Será preciso el pensamiento ordenado y una categoría de conceptos

Para decidir entre un modelo y otro es necesario tener un conocimiento asaz de ambos

El dogma restringe el campo perceptivo y te lleva hacia el pensamiento cerrado así como como a un chivo para el corral; otra cosa es el pensamiento abierto, lo que te hace tolerante, flexible, comprensivo de tu realidad y la de otros que, con matices, de seguro es a grandes rasgos una y solo una; pero lamentablemente el dogma te lleva hacia el egoísmo irremediable y no te deja conocer la verdad.

La noción de contexto, entre otras cosas, orienta tu/nuestro interés debidamente pero si tú eres prisionero del dogma siempre vas a estar lleno de prejuicios y como nadando en un océano oscuro; estimo que eso le sucede lamentablemente a un significativo sector social y político identificado con la oposición al proceso bolivariano, pero de manera la mar de estúpida a un subsector que no sabiendo de cual palo ahorcarse proclama ser chavista para de modo burdo atacar el chavismo y en ese lote hay chivato de todo pelaje; otra cosa es el opositor que se planta firme contra el chavismo y ataca al socialismo -francamente, éste, tarea por hacer- en defensa del capitalismo chupasangre y lo hace precisamente porque es dogmático y, en consecuencia, prejuiciado a tal punto que entrompa como un toro loco contra sus propios intereses, sin saberlo.

De tal manera que yo considero esencial el confrontar a fondo los dos modelos políticos y económicos socialismo y capitalismo para que cada quien escoja a que atenerse y de esa manera, al tener un conocimiento asaz de ambos modelos, obviamente mediante el pensamiento ordenado y sin estridencias, y una jerarquización de conceptos tales como soberanía e independencia, libertad, solidaridad y paz, egoísmo, contexto compartido, pero, sobremanera, adquirir plena noción de porvenir, entonces otro gallo cantaría.

Los ideólogos de la burguesía diseñan dogma tras dogma que propalan a través de sus profusos medios de difusión de falacias persuasivas y embaucan a millones de personas, la burguesía capitalista chupasangre utiliza sus medios de difusión de embustes, la prensa, como una máquina de guerra, así que la tarea de hacer contrapeso a esa alienación del pensamiento popular en un significativo sector, está pendiente por hacer, se trata de una tarea liberadora del pensamiento torcido al que han sido sometidos muchos de nuestros compatriotas durante largos años de dominación colonial.

Así que cuanto más activo sea el pueblo en defensa de la paz más garantías habrá contra la guerra y ya sabemos quien propugna la paz en Venezuela, se trata de la revolución bolivariana con Maduro y Diosdado al frente.

Y eso, lo anterior, lo digo de modo franco a sabiendas de que mientras el pueblo no se incorpore a la lucha ninguna persona por sí sola, sea Maduro sea Diosdado o sea "don cojones de la mancha" podrá organizar a la sociedad puesto que, verdad de perogrullo, mientras un líder actúe solo, bien pobre por no decir nulo habrá de ser el resultado, que no es el caso de los citados y lo cual está a la vista de todos.

Que el líder esté al frente del pueblo es clave pero el pueblo es quien decide el desenlace de todo en un modelo socialista, a diferencia de en el modelo capitalista donde el que tenga más saliva traga más harina o, sálvese quien pueda, que el pez gordo se coma al más flaco, el denominado desde el punto de vista de la sociología política, darwinismo social, o sea, la primacía del más fuerte sobre el débil.

Aquí entra otra arista no menos importante del papel decisivo de los trabajadores y en particular especialmente el rol de los obreros que trasciende el nuevo ámbito de la producción y se manifiesta en el desarrollo de la cultura; fijaos, el sencillo hombre de a pie, hombre de manitas callosas, crea con sus manitas las premisas materiales que sustentan la cultura, ese hombre de a pie te fabrica el tambor, la guitarra, la red para pescar -¡oh, qué bien!- siembra, desmaleza, cosecha, tuesta y muele el grano de café y hasta compone versos y canciones y etcétera; sin todo lo cual, los indispensables elementos de subsistir en paz, la sociedad no podría dedicarse a fomentar la ciencia, la tecnología, la música, la literatura, grosso modo, la cultura.

El trabajo en común une a los trabajadores y de ahí la incesante prédica del Comandante Chávez acerca de que ¡comuna o nada!, como forma de abordar ese cohesivo ingrediente: la interrelación.

El pueblo es el quid de la cuestión y quien mejor sepa interpretarlo ese será el líder, es por eso que he ahí a Maduro en defensa de Chávez ante los trabajadores. El PSUV reivindica el pensamiento de los trabajadores y en particular el de los obreros y esa es una razón de mucho peso para consolidar el triunfo en cierne el 20 de Mayo.

Nadie debe asombrarse del triunfo de Maduro el 20 de Mayo, pese al suplicio en el que la relamida y lacaya MUD al servicio del imperio chupasangre ha pretendido someter al pueblo venezolano.

Una vez afincado como Presidente y con una Constitución recompuesta (ésta todavía en proceso) no tengo duda de que con el camino ya despejado Maduro va a entrompar con butría, como un búfalo, contra las mafias que pretenden esclavizar al pueblo.



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Guillermo Guzmán


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