de esclavitud inflacionaria y el Banco Central incumple las expectativas creadas, donde los registros en dólares y bolívares son ocultados al ciudadano común en los tiempos previstos para su publicación. Nos están ahogando y, las puertas del comercio internacional se cierran y ya China y Rusia no son buenos prestamistas, hay una negatividad en el mercado, más allá de los embates del bloqueo que nos mantienen por factores de entendimiento diplomático y jurídico.
Necesitamos un dólar único y libre que sea asiento de la oferta y demanda. Estamos pagando una moneda especulativa que contravienen los intereses de la ciudadanía y el electorado.
Pero será muy difícil que la devaluación e inflación especulativa no repercuta en el nivel de precios de la economía, sobre todo en aquellos productos que sean fabricados con insumos importados. Comprar dólar a precio oficial, sí puede derivar en una importante ganancia, pero sería muy parecida a la que se puede materializar hoy en día comprando dólares a precio oficial y vendiéndolos al paralelo (operación conocida en la city como "puré").
Una opción es adelantar consumo corriente (alimentos no perecederos, higiene personal y de la casa, etc.) en un mayorista, y de esa manera estar cubierto por un tiempo ante la potencial suba de precios. Así, lo hice personalmente, adquirí algunos productos no perecederos y he ahorrado dinero. Pero resido en un apartamento y los ciudadanos no quieren colaborar para su mantenimiento, y un ejemplo, tienen cuatro años construyendo una pared del cercado interno, los condominios que controlan estos menesteres, no funcionan, así es el país, no debe haber quejas en todo sentido.
En Venezuela, nos encontramos atados al incremento de los valores en un producto, al mismo tiempo, poco existe una política de ahorros, la moneda es inflacionaria y dura.
Toda la culpa de la economía del país, no la tiene el presidente Maduro, sino también los ciudadanos quienes viven en condominios y son adversos a contribuir al mantenimiento de las edificaciones y poco se quieren regir por las leyes jurisprudenciales del Estado Bolivariano de Venezuela.
Otro ejemplo, aquellos que iban a realizar una compra importante a partir de enero de este año, es muy probable que hayan puesto en "stand by" la misma hasta que se definiese el complejo panorama electoral, cuya resolución se fue demorando producto del ballotage.
Ahora que ya se superó esa instancia: ¿Es este el momento de concretar la compra? Creo que es imposible, estamos en un ciclo de hambruna cerrada y desnutrición.
La respuesta no está fácil como parece: dependerá de si el producto es de fabricación nacional o importada, o si su precio se encuentra denominado en pesos o en dólares.
Los inmuebles y terrenos, pese a los esfuerzos fallidos de pesificación de los últimos años, siguen ofreciéndose en dólares. Por ello, si el comprador tiene los dólares en la mano, conviene esperar hasta el levantamiento del cepo, porque si la devaluación termina siendo importante el valor de los inmuebles puede caer, como pasó en 2001. El mismo razonamiento aplica a los vehículos de alta gama y, más aún, si se llegan a eliminar una parte o la totalidad de los impuestos que recaen ahora sobre los mismos. Pero, esto último no sucederá por el aumento constante de la unidad tributaria, un adefesio para mantener holgazanes.
Lo mismo aplica para las vacaciones: si las mismas son al interior del país podría ser una buena idea pagarlas ahora.
Se vienen momentos de cambio en lo económico, ya sea bajo el esquema de "shock" o de manera más gradual. Vamos hacia un Estado Neoliberal, pero de estructura comunista, algo difícil de gobernar, solo el narcotráfico y la venta ilegal de gasoil, gasolina, carbón o gas pueden mantener esta estructura.
Se estima que el gobierno sabe que las modificaciones pueden dañar el poder adquisitivo de la mayoría de la población, por lo cual es muy probable que haya otra batería de medidas cuya intención sea la de "amortiguar" el impacto negativo que las mismas pudiesen llegar a tener, como por ejemplo una suba del piso de requerimientos negociables, y de los rangos de facturación de los monotributistas, que alivien un poco la carga impositiva y aumenten al mismo tiempo el salario real (luego de impuestos).Pero, todo, regresa al fisco nacional
De todas maneras, hay algo sobre lo que todos los especialistas y no especialistas coinciden: este invierno no será precisamente un momento para relajarse y "desconectarse" en las vacaciones, sino que habrá que tomar todos los recaudos financieros y estar más atentos que nunca a las medidas que comenzarán a conocerse a partir del 22 de mayo, Maduro nuestro presidente piensa avanzar en el campo económico.
Debemos pensar en los modos de producción y no esperar del Estado unas prebendas que dañan nuestra esencia ciudadana.
Tomar una pausa sin entrar en pánico, identificar los factores relacionados con las finanzas personales que más estrés le generan y cambiar la cosmovisión de crisis permanente por oportunidades de crecimiento y cambio real es lo que se recomiendan en momentos de modificaciones importantes como los que comenzarán en breve.
Mientras tanto, comenzar a investigar las opciones aquí presentadas y tomar las precauciones pertinentes aparecen como las mejores acciones a realizar para no quedar paralizado luego ante la virulencia de los acontecimientos.
El nuevo equipo económico está trabajando contra reloj para poder hacerse de dólares en los primeros días de gobierno por venir. Sólo así podrá el nuevo presidente Maduro cumplir con una de sus banderas de campaña: abrir el cepo cambiario.
Hay que hacerse de dólares, pero después también mostrar, para aplacar las expectativas del mercado, que la oferta va a ser mucho mayor. Pero, el gran error es regalar ese dinero a terceros que no les interesa producir.
La crisis financiera y económica internacional de los últimos años ha puesto de manifiesto el alto grado de interdependencia de las economías mundiales, cuya actividad sobrepasa las fronteras nacionales en un mundo cada vez más globalizado. Aunque en tiempos de crisis la globalización supone un riesgo, puesto que puede retrasar la recuperación de la actividad y el empleo, los teóricos de los organismos multilaterales la defienden como motor del desarrollo, algo que ha sido clave en el caso español, que ha pasado de ser la economía europea más cerrada durante la primera parte de la dictadura franquista a estar entre las primeras economías del mundo.