Si estuviera vivo Chávez ya se hubiesen adelantado algunas acciones para modificar el sistema electoral junto a las instancias administrativas de poder. Es decir, la democracia burguesa estaría siempre en entredicho, y por ende las elecciones burguesas y clientelares. Hoy, las elecciones han relevado de su obligación la formación de un orden social socialista en todas las esferas de la vida, en la economía, en la política, en las relaciones sociales y de producción; en la educación, en la administración de los servicios públicos, salud y más. Esto es un síntoma de deformación política y de estupidez social.
Pero Chávez murió asesinado, y con él asesinaron el impulso socialista y revolucionario. Triste, pero es así, por más que muchos se aferren a Maduro y a su alto gobierno, como una esperanza socialista. Quizá no ha muerto la esperanza (o no ha caído de la caja de Pandora), pero el impulso o el entusiasmo socialista ha sido narcotizado, de elección a elección, hasta quedar paralizado.
Lo primero que hay que decir es que Maduro y el madurismo no es Chávez ni el chavismo, no es socialismo. Es otra cosa.
Lo segundo es que la disposición de Chávez de hacer que Maduro lo sucediera estuvo acompañada de fe en su equipo de gobierno, fe en la unidad de ese equipo y fe en el socialismo, por eso dejó un programa de gobierno redactado en forma de plan de acción política, el Plan de la Patria. Pero fue engañado y traicionado por Maduro y demás hijastros; el primero que rompió la unidad chavista fue el mismo Maduro, al conjurarse con Jorge Rodríguez a fin de romper este Plan y acabar con los cambios socialistas, los radicales y los menos radicales, con todos.
Lo tercero que hay que decir es que ese Plan fue falsificado; que le fue insertado otro plan (preconcebido), detallado, redactado como una Ley, donde se entrega la revolución a las inversiones privadas, al capitalismo y a los capitalistas nacionales y extranjeros, en nombre de "La Venezuela Potencia".
Lo cuarto que hay que decir es que La Venezuela Potencia de Chávez no es la misma Venezuela Potencia de Maduro, la diferencia es de 180 grados: una es soberana, socialista, trabajadora, es potencia moral liberadora, digna, del trabajo creador riqueza material y creador de entusiasmo colectivo, la Venezuela liberadora de países. La otra es un pretexto para delegar la responsabilidad de construir un país distinto a los que solo saben de lo mismo de siempre: explotar, conservar privilegios, especular, vender y comprar, conspirar eternamente para que sea imposible la liberación de los desposeídos de sus yugos; la Venezuela potencia de Chávez era la del hombre humilde empoderado y solidario, la Venezuela Potencia de los traidores es la del hombre humilde egoísta y explotado; una socialista, la otra capitalista.
Lo quinto que hay que decir es que el gobierno de Maduro (que nada tiene que ver con socialismo del siglo que sea, del siglo xxi o del xx, ni con los deseos de Chávez… y esto no es un misterio, cualquiera lo puede constatar en sus alocuciones y discursos), promete al país un modelo de país capitalista, una potencia capitalista, es decir, un disparate de cara al mundo. Venezuela está lejos de ser una potencia capitalista (todas están contadas); si acaso ahora dispone como sus socios con verdaderos depredadores, con trogloditas parásitos y tiburones capitalistas despiadados, con esos que Maduro y sus coligados llaman "empresarios honestos".
Maduro se ha dedicado en todos estos años a inventar fórmulas lingüísticas para confundir conceptos: social, socialismo, socialista… con capitalismo: "socialismo en lo social", "democracia social", o el fidelismo adulterado de "reformar todo lo que deba ser reformado". El gobierno confunde el asistencialismo con socialismo, reparte comida barata (da limosnas) como si eso fuera socialismo, el Carnet de la Patria (La súper manipulación) lo contrabandean como socialismo, la regaladera de dinero lo asocian con socialismo, el ser "emprendedores" lo hacen pasar por valores socialistas. De pronto se les olvidó el trabajo productivo socialista, la moral para el trabajo productivo socialista, la unidad moral y política para el trabajo productivo socialista, la consciencia del deber social para el trabajo productivo socialista; de pronto a Maduro y sus prosélitos se les borró la consciencia, se les torció y se convirtieron en vulgares demócratas burgueses, en obreros aburguesados, lumpen proletarios (delincuentes) asociados a una clase arribista aristocratizada, con la casa llena de electro domésticos, televisores, algunos con estómagos insaciables llenos de porquerías, otros con el estómago vacía pero bien vestidos; abandonaron el imperativo político moral revolucionario y lo sustituyeron con representaciones lingüísticas, con palabritas que suenan como… pero que no son, … y con la entrega del país a las trasnacionales.
Lo sesto que hay que decir es que, luego de repartir todas la reservas naturales y en divisas (las internacionales) de forma irresponsable e inconsulta, Maduro y el madurismo se inventaron una "Guerra económica", como si antes, cuando no había aparecido Chávez en el paisaje político de Venezuela, no existía la sempiterna "guerra económica", la misma que ha librado el capitalista siempre en contra de los más necesitados, desposeídos, de los verdaderos trabajadores, o como si Chávez no batallo trece años una guerra económica.
La "guerra económica" le ha servido al gobierno de Maduro (entre otros amaños) para distinguir entre "empresarios honestos" y "especuladores". Bien, Maduro les otorgó todos los dólares del mundo a los "empresarios honesto" pero se los robaron los "especuladores" ¿Cómo se entiende esto? Todo depende de si estás en un acto público o si te escondes en Mayami (Aquí es cuando un dice que tenemos el Fiscal más pícaro o más estúpido del mundo). Si el especulador y ladrón reincide, vuelve al Acto Público (del Motor que sea), y por arte de magia se convierte en "empresario honesto"
Esta pantomima no es socialismo, para aquellos que creen que lo es, o que lo confunden con el madurismo por pereza mental o conveniencia. Esta es una pantomima y nada más. Maduro y los maduristas del alto gobierno se han dedicado en disfrazar todos sus actos mezquinos (de satisfacer apetencias personales) y sus irresponsabilidades como administradores, en un chavismo sin Chávez, en la voluntad y deseo de Chávez; en un "así lo quiso Chávez" o "lo hubiera querido Chávez"… Pero a Chávez lo mataron, hace cinco años lo mataron; falsificaron su legado escrito y desmontaron su obra fundamental, acabaron con PDVSA y con el empeño por la conciencia del deber social, acabaron con la Venezuela solidaria y misericordiosa, que la trocaron en una sociedad más indiferente y egoísta que cuando la cuarta… ahora vamos por la segunda cuarta república, que es la sesta, vía al fascismo.