Hace cierto tiempo, no recuerdo cuando ni por qué, se coló en mi cabeza, ni tampoco sé de qué manera, una reflexión sui géneris a la que creo le ha llegado la hora de salir del cepo, se trata de qué papel juegan los números romanos.
Ahora precisamente observando "Al Diez" del fútbol acompañando al pueblo venezolano y a Maduro durante el cierre de campaña recordé el relato de un tipo, tan argentino como "El Diez", por cierto, y que, obvio, había estirado la pata y a la sazón llega al cielo precisamente en momentos en que se desarrollaba un partido de fútbol en el que un viejito barbudo metía goles como un diantre y se bebía la cancha como un rayo, que estaba en todas de manera imparable, un espectáculo pues, lo que al recién llegado le maravilló al punto de soltar esta frase: "¡pelotas, ese tipo juega como Maradona!"
No es poca cosa que un representante tan destacado del hermano pueblo argentino nos acompañase en esta lucha dura, muy a despecho de la jauría actual y gobernante en ese querido sur (también existe), ¡gracias Argentina hermana!
Ah, Colussi, que también es argentino pero anda vivito y coleando (por si acaso, no confundir) también ha estado acá con nosotros de alguna manera, gracias también, hermanazo Marcelo, te asigno el XI aunque ignoro su visión semiológica.
Pero, propiamente al grano, es que me pregunto cómo pudo ser la cotidianidad del protohombre y por supuesto de la protomujer antes de que sí mismos -a posteriori lógicamente- inventasen el número y la letra; a lo mejor no hubo rollo alguno, en este mundo alfanumérico cada vez se hace más complicada la cotidianidad, vivimos, como dijera o dijeran no sé si Ortega o Gasset -o ambos- "que vivimos en un mundo de aparatos que funcionan y nos percatamos cuando alguno de ellos sufre una avería".
Estimo que una letra sola dice muy poco o acaso nada y quien la esgrime así para pretender abarcar un tema es que anda no muy bien de la cabeza, así que toco madera; ah, otra cosa es dejar ver una interrogación, porque hasta para eso dicen que sirven las letricas.
Retomando eso de los números romanos tengo entendido que sólo sirven de apodo para los Papas, para marcar la hora en un reloj y para indicar separaciones en los libros y otras menudencias pero para contar por ejemplo cuántas arrobas de pescado y etcétera, ¡qué va!
Ah, ¡son X, son X millones son X!, por cierto, a propósito de "El Diez", y ¡el que no lo vido que lo venga a ve!
