El gobierno está desesperado


No se puede decir que el gobierno reaccione de forma planificada ante el descontento y la confusión, los cuales pueden hacer de estas elecciones un fracaso rotundo, pero sí hay que ver una lógica en todo lo que está pasando. Los últimos acontecimientos son un síntoma de desesperación. Los oficiales y gerentes del CRP detenidos, las acusaciones de acoso a un hijo de Chávez por parte de Alicia Machado después de 18 años, las acusaciones explosivas a Rafael Ramírez de narcotraficante, hechas a través de las redes sociales por Makled, preso hace rato, el piquete de la guardia nacional que enviaron a frenar un protesta pacífica por reivindicaciones laborales en el complejo de la Campiña; el objetivo: Chávez, el chavismo, Rafael Ramírez y todo aquello que obstaculice la permanencia en el poder de este grupo de improvisados.

¿A qué vienen las acusaciones tardías de Alicia Machado al hijo de Chávez? Pareciera que se trata de otras de sus chifladuras, pero es extraño que su denuncia sea contra un hijo de Chávez. Desprestigiar la imagen de Chávez, del chavismo y del socialismo, vinculándolos con las barrabasadas de Maduro y con una conducta impropia de una de sus hijos parecen cosas de Trump, es el estilo más sutil del imperio, para despachar definitivamente a Maduro de la presidencia confundiéndolo con a la autoridad moral de Chávez y el chavismo auténtico sobreviviente de esta tormenta fétida. Luego, alguien quiere hacerle las cosas fáciles al imperio desde aquí con las declaraciones del narcotraficante Makled contra Rafael Ramírez ¿Quién ha permitió que un preso tuviera acceso a las redes sociales para repartiera acusaciones, precisamente a opositores del gobierno, en este caso a Ramírez y a Luisa Ortega? Es un pantano, una guerra asquerosa y cobarde.

En otro escenario ¿Realmente se justificaba un piquete de la guardia nacional para contener una manifestación tonta por reivindicaciones laborales? , esto, independientemente de que hayan sido lideradas por personas nada comprometidas con el socialismo o con Chávez y menos con Rafael Ramírez, fue proporcional. No se justificaba la presencia militar; nadie sabe dónde quedó el diálogo y la paz tan cacareados por el gobierno, pero sí dejó claro cuál va ser su conducta de ahora en adelante ante las futuras protestas.

Para los defensores incondicionales de Maduro, solo les digo que ese piquete dentro del edificio del ministerio de petróleo es una reacción desesperada y fascistas, no importa la naturaleza de la manifestación. En la confrontación se unieron y confundieron sentimientos de quienes se han sentido estafados por Maduro y el madurismo, dentro la institución como en el país.

En la misma línea de descontento se encuentran los oficiales presos y los gerentes presos. Nadie sabe con exactitud de qué se los acusa, son imputaciones vagas de traidores a la patria, conspiración, corrupción; muy convenientes, aunque muy torpes, en este momento preelectoral. En los días previos a unas elecciones “típicas” como estás cualquier cosa puede pasar, los adversarios no tienen escrúpulos, ni principios, ni moral ni nada, solo buscan ganar el poder o sostenerlo al precio que sea; si es necesario vender al país, prometer la Luna, llenar el estadio universitario de presos y luego cortar la luz para que nadie se entere, se hace, vivimos un momento nefasto donde se perdió la civilidad, cada vez el comportamiento político es menos político y más delictivo, primitivo, básico, el lumpen estado versus lo peor de la derecha; la victoria del oportunismo y la amoralidad.

Por último, el nuevo cono monetario, una estúpida improvisación más ¿Hasta cuándo se va seguir maquillando la inflación y la incapacidad? Dentro de seis meses esos billetes habrá que echarlos a la basura, junto con los genios que dirigen nuestra economía y el país. Están ansiosos y desesperados ¿Será que están haciendo maletas para dejar pelero…, y que se ocupen otros de arreglar el desastre?

No deberíamos permitir esto. Ya es tiempo de actuar, de pensar en soluciones políticas y menos en reivindicaciones inútiles dentro de una economía asaltada por los capitalistas y la burocracia del gobierno. Debemos retomar las ideas de Chávez y poner de nuevo al ser humano por delante de todo, luchar por cambios radicales y no por sueldos que se desinflan como algodón de azúcar, hay que cambiar al país de la ignominia capitalista que es la que gobierna todo, el lucro, el saqueo, la mentira, la indiferencia, el egoísmo. La gente abandona el barco buscando salvarse solo, sin pelear adentro.

A los compañeros trabajadores de La Campiña, los invito a que vean sus problemas como clases social, que mi problema es el mismo del hermano de clase y de la sociedad en su conjunto. Compañeros, nada hacemos con unos bolívares devaluados más, con bonos y bolsas de hambre, rescatemos al país. De nada sirve esa limosna sino nos tienen sitiados con la guardia nacional, si no podemos opinar ni criticar, si somos amenazados y chantajeados con sanciones y despidos para que votemos por malandros o para que salgamos a marchar para la fotografía oficial, de nada nos sirve una manifestación esporádica mientras el país es demolido y entregado a pedazos a los capitalistas y aprovechadores. Dignifiquemos la lucha haciéndola social, es tiempo de la política con P mayúscula. Reivindiquemos a Chávez y al socialismo, rescatémoslos a ambos de la calumnia madurista, rescatemos la nueva PDVSA y el país ahora en manos de los traidores, hay que actuar, fraccionados nadie estará a salvo del fascismo, unámonos en torno a la revolución chavista y contra el madurismo entreguista.

Marcos Luna 25/03/2018


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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

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