El CLAP llegó para quedarse aún después de resolverse la crisis del capitalismo a favor de las mayorías populares. El CLAP es solo el comienzo de un proceso largo y difícil de sustitución de las relaciones capitalistas de producción por las relaciones socialistas de producción. En esta primera etapa de resistencia y sobrevivencia a la guerra económica del imperialismo y la burguesía antinacional contra la República Bolivariana de Venezuela, todavía bajo dominio del capitalismo, el CLAP es una organización social de contingencia y de transición al socialismo.
En una segunda etapa post capitalista la organización social del CLAP podrá cumplir un importante papel en la construcción de la nueva sociedad socialista, bolivariana, antimperialista y chavista que convertirá a Venezuela en una gran potencia agroindustrial, minera y militar autosustentable, independiente y soberana capaz de garantizarle al pueblo la suprema felicidad posible.
En una tercera etapa de esplendor socialista, de país potencia, con la patria ya liberada, con los trabajadores rindiendo al máximo de su potencialidad creadora y con el pueblo disfrutando de los beneficios nunca logrados por el capitalismo, el CLAP podrá ser la expresión calificada del poder popular comunitario en una economía comunal, es decir el pueblo organizado para la administración de la propiedad social.
La historia del CLAP será la historia de la lucha entre el capital y el poder popular por la dominación de los medios de producción y distribución alimentaria. En los procesos revolucionarios los cambios sociales no se producen siguiendo un libreto como si se tratara de un guion cinematográfico. Hay un proceso histórico dialéctico que define el número de etapas y el tiempo necesario para pasar de una a otra. Por ejemplo para llegar al punto donde nos encontramos, si partimos de la llegada al poder de la revolución bolivariana, han transcurrido ya 20 años. No necesariamente tenemos que esperar 20 años o más para pasar a una segunda etapa. Una crisis revolucionaria puede resolverse en cuestión de horas, días, meses o años. Lo que no se puede perder es el rumbo a seguir y para eso tenemos que estudiar, investigar y estar al día con la ideología y la teoría de la revolución bolivariana.