Ya es un hecho que el candidato opositor, Henry Falcón se quitó el antifaz de un solo manotazo de la cara. Acaba de anunciar que una vez que llegue, en el supuesto negado, a la presidencia de la República de inmediato comenzará el proceso privatizador, comenzando con la Cantv y la empresa de telefonía celular Movilnet. Es decir, Falcón asume desde ya que iniciará negociaciones, que a la larga perjudicaran al país, con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Recordemos que las políticas que implementó el pasado gobierno de Carlos Andrés Pérez, a través del FMI para Venezuela, dieron paso al afamado “Paquetazo”, que dio origen luego a “El Caracazo”, que dejó más de 3 mil muertos, a manos de las fuerzas represivas del gobierno adeco de ese entonces.
Enrique Capriles, en su empeño de querer ser presidente de la República, llegó a publicar en aquel entonces el documento íntegro mediante el cual se imponían las recetas del FMI.
Hoy en día Falcón, buscando apoyo del líder de Primero Justicia, asume igualmente las intenciones perversas de vender al mejor postor el futuro de nuestro país, que ha costado lágrimas, dolor y sangre para lograr una independencia sólida y legitima. Es decir, todo loq eu se ha logrado en la revolución, pasaría al cesto de la basura.
Entre otras cosas “El Paquetazo”, ahora de Falcón, prevé de inmediato comenzar con una campaña implacable de despidos masivos en la Administración Pública.
Igualmente prevé privatizar los servicios públicos y reducir los aportes del Estado a las Misiones Sociales, lo que llevaría a eliminarlas progresivamente, y en algunos casos privatizarlas (Róbinson, Ribas y Sucre, Mercal y CDI). Desde luego, al ponerlas en manos de las transnacionales los servicios dejarían de ser gratuitos.
En materia habitacional se eliminarían igualmente los subsidios habitacionales y se reduciría la transferencia de recursos a los Consejos Comunales.
Un golpe duro al bolsillo de los venezolanos serían el incremento de las tarifas del sector eléctrico y del transporte público, pero lo más grave, en perjuicio a las personas de la tercera edad, sería congelar el monto de la pensiones otorgadas por el IVSS, las cuales estarían por debajo del salario mínimo.
En esta misma dirección de inmediato se evitaría continuar pensionando a personas que no hayan cotizado, ni tampoco a aquellas que no hayan completado las erogaciones, tal como lo ordenó el comandante Hugo Chávez.
En materia económica y financiera, el gobierno estaría obligado a reformar el sistema bancario y eliminar las carteras de créditos obligatorias a sectores especiales (agricultura, turismo, industria) y las tasas de intereses preferenciales determinados por el BCV.
Falcón, igualmente, ordenaría suprimir los controles de precios de los bienes y servicios y plantearía una nueva política petrolera y minera abierta al capital extranjero. No es de extrañar, que este “sabio” de la economía venezolana le permita de nuevo al imperio pagar el barril del crudo solo a 8 $ por barril, como así lo hacían en la cuarta república.
Sin medir las consecuencias, el flamante Falcón ordenaría también entregar las tierras y empresas expropiadas a sus antiguos “propietarios”, que en ningún momento demostraron, con documentos en manos, como hicieron para obtenerlas, sin pagar un solo centavo al Estado venezolano.
El descaro de Falcón sería permitir de inmediato que se lleve a cabo la mal llamada “ayuda humanitaria”, que no es otra cosa que permitirle a las tropas armadas del imperio Norteamericano pisar suelo venezolano, para más nunca abandonar nuestro territorio, en franca violación a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Falcón esta conteste, está claro, esta decido, que el país será servido en “bandeja de plata” a los buitres que esperan ansiosamente el resultado final del proceso electoral, si le es favorable, para de inmediato comenzar a devorar el festín que el descarado candidato opositor, que llegó a disfrazarse de revolucionario, piensa servirle en la mesa a la élite derechista, con cubiertos de plata y oro, sin importarle la suerte y el futuro de los venezolanos.
*Periodista
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