Para los que vivimos en el extranjero la posibilidad de ejercer nuestros derechos políticos en Venezuela es solo una ilusión, y es poco lo que la oposición electoral venezolana hace para que el gobierno nos tome en cuenta, si para Felipe Mujica y Henri Falcón tenemos tan poco valor como lo tenemos para el gobierno, no lo dicen pero asumen con su omisión, con su silencio la misma posición de Iris Varela, asumen con su silencio el tono perverso de las palabras de la Varela para con los venezolanos que estamos fueran por muchas razones, aunque los que salieron en los últimos dos años es su mayoría por hambre, desempleo, persecución política, miedo a morir en un hospital o ser desaparecido como el caso de Alcedo Mora y otros.
En las embajadas se nos desconoce, se nos señala, se nos anatemiza y para nadie es un secreto que hacen difícil y cuesta arriba la posibilidad de inscribirnos en el registro electoral, yo ejercería mi derecho a votación y claro votaría nulo, anularía mi voto y es que hasta ahora no percibo, no observo no percibo que alguno de los candidatos que van o desean estar ejercer la Presidencia De La República nos tome en cuenta, para el madurismo somos apestados, somos perversos, somos casi bestias, para el gobierno de Maduro, los que estamos fuera de la nación, somos apestados y al parecer por estos artilugios legales se nos niega la posibilidad de regresar a nuestra patria.
Lo dramático no está en que un gobierno como el de Maduro ese que viene llevando a los venezolanos, a nuestro pueblo a los límites de su resistencia espiritual y física, ese que persigue a la disidencia, que encarcela adversarios, que tortura a sus detenidos, que ofende por medio de sus generadores de opinión a quien no comparta su manera de hacer gobierno, de Maduro podemos esperar inclusive que nombre a Pedro Carreño, Ministro de Cultura. Lo dramático es ver como Felipe Mujica del MAS y Henri Falcón se olvidan de los cientos de miles de compatriotas que se nos impide con cien artilugios nuestros documentos de identidad y hace que esa oleada, esos millones de hombres y mujeres que estamos fuera de nuestras fronteras, fuera de nuestro terruño, si a esos se no impide de hecho tener o ejercer nuestra nacionalidad en el extranjero.
Un par de veces junto a mi tío Héctor Ochoa (ochoita) vi y platique un par de cosas con Felipe Mujica, las pláticas con mi tío eran largas e intensas cada uno con su manera de ver la realidad del país, pero a ambos los vi con un profundo amor a Venezuela. Yo le pido a ustedes a Henri Falcón y a el General Visconti. Que le exijan al gobierno de Nicolás Maduro la entrega inmediata de cientos de miles de pasaportes que desde hace años fueron pagados y pedidos por ciudadanos venezolanos en el exterior y a quienes se nos niega nuestro documento.
Es cierto que en Venezuela todo es opaco, el gobierno aplica el doble rasero y aquellos hombres que parecían irreductibles hoy portan credenciales de los servicios de inteligencia del país (ojo no estoy nombrando a Carlos Lanz) no vaya a ser que lleguen a señalar que yo dije tal cosa.
La república se desentiende de sus hijos en el extranjero nuestras embajadas nos acosan, nos niegan el derecho a tener identidad, claro cobran en dólares religiosamente el costo de sus "servicios" y la oposición esa que llama a que nos unamos para enfrentar a el tenebroso gobierno de Maduro, esa ni nos toma en cuenta.
Para los venezolanos que vivimos en el exterior lo único que se permite es enviar alguna que otra remesa, algún medicamento para un amigo, amiga o familiar. Ya no somos importantes ni siquiera como botín electoral.
Notas a pie de página: Hasta como mercado electoral es importante el número de ciudadanos que vivimos fuera del país, el gobierno nos niega nuestra identidad en el exterior, a quien es visto como opositor se le retrasa el pasaporte o se le dificulta su inscripción en el Registro Electoral.
Señor Henri Falcón, General Visconti. Ustedes como venezolanos deben exigir que se nos otorgue nuestro documento de identidad en el exterior, no sean cómplices de esos verdugos que como Elías Jaua, Pedro Carreño, Aristóbulo Isturiz, etc. Nos desean fuera de la patria.
